Alonso Berruguete en el Meadows
Tras el parón producido por la pandemia, el Meadows Museum de Dallas abrirá al público el próximo 20 de septiembre la exposición Alonso Berruguete. First Sculptor of Renaissance Spain, una de las más esperadas del panorama cultural. En ella, se descubre al visitante americano una de las figuras más relevantes del panorama artístico español.
A pesar de los meses de retraso derivados por la COVID-19 –la muestra tenía prevista su apertura el 29 de marzo de este año–, por fin se inaugurará el próximo domingo la exposición dedicada al insigne escultor Alonso Berruguete (Paredes de Nava, hacia 1488-Toledo, 1561), que se prolongará hasta el 10 de enero de 2021. A ella dedicamos la sección de la Exposición Clásica en el número 46 de Ars Magazine. Se trata de la continuación de aquella que tuvo lugar en la National Gallery de Washington, aunque varían algunas piezas entre una y otra, así como el montaje expositivo, que en este caso corre a cargo de Francisco Bocanegra.
Como declaraba para Ars 46 el especialista Manuel Arias Martínez, subdirector del Museo Nacional de Escultura de Valladolid, la exposición “viene a poner de largo la vida y obra del artista para un público ajeno y alejado a las formas, a los materiales o a un vocabulario que, para nosotros […] forma parte de nuestro bagaje más sólido”. En efecto, si para el mundo hispano Berruguete es una de aquellas famosas “águilas del renacimiento español”, como lo describieron en su célebre monografía Manuel Gómez Moreno y Agustín Bustamante (Madrid, 1983) junto a Bartolomé Ordóñez, Diego de Siloé y Pedro Machuca, para el público foráneo la muestra resulta todo un descubrimiento, de ahí el acierto en que se celebre.
Precisamente por ello, su programa expositivo, al igual que la precedente de Washington, incide en presentar a Berruguete no solo como escultor, sino también como pintor y dibujante para mostrarlo como un artista global a la altura de los grandes maestros del renacimiento italiano. Precisamente en esta línea ha hablado de él Mark Roglan, director del Meadows Museum, para el diario El Norte de Castilla, calificándolo como “uno de los grandes artistas europeos del XVI desconocido fuera de España”.
La formación italiana del palentino está presente a través de pinturas de singular interés. Si en Washington se expuso la Salomé de los Uffizi, en Dallas el público podrá admirar también el tondo de la Virgen con el Niño y san Juanito de colección particular que habitualmente se exhibe en el Palazzo Vecchio de Florencia. Estas comparten protagonismo, a modo de comparación, con otras piezas de la época, como la Virgen con el Niño de Pedro Berruguete (hacia 1500, Museo de Historia de Madrid), algunas tablas de Juan de Flandes o la Adoración de los Magos de Rodrigo de Sajonia –antes conocido como Maestro de Sigena–adquirida en 2018 por el propio Meadows. Y es que en esta ocasión son varias las obras de la colección permanente del museo americano las que podrán verse dentro del recorrido expositivo.
La maestría de Berruguete en el dibujo refleja como ninguna otra su formación en Italia y por ello este es uno de los grandes protagonistas de la exposición, así como del catálogo de la misma, donde Mark McDonald, del Metropolitan Museum de Nueva York, estudia todos sus dibujos conocidos hasta la fecha. En Dallas se reúnen obras procedentes de Florencia, Londres, París o Valencia, al lado de un dibujo del todo excepcional: el Profeta Leví (hacia 1525) del Art Institute de Chicago. Como en el caso de las pinturas, se combinan sabiamente junto a tallas de bulto redondo, creando juegos visuales de gran belleza pero también muy didácticos al conectar y comparar unas obras con otras.
La faceta como escultor, más conocida, está especialmente ligada al retablo mayor de san Benito el Real de Valladolid y al de la Epifanía de la iglesia de Santiago Apóstol de la misma localidad, en los que queda patente su dominio del tallado de la madera y del policromado. Asimismo, no se deja a un lado su excepcional maestría en el empleo de materiales como el alabastro, con el que labró piezas tan impresionantes como el sepulcro del cardenal Tavera o el trascoro de la catedral, ambas en Toledo. Tampoco podrá contemplarse en Dallas el bellísimo alabastro del Llanto por Cristo muerto (hacia 1520-1530) de la colección Marañón. No obstante, todos ellos están reproducidos en el catálogo de la exposición.
El volumen, editado por el Centro de Estudios Europa Hispánica, completa todos aquellos aspectos tratados en ella. Magníficamente ilustrado, cuenta con estudios de la comisaria, Wendy Sepponen, y de otros destacados especialistas ya mencionados como Manuel Arias, Mark McDonald, Daphne Barbour, Richard L. Kagan, Julia M. Vázquez o C.D. Dickerson III –este último comisario de la muestra en Washington– que abordan la poliédrica actividad plástica de uno de los grandes artistas hispanos de todos los tiempos.