El Estado compró, además, los retratos de Francisco Pacheco por los 10.000 euros de la salida
Sobre el papel, el Retrato de la bailaora Conchita Triana (O/L, 59 x 44 cm; 784) del cordobés Julio Romero de Torres era el mejor lote de la licitación de los días 20 y 21 de julio en Ansorena, como comentamos en nuestro artículo de previos (leer). Pintado hacia 1924/6, ofrecía un sencillo y dibujado perfil de mujer; su largo cuello y el hombro desnudo, con el tirante caído le daba un toque sensual sutil, en conexión con la frágil y decorada cerámica que porta la retratada en sus manos. Comprado en noviembre de 1999 en Castellana 150, se ofrecía ahora con una salida atractiva, 33.000 euros. Y los coleccionistas no desperdiciaron la ocasión, y pujaron con ganas, en la sala y en los teléfonos hasta rematarse por 47.000 euros, ofrecidos finalmente por un comprador al teléfono, que deberá pagar sumados ya los impuestos y la comisión de la sala la cantidad de 56.870 euros. Buena compra, sin duda, e interesante revalorización.
De esa misma época, pero en una vertiente diferente, mucho más vitalista y luminista, el lienzo del valenciano Julio Vila Prades también subió notablemente su precio. En la playa (36 x 50,5 cm; 785) es una escena con distintos personajes, un buen estudio de iluminación, muy sorollesco, desde el personaje en blancos a la izquierdaplenamente iluminado, bañado por el sol, pasando por unos en medio sombra en el medio, hasta los de la penumbra a la derecha. 5.500 euros se pedían inicialmente, pero la calidad del lienzo y la ya cierta dimensión de la obra, hicieron que varios coleccionistas se entusiasmasen, y pujasen hasta los 9.000 euros, ofrecidos finalmente por un teléfono.