En nuestro artículo de previos (ver), destacamos precisamente estas piezas como las más interesantes de la licitación de cara a nuestro mercado actual, que mira con mucho más fervor lo moderno y contemporáneo que lo antiguo. Lo hemos comprobado en las pasadas subastas, y de nuevo sucedió en la de Fernando Durán.
No son tiempos fáciles para la venta de pintura antigua, como todos sabemos. Las recientes ventas de Goya (ver), Ansorena (ver) o Alcalá (ver) muestran esa reticencia del mercado, que sólo parece aceptar los envites de las piezas mal catalogadas, o las muy buenas a precio de oportunidad.
Una singular subasta la de la sala de la calle Alcalá, con gran éxito en las ventas de coches antiguos. El motor fue el protagonista de esta edición, con excelentes remates como el del lote 241 un Rolls Royce Silver Wraith L de 1955 que se remató al teléfono por 85.000 euros desde los 63.000 euros de inicio, del 243 un Jaguar E Type, serie 1,5, coupé 2+2 de 1967 que subió a 82.500 desde sus 60.000 iniciales o del 244 un Rolls-Royce 20-25 Freestone que llegó a los 46.000 euros habiendo partido de 26.000 euros.
