Un gran papel de Luis Gordillo en Retiro
La obra, de 1987 y de más de 350 cm de ancho, se ofrecerá el 16 de junio por 40.000 euros
El pintor sevillano Luis Gordillo, nacido en el ya lejano 1934, nunca ha sido un pintor fulgurante, ni un pintor de masas. No tuvo el dilatado éxito de Chillida ni de Tàpies, ni fue una especie de niño prodigio como Barceló. Sin embargo, para muchos artistas, ha sido –y sigue siéndolo, aún hoy día- una referencia clarísima, un faro al que mirar, quizá no tanto por su personal estilo, a base de desdoblamientos y multiplicaciones, sino por su concepción de la pintura como reflejo de un rico y variado mundo interior, tantas veces no entendido siquiera por ellos mismos.
Retiro ofrece en su cita del próximo 16 de junio, una pieza importante de su mano, por calidad, por tamaño y por año. Se trata de Hamburguesas en interior, 1987, una composición realizada con acrílico sobre papel adherido luego a tabla de nada menos que 144 x 367 cm (lote 156); de hecho, dada su calidad e importancia, fue la portada del catálogo de su exposición en la Galería de Joan Prats de Barcelona durante los meses de abril a mayo de 1998. Y se ofrece ahora por 40.000 euros.
Adquirido directamente al artista, aparece publicado en el libro de referencia de Dan Cameron, Luis Gordillo los años ochenta (1991, Madrid, editorial Tabapress, pág. 179) y en el catálogo de la exposición del artista en la Galería Salvador Díaz en 1997 (pág. 41). Y muestra una composición típicamente suya, dividida en tres: en los extremos, y ocupando la mayor parte de la obra, una especie de falso espejo, mientras la parte central, mucho más reducida, cambia el tono general, y dialoga con cada lado, a base de organismos bicolores, membranas alrededor, líneas de unión, desdoblamientos, etc.
Hace tiempo que no sale al mercado una pieza tan importante del sevillano. En este sentido, recordemos la venta en octubre de 2017, en Alcalá Subastas, del gran tríptico en lienzo de nada menos que 250 x 500 cm, realizado con acrílico y collage, Blancanieves y el Pollock feroz, 1996 (ver), adjudicado por los 120.000 euros pedidos. Siendo importantes, menores fueron las dos ventas de Segre: en febrero de 2021, Grabando cantos de sapos, 2000 (A/L, 196 x 233 cm; ver), subió de 39.000 a 47.000 euros, y en mayo de 2018, Tiburona, 1998 (O/L, 158,5 x 230 cm; ver), adjudicado por 44.000 euros. En Fernando Durán, Cosa cierta que nos mienta, 1998 (O/L, 157 x 188 cm; ver), se adjudicó en junio de 2019, por los 40.000 euros pedidos.
De esos años, hay unos cuantos lienzos de Manolo Quejido, cuyo precio varía entre 1.200 la mayor parte (38, 71, 76, 119), 1.700 euros (37), y 4.000 euros el más grande (56), y de Guillermo Pérez Villalta, del que también hay acuarelas, con precios que varían: 900 (45), 1.200 (136) y 6.000 euros (12).
Por último, vean también el relativamente temprano bodegón de Pancho Cossío, Bodegón de peras (O/L, 51 x 60 cm; 123), con calidad y con resto de etiqueta de la galería Grife y Escoda, pero por el que se piden ya 6.000 euros, para verdadero coleccionista. Daniel Díaz
