Es la primera vez que la colección de Rudolf Gerstenmaier viaja a Portugal. Sus obras, que se han paseado ya por España, Francia, Perú y México, recalan ahora en la ciudad lusa para mostrar a los ojos del público la pasión coleccionista de este empresario entusiasta y emprendedor que comenzó vendiendo piezas de coches y terminó por dedicar su vida al arte.
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