Entró en 2016 en los talleres del Museo del Prado como atribuida a Francisco Bayeu y ha salido como un goya. El Éxtasis de san Antonio Abad regresa al hogar –el Museo de Zaragoza– con colores nuevos, pero también estrenando autoría. La restauración, estudio técnico y análisis a los que ha sido sometida la tela durante el último año en la primera pinacoteca española han permitido identificar la mano del maestro aragonés, especialmente en los pliegues de los ropajes que visten al santo y en las pinceladas que dibujan las piernas del ángel que le acompaña. Así lo anunciaron ayer la jefa del área de Conservación del Museo del Prado Manuela Mena y la restauradora Almudena Sánchez.
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LA MIRADA ANALÍTICA Y PSICOLÓGICA DE GOYA
La National Gallery de Londres se rinde a la faceta del pintor como retratista con una exposición que reúne cerca de 70 obras de personajes célebres y anónimos