Goya, La Roldana, Cano y otros descubrimientos españoles animan TEFAF
La feria adelanta unos días su apertura en el Centro de Exposiciones y Conferencias de Maastricht, que desde hoy y hasta el 14 de marzo acoge la mayor cita del arte en Europa. La exclusiva feria presenta un Kandinsky restituido a una familia judía por 50 millones de dólares, un gigantesco libro de naturaleza por 12,5 millones y varias obras recién atribuidas a Maíno, Alonso Cano y Mengs.
Con adelanto, con sol y con centenares de potenciales compradores. Así recibe la ciudad holandesa a su feria más internacional. Parece que todo quiere contribuir al éxito de TEFAF, que cada año se supera en la calidad de las piezas. Si en 2023 encontrábamos obras por valor de 35 y 25 millones de dólares entre las más caras, esta vez la apuesta sube hasta los 50 millones. Esa es la cifra que pide Landau por el Kandinsky que presenta en su stand y que fue colgado con toda la ceremonia del mundo el día previo a la apertura para profesionales. Su historia bien lo merecía.
Murnau con iglesia II perteneció a una familia de Postdam apellidada Stern, un domicilio que el propio artista ruso solía visitar. Con el ascenso de los nazis al poder tuvieron que malvender sus posesiones para huir de la ciudad. La pintura acabó en el Van Abbemuseum de Eindhoven, pero fue devuelta en fechas recientes a los herederos de la familia. El año pasado se puso a la venta en Sotheby’s Londres y se remató en 37,2 libras (unos 45 millones de dólares). Ahora el galerista lo ofrece por 50 millones en la mejor cita europea del mercado del arte.
El óleo de Kandinsky es la obra más cara, pero no la única que merece una atención especial. La calidad, variedad y novedad de las piezas es tal, que el visitante va a encontrar difícil apostar por una solo. Modigliani, Van Gogh, Rodin, Lavinia Fontana, Manfredi, Cy Tombly, Reni, Artemisia y Monet, entre otros muchos, se alternan en un elenco interminable de artistas de primer nivel, maestros clásicos y contemporáneos; además de joyas, mobiliario y objetos arqueológicos.
Una locura de piezas dignas de los mejores museos, ubicadas en espacios donde se ha cuidado hasta el más mínimo detalle: el color de las paredes, la iluminación tenue, los mármoles y sillas de diseño que completan cada stand, el enmoquetado indiscriminado de absolutamente todos los pasillos, los bouquets de flores tan característicos de TEFAF, ¡y las famosas ostras! Todo huele a lujo, exclusividad y exuberancia.
En esta 37º edición la visita sigue siendo inabarcable e inasumible, con 270 galerías de una veintena de países ofreciendo lo mejor de lo mejor. Sin embargo, se percibe una ligera reducción en el número de piezas expuestas por stand, lo cual contribuye a una mejor contemplación de las mismas. Además, se aprecia una importante presencia española, ya no solo en los espacios de nuestros galeristas, sino en otros extranjeros. Es el caso de Pampoulides, que esconde una pequeña escena atribuida a La Roldana y una talla de una Dolorosa de Francisco Salzillo. Por supuesto, tampoco podía faltar Picasso, de quien se ofrece un Busto de hombre barbudo por 7,9 millones de dólares y varios mirós.
Entre las obras selectas vemos muchas por encima de las seis cifras, como la Magdalena penitente de Artemisia Gentileschi que protagonizó la portada de ARS hace dos años y que vende Robilant y Voena por siete millones de dólares, y Les Saules, un paisaje de Monet que cuesta 5,5 millones. Sorprende igualmente un increíble libro de grandes dimensiones que contiene todas las especies de pájaros de América; posee dibujos originales de John James Audubon y es una serie de cuatro volúmenes por el que piden 12,5 millones de dólares.
Por lo que se refiere a la participación española, cabe mencionar la fidelidad de Caylus, Colnaghi, Artur Ramon, Mayoral y Deborah Elvira, que acuden a esta cita desde hace ya muchos años. La primera apuesta por una selección de piezas de primer nivel, algunas de las cuales se presentan por vez primera con su correcta atribución.
Conscientes de la importancia de TEFAF como referente del mercado internacional, los galeristas madrileños han investigado durante el último año en busca de obras nuevas con las que tentar al selecto público de Maastricht. Y lo han conseguido. Ofrece el tapado de Maíno que adquirió en Isbilya hace unos meses, pero también un Mengs que procede de una subasta italiana –entonces a tribuido a la escuela florentina– con Cristo portando la Cruz.
Otro sleeper es El buen pastor de Alonso Cano que ofrece por 180.000 euros, tras haberlo descubierto y adquirido por 8.000 euros en París. Durante el primer día, ya habían vendido varias piezas, tanto a coleccionistas particulares como a un par de museos norteamericanos.
Colnaghi ha traído El Descendimiento de la Cruz de Domingos António Sequeira que quiere vender a una institución. Se trata de un lienzo perteneciente a una serie de cuatro (dos en colección particular y otro en el Museu Nacional de Arte Antiga).
Su salida de Portugal ha creado algo de revuelo, pero según los galeristas, ninguna institución lusa se ha interesado aún por ella. Sí lo han hecho, en cambio, algunos coleccionistas particulares europeos. Destaca también una pequeña pero deliciosa obra de Goya pintada en Italia: Ofrenda a Príapo; y un sabio de Luca Giordano.
Por su parte Artur Ramon trata de reeditar el éxito del año pasado con Sorolla ofreciendo otro, curiosamente de la misma colección que el de 2023. De nuevo es una escena de playa, y pide por él 1,9 millones de euros. Esta pintura cuelga junto a una selección de obras españolas firmadas por Barceló, Anglada Camarasa y Antonio López, entre otros. Su idea inicial era haber expuesto una pared entera de cerámicas de Manises, pero solo ha podido mostrar cuatro. ¿La razón? El Ministerio denegó la exportación de una veintena de ellas para ejercer el derecho de tanteo y depositarlas en el Museo Arqueológico Nacional y el Museo Nacional de Cerámica de Valencia.
Las joyas de Deborah Elvira tienen un precio que oscila entre los 18.000 y los 120.000 euros. La más destacada es un Capezzale con forma de colgante devocional que representa a María Magdalena. Sin embargo, también se abre a los coleccionistas noveles con obras de precio más modesto (unos 1.800 euros).
Mayoral trae las vanguardias de siempre: Picasso, Chillida –ya ha vendido dos obras suyas–, Saura y Tàpies. El mayor precio lo tiene una acuarela de Miró que cuesta 1,2 millones de euros. Participa, asimismo, en un programa nuevo de la feria, TEFAF Focus, que quiere promover el conocimiento de un único autor o concepto. Dalí ha sido la apuesta del catalán, con una selección de obras donde se incluye un dibujo que hizo cuando conoció a Walt Disney en Cadaqués.
En realidad, fue el cineasta americano quien, fascinado por la figura del artista, viajó hasta Cataluña para conocerle. Juntos decidieron hacer una película y Destino fue la tormenta de ideas hecha garabatos que Dalí enseñó a Disney. Aunque el proyecto nunca llegó a hacerse, este dibujo permanece como vestigio de aquella historia. Por cierto, esta galería es de las pocas que hace doblete (en Maastricht y en Madrid con ARCO, celebrada por primera vez en estas mismas fechas, que coinciden a su vez con el 8M). Por esa razón, hay algunos participantes que han apostado por autoras femeninas en esta edición condensada de TEFAF, que dura menos días y puede acelerar las ventas. Sol G. Moreno