NUMERO 54, ABRIL-JUNIO 2022

35,00 

Norman Foster en el Guggenheim; la capilla perdida de Carracci; entrevista a Pedro González-Trevijano; la colección de Olivier Sterckx; Hiperreal. el arte del trampantojo; Mariano Luis de Urquijo retratado por Goya; oro, nácar y carey: un pianoforte para el rey; Neue Nationalgalerie Berlín; Mirando al sur de Picasso; en el estudio der Hugo Fontela; los cruficiados de El Greco en Roma.

Descripción

EL ARTE DE LA GUERRA

Como si se tratara de una película de terror, a los dos años de pandemia les ha sucedido una nueva guerra en Europa. Como si todo lo que nos rodea no hubiera quedado tocado por tantas muertes y sufrimiento, ahora las imágenes que vemos cada día terminan por hacernos pensar que este mundo quizá esté soportando demasiado. Por eso, hablar de arte en estos momentos puede parecer una frivolidad, pero no lo es, a pesar de que haya tantas cosas que seguramente nos preocupan mucho más.

El mundo del arte ha acusado recibo de lo que está pasando. Han cambiado las ferias, las subastas, los artistas y lo que hacen. Y es lógico. Lo que vaya a ser en el futuro aún no está escrito, pero el diagnóstico es inquietante. El mercado primario, aquel que da salida a las obras de los creadores a las galerías, ha sufrido un terremoto. Naturalmente, no todas han desaparecido, pero las supervivientes han transformado sus modos de actuar para poder seguir adelante. Las ferias han tenido que cambiar de fechas y estaciones para hacer lo propio y, sorprendentemente, las casas de subastas, tradicional mercado secundario, no solo se han convertido en primario, sino que han marcado pautas y precios tanto a artistas como a galeristas. Hasta las propias casas de licitación dicen que todo volverá a su lugar. Mientras tanto, asistimos –también en el mercado español– a una oferta desconocida por su calidad y a unos precios de salida que no pueden ser más bajos.

Sería osado especular con el futuro. ¿Qué va a ser de los marchantes rusos siempre tan activos? ¿Cómo va a afectar este conflicto al floreciente mercado chino? ¿Hasta cuando durará el boom de las obras filipinas, orientales y coloniales en España? Nadie lo sabe, pero sí podemos intuir que, cuando las cosas pasan, es difícil que cambien en un mercado tan consolidado. Nos queda reflexionar sobre el día a día, que suficientes sorpresas tiene ya; y, sobre todo, aprovechar la coyuntura. Porque, como se explica en los manuales de economía, de las grandes crisis siempre surgen oportunidades.

Por Fernando Rayón

Pincha aquí para leer el ARTÍCULO DE MERCADO ANTIGUOpor Héctor San José 

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