El fecundo diálogo entre la escuela francesa y alemana en el siglo XIX y primeras décadas del XX es una buena ocasión para viajar al Museo Guggenheim Bilbao, que abre mañana la exposición Obras maestras de la Kunsthalle Bremen: de Delacroix a Beckmann, patrocinada por Iberdrola, que incluye una selección de primer nivel que parte del Neoclasicismo, y pasa por el Romanticismo, el Impresionismo, el Posimpresionismo, la colonia de artistas de Worpswede, el Expresionismo alemán y concluir en Picasso. Los comisarios Christoph Grunenberg, director del museo alemán, y Petra Joos, del Museo Guggenheim Bilbao han seleccionado 130 obras, la mayoría pinturas, pero también alguna escultura de Rodin y obra sobre papel, y nos permiten observar los vínculos y afinidades de dos escuelas paralelas en el tiempo, cada una con su peculiaridad, pero que estuvieron muy atentas a valorar y definir los nuevos lenguajes del arte moderno. El recorrido por las salas 305, 306 y 307 del museo bilbaíno es una ocasión para disfrutar de las estéticas alemana y francesa. Esta muestra se podrá ver hasta el 16 de febrero.
Autor: Julián Hernandez (Julián Hernandez)
Ameztoy ‘regresa’ al Círculo de Bellas Artes antes de ir al Museo de Bilbao
Hoy se abre al público en la sala Goya del Círculo de Bellas Artes de Madrid la primera retrospectiva dedicada a Vicente Ameztoy (San Sebastián, 1946-2001), coorganizada con el Museo de Bellas Artes de Bilbao, institución a la que viajará posteriormente y que contará con el patrocinio de la BBK. En la capital vizcaína serán casi 60 obras las que se exhibirán, una veintena más de las que cuelgan en Madrid. El objetivo de esta muestra necesaria, comisariada por Javier Viar y por Miriam Alzuri, es permitir al público que pueda acercarse a la evolución de un creador plástico complejo, desde sus inicios en los años 60 hasta su muerte a comienzos del nuevo milenio. La pintura de Ameztoy teñirá de naturaleza y clorofilia Madrid hasta que se clausure el próximo 26 de enero, por esa pasión que puso por el paisaje y las personas.
Interacción positiva entre los impresionistas y la fotografía
El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza acoge a partir de mañana la exposición Los impresionistas y la fotografía, comisariada por Paloma Alarcó, conservadora de Pintura Moderna del Museo Thyssen, que ha seleccionado alrededor de 170 piezas, entre óleos y obras sobre papel (66) y un centenar de fotografías procedentes del Victoria y Albert Museum de Londres, del Museo Paul Getty de Los Ángeles, de la Biblioteca Nacional de Francia y de la Sociedad Francesa de Fotografía de París. Entre las pinturas y obras sobre papel hay que destacar los préstamos del MET, del Museo de Orsay, de la Fundación Beyeler, del Museo Marmottan Monet de París, entre otros, así como de colecciones privadas.
Las monedas griegas y romanas triunfan en la rentrée otoñal
La moneda antigua sigue tirando del mercado numismático: un tetradracma de Anfípolis se adjudicó en 450.000 francos suizos y una estátera de Chersonesos, Taúrica, acuñada en Panticapaeum alcanza los 380.000 francos suizos.
El 10 de septiembre citábamos el remate de la casa francesa CGB con una primera parte para la moneda antigua. Los tetradracmas griegos encontraron comprador casi todos ellos con remates de martillo entre los 700 y los 1.200 euros, algunos rondando y otros superando ligeramente los 2.000 euros para los más bellos. El áureo de Lucio Vero que llamó nuestra atención se vendió en la salida, 9.500 euros. Entre el grupo de piezas locales, el Luis XIV de oro de 1693 con una salida de 22.000 euros (estimación 28.000) no logró encontrar comprador. Tampoco otra de las protagonistas, el ejemplar de Luis XV de plata, un ecu de tres coronas, de 1715 que salía en 15.000 euros (estimación 25.000). Hubo algunos lotes no vendidos, incluyendo los más importantes, lo que refleja algunas dificultades por las que está pasando el mercado francés si no es moderado en los precios de salida. Aunque sí lograron adjudicarse dos piezas notables en su respectivos precios iniciales: un rublo novodel de 1771 en 20.000 euros, y una medalla de oro, premio anual de la Universidad de Perpignan de 1779 en 16.100 euros.
Mario Merz ‘recuperado’en el Palacio Velázquez
El Palacio Velázquez de Madrid acoge hasta el 29 de marzo una retrospectiva de Mario Merz (Milán, 1925-2003) con el sugerente título de El tiempo es mudo, organizada por el Museo Reina Sofía con la colaboración de la Fundación Merz de Turín, que incluye una selección de más de 50 piezas escogidas por Manuel Borja-Villell, lo que permite que el público se acerque a una trayectoria que comenzó en la década de los 50 y llega hasta finales del siglo XX, desde su abstracción inicial hasta los últimos años. Además de los préstamos de la Fundación que lleva su nombre y que hoy dirige su hija Beatrice, otros museos como la Tate Modern, el Centro Pompidou de París, el Kuntsmuseum de Wolsburgo y varios coleccionistas particulares, la muestra pretende revisitar tanto los motivos y artefactos artísticos que le dieron celebridad, como las propuestas menos conocidas que realizó en sus inicios y en los últimos años de su trayectoria. No solo sumerge al público a un complejo universo visual, con un fuerte componente crítico.
