Una tabla del Maestro de la colección Pacully en Durán

Ofrecida por 180.000 euros en la cita de los días 28 y 29 de diciembre, completaría con las otras dos tablas del Prado, la predela original


 

La primera obra conocida y publicada de este Maestro de la colección Pacully (también aquí) fue La imposición de la casulla a san Ildefonso (179 x 90 cm), dada a conocer por Diego Angulo en 1925, en el Boletín del Museo Provincial de Bellas Artes de Valladolid, hace ya casi cien años. Se trataba de la tabla central de un importante retablo, probablemente para la capilla funeraria que, en el monasterio de San Benito el Real de Valladolid, tenía el canciller de los Reyes Católicos, Alonso Sánchez de Logroño, fallecido en 1481. Fue encargado por su hermano Juan Alfonso de Logroño a un ignorado taller flamenco que muestra en su estilo, según Pilar Silva, “una dependencia del arte brujense, en particular de Memling y de Gérard David” (ver); lo que no sabemos aún es si este Maestro de la colección Pacully estaba establecido ya en nuestro país y mantenía contacto directo con el arte de Brujas, o si pudo haber sido encargado directamente allí mismo.

A raíz de la desamortización de Mendizábal, el retablo debió desmembrarse y su tabla central, esta imposición, tras haber pertenecido al infante Sebastián Gabriel de Borbón, fue adquirida antes de 1903 en España por el anticuario Émile Pacully, y se encuentra actualmente en la colección Aldus C. Higgins (Worcester, Massachusetts). Los laterales del retablo, compartiendo fondo arquitectónico, son San Isidro y San Leandro, que se encuentran al menos desde 1842 en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid (ver); el banco o predela, presentaba tres tablas: en los extremos Los apóstoles Felipe, Bartolomé y Matías (P2971) y Los apóstoles Simón, Judas y Tomás (P2972) -adquiridas por el Museo del Prado en 1950 a José Luis Vilches Pérez por 25.000 pesetas-, y la tercera, Cristo y seis Apóstoles en la Última Cena (Tm/T, 27 x 90 cm; lote 9), la pieza central de la predela, que vendría a completar el apostolado con Cristo en el centro [y no tanto la Última Cena, como se sugiere en el título], que es la que sale ahora a pujas en Durán por 180.000 euros.

Desde luego, si no fuera por el precio pedido, tendría muchas papeletas para ser declarada BIC primero y, eliminados los posibles competidores extranjeros, ser comprada por el Ministerio, por el precio de salida, posiblemente. Las otras dos posibilidades son obvias: o comprada por un coleccionista extranjero o no vendida. Veremos qué sucede…

Avancemos mientras a la transición del siglo XIX al XX. La pieza más interesante de ese período me parece el Retrato de Don Basilio Iraizoz, cura párroco de Igueldo, 1936/7 (O/L, 105 x 85 cm; 155), de Ignacio Zuloaga. Para Lafuente Ferrari, en el artículo titulado ‘Los retratos de Zuloaga’, publicado en la revista Príncipe de Viana, “la energía de la caracterización, la técnica desenvuelta y la desenfadada manera de hacer destacar cuerpo y rostro sobre un fondo de nubes borrascosas con horizonte bajo, está entre lo más enérgico que produjo el pintor en sus últimos años”. Su precio de salida, 45.000 euros. En una línea relativamente similar, cabría mencionar también el óleo Mari Tere (O/L, 62 x 75 cm; 147), de Valentín de Zubiaurre. Expuesto en el Real Círculo Artístico de Barcelona, en 1949 (con etiqueta al dorso), es también un buen ejemplo del habitual hacer del vasco, integrando de aquella manera tan personal paisaje, bodegón y personaje. Las pujas deberán comenzar desde los 15.000 euros.

De Joaquín Sorolla, una pieza menor, pintada sobre una paleta: Joven muchacha (óleo, 22,4 x 15 cm; 103), con certificado de Francisco Pons; aunque las flores de lis sean posteriores y la firma esté retocada, no deja de ser obra del valenciano, según la especialista Blanca Pons-Sorolla, que lo incluyó en su catálogo razonado con número BOS 2925. La misma que el anterior, 15.000 euros. Y para cerrar este apartado, vean también un curioso lienzo de Francisco Pradilla, firmado en Roma: Vestal desnuda (O/L, 81 x 54 cm; 132), por el que se piden 7.500 euros.

Un paso más en el camino hacia la abstracción lo representa Rafael Zabaleta, como Godofredo Ortega Muñoz y algunos otros de esa generación. De la mano del jienense, Bodegón: cerámicas y paisaje, 1949 (O/L, 50 x 61 cm; 246). Para María Guzmán Pérez, en esta obra “destacan sus valores decorativos y cromáticos, cuya exaltación nos hace enlazarla con la fauvista, manejando una técnica muy libre”. La semana pasada, Segre no vendió su Huerta y hortelanos, 1949 (O/L, 65 x 81 cm), tardía y ya bastante deshecha -presente como el actual en el catálogo razonado de sus óleos realizado por María Guzmán Pérez (Instituto de Estudios Jienenses, 2010)-, se ofreció por 29.000 euros y no encontró comprador; veremos qué sucede con éste, con un precio algo más atractivo: 22.500 euros.

Y por último, y quizá aprovechando el reciente y desgraciado fallecimiento de la autora, se ofrece de nuevo, Niña en el jardín, c. 1960 (O/T, con algunas faltas de pintura, 50 x 61 cm; 229), obra temprana y un tanto atípica de Carmen Laffón; su salida, 15.000 euros, la misma cantidad en que se ofreció en enero pasado (ver), pero por debajo de los 18.000 en que se ofreció en noviembre de 2011 en Arte. Información y Gestión. Daniel Díaz @Invertirenarte

Maestro de la colección Pacully, Cristo y seis apóstoles. Salida: 180.000 euros
Joaquín Sorolla, Joven muchacha. Salida: 15.000 euros
Ignacio Zuloaga, Retrato de Don Basilio Iraizoz, 1936/7. Salida: 45.000 euros
Francisco Pradilla, Vestal desnuda. Salida: 7.500 euros
Valentín de Zubiaurre, Mari Tere. Salida: 15.000 euros
Rafael Zabaleta, Bodegón: cerámicas y paisaje, 1949. Salida: 22.500 euros