Un lienzo de Óscar Domínguez de 1947 en Segre
Ofrecido por 160.000 euros es la obra más destacada de la sala en su cita del 1 de julio
Los calores de estos días y los gritos de los niños en las piscinas hablan claramente ya del término de la temporada. Con la cabeza en las cercanas vacaciones y en terminar de planificar las escapadas, Segre nos sorprende con una pieza de envergadura. Se trata de una pieza del canario Óscar Domínguez (1906-1957), cuya producción se ha ido consolidando en el mercado con el paso del tiempo.
En este caso se trata de Le papillon fantastique (O/L, 65 x 81 cm; lote 380), pintada en el año 1947, con los ecos del surrealismo aún muy presentes y esa mariposa que no está en el centro de la composición, pero que termina atrayendo la mirada no sólo porque el movimiento generado viaja hacia uno extremo sino porque llena un espacio que se esperaba vacío, como los que tiene a su alrededor. Con una paleta especialmente limitada, a base de variaciones de tonos verdes, avanza en su composición gracias a los vacíos y los trazos continuos y simplificados, que poco tiempo después evolucionarán a las de doble trazo, tan características.
Procedente de la colección de Jean y Margareth Krebs, de Bruselas, donde se expuso en 1971 en la muestra Surrealisme, en el BP Belgium, se vendió en Christie’s Londres en noviembre de 1989. Su salida, por unos nada fáciles 160.000 euros, quizá aproveche la gran exposición que se acaba de inaugurar en el Museo Picasso de Málaga (ver).
De su mano y del mismo 1947, en diciembre pasado Ansorena adjudicó por los 60.000 euros pedidos su Composición con personajes y animales (O/L, 65 x 100,5 cm; ver). También de 1947, pero firmado en París, Personajes (O/L, 95 x 120,5 cm) en enero de 2017 se adjudicó en la misma sala por 90.000 euros tras salida por 80.000 (ver); aunque se había ofrecido en febrero de 2013 por 130.000 euros, no encontró comprador, tras haberse adjudicado en enero de 2012 por 150.000 euros, a cierta distancia de los 200.000 euros en que se había rematado -en la misma sala, todo- en mayo de 2003… También Ansorena, en noviembre de 2011, adjudicó por los 150.000 euros pedidos Guitarra española, 1947 (O/L, 61 x 81 cm). Más lejano ya, en junio de 2006 y en Christie’s París, su Combat de gladiateurs y Composition, 1947 (O/L, 58 x 91 cm; ver), con composición por delante y por detrás, se remató por 150.000 euros.
De pocos años después, 1959, año de ebullición y gran creatividad, se ofrecen dos piezas especialmente interesantes. Una de Francisco Farreras, Sin título (O/L, 130 x 70 cm; 385) por 2.500 euros, y Como islas (Tm/L, 200 x 89 cm; 386), de Gustavo Torner, procedente de una colección alemana tras haber sido expuesta en 1960 en Aschaffenburg, Viena, Berlín, Conpenhague y Stuttgart en la muestra Arte actual; su salida, 11.000 euros.
Si nos vamos a la obra sobre papel, de 1956 es el de Manolo Millares, Sin título (tinta y aguada, 9,5 x 16,5 cm; 493), composición a modo de friso que, de alguna manera, anticipa ya las costuras y las aberturas de arpilleras, que serán su característica definitoria. Quizá por eso se piden de entrada 1.900 euros. De 1963 es el de Esteban Vicente que sale a pujas por 5.900 euros; Sin título (36 x 29 cm; 394), un típico óleo con collage sobre cartulina que debería subir alguna pujas. No se pierdan tampoco los dos gouaches de Pablo Palazuelo que ofrece la sala procedentes de la galería Benlliure de Valencia: Circino, 2001 (66 x 50,5 cm; 403), y Circino XXI, 2002 (69 x 48 cm; 406) -primera versión para su óleo Circino XXX, 2003-, composiciones en negro sobre un fondo azul muy atractivo, se ofrecen por 23.000 euros cada uno.
