La Biblioteca Nacional expone una quincena de ejemplares, entre ellas la primera edición de El Quijote, del misterioso Alonso de Avellaneda
Se cumple ahora el quinto centenario de la publicación de la segunda parte de El Quijote, de Miguel de Cervantes. Un buen momento, a juicio de la directora de la directora de la Biblioteca Nacional, Ana Santos, y de Felipe Pedraza, de la universidad de Castilla-La Mancha, para recordar el otro Quijote, el de Alonso Fernández de Avellaneda. Este recuerdo se hace a través de una selección de 15 ediciones y de varios estudios críticos sobre la obra.
Los ejemplares se han colocado en tres vitrinas. En la primera, “Las primeras ediciones”, están tres de ellas. Las dos primeras son de 1614 y contienen el relato de la tercera salida del ingenioso hidalgo, la quinta parte de sus aventuras. Aunque parezcan lo mismo, no lo son. Una es el único ejemplar identificado como primer impreso original; el otro, es el considerado, hasta ahora, como el primero. ¡Claro!, para el normal visitante no es fácil descubrir las diferencias, pero existen.