Auckland Castle Trust adquiere un ‘San Fernando’ de Murillo para su colección

Auckland Castle Trust adquiere un ‘San Fernando’ de Murillo para su colección

Auckland Castle Trust adquiere un ‘San Fernando’ de Murillo para su colección


Bartolomé Esteban Murillo (Sevilla, 1617-1682) pintó al rey Fernando III el Santo en varias ocasiones, entre ellas destacan la que hoy pertenece al Museo del Prado y la de la catedral de Sevilla, pero sin olvidar una tercera que perteneció a la colección del infante Sebastián Gabriel de Borbón (uno de los principales coleccionistas españoles del siglo XIX y bisnieto del  rey Carlos III de España). Llegó a atesorar varias piezas de los maestros del Siglo de Oro Español: El Greco, Velázquez, Ribera, Juan Bautista Maíno, Juan Sánchez Cotán, Alonso Cano y cómo no de Murillo, entre otros.

Este cuadro fue adquirido en Nueva York en 1919 por 3.500 dólares y un siglo después reapareció y se adjudicó en una subasta pública celebrada en Dinamarca. Hace un par de meses, en la última feria de Maastricht la galería Colnaghi vendió a la fundación Auckland Castle Trust ese óleo de mediano formato que muestra al patrono de Sevilla en el año que fue canonizado por el Papa Clemente X. La institución británica ya posee un notable conjunto de pinturas de Zurbarán dedicado a los hijos de Jacob.

La importancia de Murillo ha ido creciendo con el tiempo y, sin duda, la celebración del 400 aniversario de su nacimiento hace tres años ha servido para ensalzar aún más sus valores artísticos. Este cuadro fue ejecutado al comienzo de la década de 1670 y contribuyó, junto con otros ejemplos, a realzar la iconografía del santo. Es una de las pinturas de mayor tamaño dedicada a San Fernando tras ser canonizado y se desconoce si iba a ocupar un lugar destacado en la catedral o en algunas de las iglesias de la capital hispalense.

Una de las cosas que los especialistas en Murillo han señalado es la relación del pintor con el retratado (al que dedicó numerosas obras). En esta tela creó una imagen poderosa del santo, que tuvo un gran alcance en la difusión europea del mismo a finales del siglo XVII e incluso en el siguiente.

Llama la atención que, como hiciera en sus autorretratos cargados de simbología, eligiera un marco ovalado para resaltar las virtudes del rey Fernando III: su poderío militar, el dominio de un situación bélica frente a sus enemigos del siglo XIII, representados por la espada y el globo que sujeta con su mano izquierda; la corona y su capa de armiño simbolizan su estatus real; su rostro sin barba y su aspecto robusto denotan fortaleza.

Bartolomé Esteban Murillo. San Fernando, hacia 1671. Óleo sobre lienzo, 170 x 114 cm. Colección Auckland Castle, Reino Unido. Cortesía de Colnaghia
Detalle inferior del cuadro de Barlotomé Esteban Murillo. San Fernando. 1671. Óleo sobre lienzo. 170 x 114 cm. Colección de Auckland Castle, Reino Unido. Foto: Cortesía de Colnaghi

En el cuadro, ya propiedad de Auckland Castle , se ve al monarca de medio cuerpo en ese marco trompe-l’oeil, que enlaza con las composiciones de los autorretratos citados de Murillo. En la parte inferior, cuatro jóvenes ángeles van subiendo hacia el cielo el marco que contiene al santo y dejan entrever un pergamino transcrito en latín «Vera divi Ferdinandi III efigies / Maurorum exterminatio restitutor hispani orbis», que resume con brevedad la representación de la divinidad del rey, gracias a sus hazañas en nombre del cristianismo. Por encima del marco otros tres querubines levantan una pesada cortina roja en un estilo muy barroco, un gesto que va revelando al santo recién canonizado, con ese tenue halo visible detrás de su corona.

Detalle de las iniciales SG y la corona cifrada del Infante Sebastián Gabriel de Borbón , estampada en el reverso del lienzo de "San Fernando". Bartolomé Esteban Murillo. 1671. Óleo sobre lienzo. 170 x 114 cm. Colección de Auckland Castle, Reino Unido. Foto: Cortesía de Colnaghi
Estand de la Galería Colnaghi en Tefaf Maastricht 2020. A la derecha el cuadro de San Fernando pintado por Murillo en 1671

Jorge Coll, CEO de Colnaghi, subraya que esta pintura tiene un gran valor histórico y artístico para la cultura española. No en vano el sevillano la pintó 11 años antes de morir, en un periodo de madurez, y por encargo del arzobispo de Sevilla por la canonización del retratado. El artista estuvo investigando y viendo las imágenes de San Fernando en otros centros de culto religioso hasta fijar la imagen que debía tener para él, aunque tuvo muchas variaciones en los cuadros que le dedicó.

Y añade que, aunque este año la feria de Maastricht estuvo abierta muy pocos días por el Covid 19, este cuadro que presidía su galería fue objeto de interés por parte de varios coleccionistas. Coll está satisfecho de que Auckland Castle albergue esta composición en un espacio artístico dedicado al arte y la cultura española, fruto del esfuerzo que está poniendo su fundador y mecenas, Jonathan Ruffer, para reunir una serie de obras maestras de la pintura renacentista y barroca de nuestro país: El Greco, Francisco de Zurbarán, Juan Bautista Maíno, Luis Tristán, Juan de Juanes, Herrera el Viejo y ahora Bartolomé Esteban Murillo.

Auckland Castle Trust, un faro de la cultura española en el noroeste de Inglaterra

Hace ocho años el financiero, coleccionista y filántropo inglés Jonathan Ruffer (1951), miembro del Patronato Internacional de Amigos del Museo del Prado, decidió crear la fundación Auckland Castle Trust en el condado de Durham, reconocido por su universidad y por su catedral normanda de finales del siglo XI y principios del XII, muy cerca de Escocia. El castillo de Auckland es el palacio de los Príncipes Obispos del Condado inglés, que durante más de dos siglos y medio ha custodiado y expuesto en su comedor la serie que pintó Francisco de Zurbarán, Jacob y sus doce hijos. La puesta en marcha de la Fundación quiere por un lado asegurar la permanencia y buena conservación de las obras del pintor extremeño y otras actividades en edificios anexos de una oferta artística atractiva de la cultura española, con la puesta en marcha de una galería de arte al arte de nuestro país, pero también de otras colecciones dedicadas al estudio de la fe y de la minería.

En octubre de 2016 el Museo Nacional del Prado y la Fundación Auckland Trust suscribieron un acuerdo para realizar actividades conjuntas en el estudio del arte español y su cultura, así como un programa de becas y el desarrollo de una galería de arte español. Uno de ellos es el Centro Zurbarán con la ayuda de la Universidad de Durham para crear una cátedra que sirva, a su vez, para la investigación y programación de exposiciones. Por su parte, la fundación inglesa puso en marcha la Beca Museo del Prado-Auckland Castle por un año de duración, siendo prorrogable a tres, para el desarrollo de los proyectos comunes entre las dos entidades. El objetivo es convertir esta institución en el norte de Inglaterra en un faro de la cultura española y quizá en un futuro latinoamericana. Asimismo mantiene un convenio de colaboración con la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Julián H. Miranda

Comedor principal del castillo de Auckland donde se ubican la serie "Jacob y sus doce hijos" de Zurbarán . Cortesía de Auckland Castle Trust