En lo figurativo, me parece que destacan dos obras. La de Eduardo Úrculo, La mente divina sella el conocimiento y el amor en una sola luz, 1974 (A/L, 130 x 120 cm; 485), expuesta en la galería Sen de Madrid ese año; en la línea típica de su vertiente erótica, con la venta en Ansorena esta semana de su pieza por 60.000 euros (ver), quizá algún coleccionista más se anime a pujar y suba su precio de 16.000 euros. Y de Juan Barjola, Tauromaquia, 1980-85 (O/L, 100 x 81 cm; 488), por la que se piden ya 18.000 euros, creo que no fáciles en estos tiempos que corren.
Si retrocedemos en el tiempo, no se pierdan una cara de Julio González, facetada y con la boca abierta: Visage criant, c. 1939/41 (óleo, gouache y lápiz/papel, con boceto al dorso de un animal, 25 x 13,2 cm; 379), procedente de la Saidenberg Gallery de Nueva York -donde se expuso en 1969- y de la colección Daniele Lasser de la misma ciudad, se esperan 12.000 euros. Ligeramente anterior, un gouache con ceras sobre papel encolado a cartón pintado en 1929 por Benjamín Palencia. Se trata de El saludo (44 x 28 cm; 370), procedente de la galería Multitud de Madrid, donde se expuso en 1974. Al ser un papel, su salida es baja: 4.500 euros. Por cierto, si alguien busca un óleo de su mano, colorido y de naturaleza, Campo de amapolas, 1963 (O/L, 46 x 55 cm; 329), se ofrece por 15.000 euros…
Del siglo XIX, vean con detalle el magnífico dibujo de Joaquín Sorolla, Italiana, 1889/1894 (lápiz, carbón y clarión, 102 x 70 cm; 109). De la colección de su amigo artista y mecenas y defensor de su obra, Pedro Gil Moreno de Mora, la obra podría ser de su época italiana aunque, dada la factura más suelta del dibujo, Blanca Pons-Sorolla, sin descartar la fecha más temprana, sugiere acercarlo a 1894, en su visita a París, donde vivía su amigo, que lo cedió para la primera exposición individual importante en la prestigiosa Galerie Petit de París (número 486). Salida: 15.000 euros, que deberían subir.
De Federico de Madrazo se ofrece un buen Retrato de Manuel de la Pezuela y Ceballos, II marqués de Viluma, 1837 (O/L, 86 x 72 cm; 79); supongo que procederá de la casa del marqués cuya venta concluyó la sala con gran éxito hace unos meses (ver y ver). Su salida, 15.000 euros. Y de Francisco de Goya, una cuarta edición de Los desastres de la guerra, editada en 1906 por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (23,6 x 32,5 cm; 9), por 13.000 euros.
Por último, en maestro antiguos, dos menciones. La primera, una Sagrada familia con arcángeles (O/L, 117 x 101 cm; 58), de Francisco de Cleves. Pintor nacido en Amberes, aunque vinculado a los Duques de Pastrana y a la poderosa casa de Mendoza en el siglo XVI, la que sale a pujas es la primera obra de su mano que se ofrece firmada, lo que supone una muy importante aportación al todavía exiguo catálogo de obras de su mano. Su salida, 18.000 euros.
En ese mismo precio se ofrece también un Crucificado con san Francisco, 1646 (O/T, 53,5 x 33,8 cm; ver y 55), de María Josefa Sánchez. Obra destinada a la devoción privada, se supone que este tipo de piezas estaban en las celdas de las monjas o monjes, en la línea del Concilio de Trento, del fomento de la devoción personal a la Humanidad de Cristo. Lo interesante en este caso es que la firma una mujer, que firma en ocasiones como Doña; de hecho, se conocen otras de su mano, muy similares y con pequeñas variaciones, tanto en conventos como en instituciones, sobre todo americanas como el Meadows, el Princeton University Art Museum u otros. Lo cual es bastante sorprendente en aquel mundo, el artístico y el cultural, dominado por hombres. Veremos el interés que despierta. Daniel Díaz @Invertirenarte