Los filipinos Arzeo e Hidalgo, de nuevo en Durán
Un lienzo del primero y una acuarela firmada en París en 1907 se ofrecen el 27 de abril por 5.000 y 6.000 euros, respectivamente
Ya saben los lectores, desde hace tiempo, del interés del coleccionismo filipino por reunir obras de sus artistas, especialmente del mundo vinculado grosso modo al momento de su independencia como colonia de España, en 1898. Las obras de los años previos y posteriores son especialmente buscadas y apreciadas, algunas por su carácter artístico y otras más por su interés histórico, etnográfico casi, diría yo. Así que hablar de Juan Arzeo, de Félix Resurrección Hidalgo o de Juan Luna, por citar sólo tres de ellos, suena ya casi de primeras a esperadas subidas de precio o a sumas de dinero importantes, dada la potencia económica de la colonia filipina dispersada por el mundo, con especial mención de Hong Kong.
De Juan Arzeo, sale en Durán a pujas un Santo (O/L, 58 x 52 cm; lote 39), firmado. Pieza un tanto tosca, que presenta cual san Juan Evangelista a un santo sobre un águila, con una filacteria en la que se puede leer “quae sursum sunt quaerite…”, un conocido texto de san Pablo a los Colosenses que se puede traducir como buscad las cosas de arriba (…), no las de la tierra. A pesar de ello, el precio de partida será de 5.000 euros.
Más interesante probablemente sea la acuarela de Félix Resurrección Hidalgo, Dama con abanico (79 x 56 cm; 57). Firmada, localizada y fechada en París en 1907, se percibe ya una destreza claramente superior, especialmente visible en las pieles alrededor del cuello y en las matizadas flores del fondo. Los 6.000 euros de inicio pienso que son una llamada a los coleccionistas, una invitación a intentar hacerse con ella, aunque parece lógico pensar que subirá algunas pujas.
De menos vuelos económicos, dada la precaria situación en nuestro país, pero de bastante más calidad, se ofrecen dos obras interesantes aunque muy probablemente ni comprador encuentren siquiera… Me refiero a dos lienzos ofrecidos como de Escuela española del siglo XVII: el primero, San Bartolomé (O/L, 152 x 119 cm; 36), tradicionalmente atribuido a Juan de Valdés Leal, por 15.000 euros; no es barato, y menos para la temática que presenta, complicada de por sí, y está recortado, pero calidad hay, superior. Y el segundo, Dios Creador (O/L, 60 x 55 cm; lote 1), ‘posible obra vinculada a Herrera el Viejo’, según el catálogo, por 7.000 euros…
Pero volvamos al siglo XIX para avanzar al siglo XX. Sobresalen, sin duda, del paisajista romántico Genaro Pérez Villaamil tres obras, óleos sobre lienzo pegados a tabla, cada una de las cuales tiene al dorso una etiqueta de Hewson & Forster Fine Art Dealers, donde consta que proceden de la colección de Sir Edward Hornby de Torquay. Son la Puerta de Atocha (O/L/T, 11,5 x 18,5 cm; 112), Calle del Estudio (18 x 13 cm; 113) y Calle de San Pedro (18 x 14,5 cm; 114); pequeñas, bien tocadas y con especial interés histórico, no sería extraño que subieran varias pujas desde su inicio por 2.000 euros cada una.
Ya en el siglo XX, destaca en el camino hacia una modernidad un tanto retardataria la producción del burgalés José Vela Zanetti. De su mano salen a pujas varias obras entre las que destaca la tardía El pastor (O/T, 100 x 200 cm; 174), de gran calidad, y por el que se piden 7.500 euros, dado también el tamaño, y un Estudio para un mural del Cid (Tm/T, 84 x 147 cm; 175), por 3.500 euros.
Más interesante para los coleccionistas del minimal probablemente sea una instalación compuesta por seis paneles construidos en metacrilato sobre madera y pintura acrílica titulada 120º en la Playa de los Genoveses, 1989 (61 x 61 cm c/u; 61 x 366 cm total; 205), de Mitsuo Miura. Se ofrece por 5.000 euros; de venderse, sería su pieza más cara vendida en subasta, muy probablemente. Muy suya también es la escultura realizada en madera tallada, en su color y oscurecida al interior con betún, Sin título, 1985 (48 x 9 x 6,5 cm; 228); en febrero de 2021, una muy similar de 50 x 6 x 8 cm se vendió por 750 euros en esta misma sala (ver), y en mayo otra de 51 x 9 x 6,5 cm por 700 euros (ver), el mismo precio de salida de la actual.
En línea relativamente cercana, jugando con elementos más naturalistas y encontrados, se sitúa la obra de Eva Lootz. De su mano, dos piezas, sencillas, sin brillo y sin apenas interés para el gran público: Sin título, 1977 (parafina, fibra de vidrio y hollín, 100 x 100 cm; 221), por 1.000 euros; y otro Sin título, 1978 (dos bloques de parafina con trigo y cebada encapsulados, 28 x 23,5 x 28 cm c/u; 222), por 300 euros. En mayo pasado, su Lengua, 1983 (26 x 18 cm) se adjudicó en esta misma sala por apenas 550 euros. Y de Sigfrido Martín Begué, Carritos Loewe, 1995 (24,5 x 35,5 cm; 216), una acuarela especialmente diseñada y realizada para el interiorismo de Loewe en su 150 aniversario, en Madrid, en 1996, por 1.400 euros.
Por último, debemos citar el lienzo matérico del mexicano Bosco Sodi, Sin título, 2003 (Tm/L, 130 x 130 cm; 206); pieza en las proximidades ya de su definición pictórica, cuando comienza su serie de pinturas monocromáticas, tiene buen tamaño y comenzará las pujas desde los 15.000 euros.
Y para terminar, tres piezas que salieron más o menos recientemente, y de las que hablamos en sus respectivos momentos, pero que podrían venderse por ofrecerse por un precio inferior. La primera, del Maestro de la Colección Pacully, su Última Cena (O/T, 27 x 90 cm; 35), que más parece un apostolado típico de predela del retablo al que pertenecía. En diciembre pasado salían a pujas por 180.000 euros (ver); los 150.000 euros de ahora lo hace ligeramente más atractivo. De Rafael Zabaleta, su Bodegón (O/L, 50 x 61 cm; 173), pretendió los 25.000 euros en enero pasado (ver); ahora, 20.000 euros. Y de Rafael Canogar, Pío XII. Serie Papas, 1985 (O/L, 73 x 60 cm; 194), subió en octubre pasado de 9.000 euros a 11.000 euros, supuestamente (ver y ver); ahora, no sabemos si por necesidades de la propiedad o porque el comprador se arrepintió, se ofrece por 10.000 euros. @Daniel Díaz
