Un dibujo preparatorio de Diego Rivera en Durán
En la cita de los días 25 y 26 de marzo, su boceto para el mural del Stock Exchange de San Francisco se ofrece por 18.000 euros
Aunque a día de hoy una parte importante del gran público conozca a Diego Rivera (1886-1957) sólo por haber sido el esposo de Frida Khalo, en realidad fue mucho más famoso en vida que ella. Destacado muralista mexicano, junto a Orozco y Siqueiros, se formó con el paisajista mexicano José María Velasco, y en 1907 vino con una beca a España, donde estudió a Goya, a Brueghel y al Greco, además de seguir las lecciones de Eduardo Chicharro. Tras una estancia en París, donde conoció la pintura postimpresionista de Cézanne y al propio Picasso, regresó a México donde comenzó sus ciclos murales al servicio del gobierno; vinculado durante años al partido comunista, su fama se extendió hasta Estados Unidos.
Durán saca a pujas un dibujo preparatorio para su primer mural americano, pintado en 1931. Se trata del Boceto para el mural del Stock Exchange de San Francisco (carbón sobre papel, 43 x 32,5 cm; lote 255), con informe de Diego Alvarado Rivera, bisnieto del artista. La realización final en el muro presenta una Alegoría de California como la Madre Tierra, en el centro del fresco -personalizada en Hellen Willis Moody, una prestigiosa deportista del momento-, que muestra las riquezas de ese estado: los frutos de la tierra por un lado, obreros y agricultores californianos por otro, y pozos petrolíferos, grúas y chimeneas con el símbolo del dólar, por encima de ella (ver y ver).
Aunque el dibujo que se presenta debió ser una de las primeras ideas (las figuras de trabajadores como agricultores, artesanos y obreros evolucionaron muy notablemente), sí aparece ya la idea de una figura femenina central que terminaría dominando la composición y las dos manos que recogen.
Su salida, 18.000 euros, no será fácil para los coleccionistas. Studies for the San Francisco Art Institute Murals, 1930/31 (lápiz y tinta, tres estudios, con medidas varias) se ofreció en Phillips Nueva York en mayo de 2017 con estimación de 15,000 a 20,000 USD, pero no hubo interesados (ver, buscar por Rivera); tampoco hubo interesados por su grafito con Study for allegory of California, San Francisco Stock Exchange, c.1930 (47,6 x 62 cm), una idea bastante anterior del mismo trabajo, ofrecido en Sotheby’s Nueva York en noviembre de 2012 con estimación de 25,000 a 35,000 USD (ver). Veremos cómo ha evolucionado el mercado.
Por cierto, uno de los ayudantes de Rivera, en enero de 1922, en su primer mural La creación, en el interior del anfiteatro Simón Bolívar de la Escuela Nacional Preparatoria de la Universidad Nacional de México, fue el guatemalteco Carlos Mérida. De él se ofrece por 25.000 euros una obra con petroplástico sobre amatl sobre tabla: Sin título, 1971 (69 x 40 cm; 220), procedente de Almer Arte y Decoración, Mexico City, y de la colección particular de Pedro de Oraá.
De su mano, Las plañideras (A/masonita, 44,7 x 35 cm; ver) se vendió en Sotheby’s Nueva York en mayo de 2024 por 69,850 USD (64.237 euros), a cierta distancia de los 88,900 USD (81.985 euros), pagados en mayo de 2023 en la misma sala por Tepepul el adivino, 1972 (caseína con petroplástico/T, 80,3 x 59,7 cm; ver). Y ya que estamos por esa zona, mencionaré el lienzo del cubano José Mijares, Head. Cabeza, 1972 (O/L, 60 x 81 cm; 246), por 7.000 euros.
De nuestro territorio, destacaría un lienzo menor de Julio Romero de Torres: Retrato de la niña Encarnación Sanginés Suárez-Guanes (óleo y temple/L, 36 x 36 cm; 405), que se ofrece por 15.000 euros, con el necesario visto bueno de Mercedes Valverde. Y de ese mundo andaluz, otras dos propuestas paisajísticas: del sevillano Emilio Sánchez Perrier, Vista del Guadalquivir (O/L, 44 x 75 cm; 487), firmado en Sevilla, por 7.000 euros, y del malagueño Antonio Muñoz Degraín, un Paisaje (O/L, 95 x 80 cm; 483), con sus tonos de color tan característicos, presente en la exposición D’Art de Barcelona de 1921, por 6.000 euros.
En maestros antiguos, bastantes nuevas salidas. Lo más destacado quizá sean, por el precio, un cobre de grandes dimensiones de Frans Francken, según Arnaiz: Solón despreciando las riquezas de Creso (O/cobre, firmado con anagrama, 94 x 120 cm; 502), por 35.000 euros, y una Última cena (O/L, 97 x 137 cm; 560), del novohispano Baltasar Echave Rioja, hijo del más conocido Baltasar de Echave Ibía, por 25.000 euros. Más atractivo en la buscada relación calidad-precio pienso que podría ser el Bodegón con flores y caracolas (O/L, 86 x 66 cm; 517), del Maestro de los vasos grutescos, por 9.500 euros, una cifra baja si la comparamos con sus ventas al inicio de los años 2000.
Por último, no se olviden de la amplia oferta de obra gráfica donde sobresale el primero de ellos, de Javier Calleja, It wasn’t me, 2024 (grabado a 15 colores con intervención manual, 208/250, 56 x 43 cm; 1), por 1.700 euros, y una serigrafía de Eduardo Chillida, Sin título, 1977 (111/200, van der Koelen núm. 77014, 50,5 x 66 cm; 94), editada por la galería Rayuela e impresa por Abel Martín, en Madrid, por unos muy atractivos 1.500 euros. Daniel Díaz @Invertirenarte