Los espacios detenidos de Salvador Victoria en Calcografía Nacional
En la plástica de Salvador Victoria (Rubielos de Mora, Teruel, 1928- Alcalá de Henares, Madrid, 1994) la obra gráfica ocupa un lugar importante y tiene valor por sí misma, aunque en numerosas ocasiones su aprendizaje y desarrollo los trasladara a sus lienzos. La exposición Salvador Victoria: espacios detenidos (Obra gráfica 1967-1994) que puede verse desde hoy y hasta el 1 de diciembre en Calcografía Nacional va a permitir que los aficionados a estas técnicas comprueben la versatilidad del creador turolense.
Sara Ramo en las salas de la Comunidad de Madrid
La artista hispano brasileña Sara Ramo (Madrid,1975) presenta en las salas de la Comunidad de Madrid de Alcalá 31 una muestra titulada La caída y otras formas de vida, que reúne un conjunto de obras realizadas ex profeso para ese espacio de galerías clásicas. Comisariada por Claudia Rodríguez-Ponga, quien ha escrito que Sara Ramo "ha planteado una falsa pared que desestabiliza el espacio expositivo, generando asimetría y poniendo de manifiesto su propia condición de simulacro". Y añade que la artista "ha decidido trabajar tanto a nivel estructural como simbólico. Las columnas representan el sustento del edificio y son elementos protagónicos de la Sala Alcalá 31, que fue en el pasado sede del Banco Mercantil e Industrial".
La cosmovisión de Nikolái Roerich en la Colección de Arte Ruso de Málaga
Mañana se inaugura en Málaga la exposición dedicada a Nikolái Roerich (1874-1947) uno de los maestros del simbolismo ruso desde finales del siglo XIX hasta la década de los años 40 del siglo pasado. Hombre polifacético al que le gustaba viajar, escribir, filosofar y ser un activista social, interesado por casi todo, lo que le hizo ser un personaje muy conocido en el período de entreguerras. A través de las 70 obras, que abarcan casi toda su trayectoria, seleccionadas por la comisaria Yevguenia Petrova, podemos ver su evolución como artista y su legado espiritual que conectaba con el de su admirado Leon Tolstói. No conviene olvidar que su activismo social tuvo su momento álgido con el primer documento relativo a la conservación de los monumentos culturales, que fue adoptado posteriormente por la ONU y la UNESCO y recibió el nombre de Pacto Roerich.
El concepto del lujo en los imperios antiguos de Oriente Medio
CaixaForum Madrid ha presentado hoy la exposición Lujo. De los asirios a Alejandro Magno, organizada por ‘la Caixa’ en colaboración con el Museo Británico- fruto del convenio que mantienen ambas instituciones- y comisariada por Alexandra Fletcher, conservadora de Oriente Próximo del museo londinense. Tras su éxito en Barcelona esta singular muestra plantea una travesía por el concepto del lujo en los antiguos imperios de Oriente Medio. Las 217 obras seleccionadas, con piezas de marfil, cerámicas, joyas, vidrios, ornamentos de mobiliario, metales preciosos, relieves y esculturas, entre otros objetos, nos ilustran sobre cómo el concepto del lujo era y continúa siendo una proyección del estatus y de distinción de los poderosos en la sociedad. Las piezas expuestas abarcan desde el año 900 hasta el 300 a.C. En dicho período la visibilidad de la opulencia definió el poder de imperios como el asirio, el babilónico, el fenicio, el persa o el de Alejandro Magno tras sus conquistas para forjar el vasto imperio que atesoró.
La moneda norteamericana cotiza al alza y las subastas que vienen
Tras el éxito de la moneda norteamericana en las últimas subastas de Estados Unidos, con dos piezas que alcanzaron altos cremates: una moneda de 2,5 dólares que llegó a 576.000 dólares y otra de 10 centavos que alcanzó 1.320.000 dólares. Ahora Europa comenzará con la nueva temporada, donde las monedas griegas y romanas rtendrán un claro protagonismo.
En agosto se celebra habitualmente la World Fair of Money, una convención veraniega organizada por la American Numismatic Association. Es una feria itinerante, que va cambiando de ciudad, y reúne a cientos (casi medio millar) de expositores de todo el mundo, con mayor presencia de norteamericanos. Asociaciones, clubs, exhibiciones, cursos y seminarios… animan la feria también. Varias casas de moneda de todo el mundo tienen presencia. Y por supuesto, además de la propia feria, hay varias subastas que amenizan los días que pasamos en esta ocasión en Rosemont, cerca de Chicago.
De las ventas realizadas allí destacaban algunos remates de Heritage y Stacks Bowers Galleries. El primero vendió más de 45 millones de dólares en esos días. 10 piezas por encima de los 300.000, naturalmente monedas locales. La reina de la fiesta fueron los 2.5 dólares de 1837 en una calidad extraordinaria, la mejor conocida, que se fue hasta los 576.000. Pero no se quedó corta la otra casa que vendió más de 30 millones. Hubo fortísimos resultados en moneda norteamericana de nuevo. Marcaron el récord de venta en subasta de una moneda moderna de Estados Unidos (sin tener en cuenta errores) con la cifra de 156.000 dólares para un medio dólar de 1964.