Adiós a la sonrisa perenne de Mark Roglán

El director del Meadows Museum ha fallecido ayer a los 50 años a causa de un cáncer, tras haber cumplido dos décadas en la institución americana. Su defensa del arte español convirtió al museo de Dallas en un referente dentro de Estados Unidos. Protagonizó la portada del primer número de ARS y en 2015 le entrevistamos [ARS26], con motivo del 50 aniversario del centro.


Mantuvo la sonrisa perenne y el buen humor siempre, aunque en los últimos tiempos la enfermedad se empeñase en llevarle la contraria. Mark A. Roglán ha fallecido ayer en su casa, junto a su mujer y sus cuatro hijos. Acababa de cumplir dos décadas en el Meadows Museum de Dallas, institución que ha liderado durante los últimos 15 años.

Llegó a Estados Unidos procedente del Museo del Prado y comenzó a trabajar como conservador interino, además de como profesor adjunto de Historia del Arte en la Universidad Metodista del Sur de esta misma ciudad. En 2002 se convirtió en conservador de colecciones del museo universitario y cuatro años después fue nombrado su máximo responsable.

Mark consiguió triplicar la asistencia de visitantes, creó becas de investigación, llegó a acuerdos con museos e instituciones españolas y duplicó los fondos de la colección permanente del Meadows Museum.

Recuerdo la primera vez que hablé con él en 2008, cuando la revista  apenas era un proyecto y su artículo sobre El altar de Ciudad Rodrigo era uno de los destacados del primer número de ARS Magazine. Simpático, colaborador y afectuoso, se contagió del entusiasmo del equipo. Desde entonces, sus visitas ocasionales a la redacción me permitieron ahondar en el hombre generoso y benévolo que se escondía tras su gran figura.

Durante los 15 años al frente del Meadows, Mark consiguió triplicar la asistencia de visitantes, creó becas de investigación, llegó a acuerdos con museos e instituciones españolas y apoyó la publicación de libros en torno a autores de nuestro país. Además, desarrolló un importante programa de exposiciones internacionales, que incluye hitos como Sorolla y AméricaLa colección Abelló, Tesoros de la Casa de Alba o, más recientemente, Arte moderno español

Mark Roglán en una de las salas del Meadows Museum junto a "Retrato de la Duquesa de Arión" de Zuloaga, una de sus últimas adquisiciones. Fotografía: Hillsman Jackson.

A él se debe, también, la construcción de la nueva plaza de esculturas con piezas como la singular Ola de Calatrava o Sho, adquirida a Jaume Plensa para la ocasión. Aunque quizá su mayor aportación haya sido duplicar los fondos de la colección permanente, que en las últimas dos décadas se ha incrementado en 250 obras. Pinturas excepcionales como el Retrato de Mariano Goya del autor aragonés, El hombre pescado de Salvador Dalí o Playa de Portici de Fortuny (adquisición que le valió el I Premio Arte y Empresa de ARS Magazine en 2018). La última compra del museo se hizo precisamente en su honor, cuando ya su enfermedad estaba muy avanzada: Retrato de dama de Bartolomé González, anunciada el pasado verano. El 26 de agosto todavía tuvo energías para presidir la fundación de un nuevo centro de investigación dentro del museo, el Instituto Custard para el Arte y la Cultura Española, creado gracias a las donaciones de la familia Custard y la Fundación Meadows.

Madrileño de nacimiento, Roglán se doctoró en Historia del Arte en la UAM y estudió un Máster en Historia Mundial e Historia del Arte, además de un MBA de la Escuela de Negocios Cox en la SMU. Su labor de investigación y difusión del arte español ha sido reconocido con varias distinciones, como por ejemplo la Orden de Isabel la Católica.

Mark Roglán y Miguel Matossian en los Premios Arte y Empresa 2018.

Comenzó su trayectoria profesional en el Museo Fogg de la Universidad de Harvard, como asistente del departamento de dibujos y después trabajó en el Prado. Pero su vida estuvo dedicada al Meadows, «un pequeño Museo del Prado en Texas».

Aunque no solo estudiaba el arte antiguo. Todos los años venía a España para acompañar a coleccionistas y miembros del patronato del museo en ferias como ARCO; actividad que completaba con sus habituales visitas a Maatricht (Tefaf) o Basilea (Art Basel). El arte contemporáneo español y europeo se queda sin uno de sus mejores valedores en Estados Unidos. Sol G. Moreno