170.000 euros por Soñé que revelabas, de Juan Uslé, en Fernando Durán

Juan Uslé. Soñé que revelabas XIX (Residuos), 2004. Salida: 65.000 euros. Remate: 140.000 euros

170.000 euros por Soñé que revelabas, de Juan Uslé, en Fernando Durán

Gran cierre de temporada con adjudicaciones por 135.000 euros del Naranjo y 85.000 del Murillo además de las siete compras del Estado


 

Fernando Durán se despide hasta octubre por la puerta grande, con abundancia y diversificación de importantes lotes vendidos, manteniendo un alto nivel que otras salas parecen haber perdido, al menos durante estos últimos meses… En la retrasada cita por la covid-19, que tuvo lugar a finales del mes de mayo, las buenas ventas se obtuvieron fundamentalmente del contemporáneo (ver); ahora, se han ampliado a la pintura antigua, y no tan destacadas al siglo XIX, aunque sí han sido buenas y numerosas. Vayamos por partes.

La pieza estrella fue, finalmente, el gran lienzo del santanderino Juan Uslé (1954): Soñé que revelabas XIX (Residuos), 2004 (vinílico, dispersión y pigmentos sobre tela, 275 x 203 cm; lote 161). En nuestro artículo de previos (ver), ya comentamos la importancia que para los coleccionistas tiene esta serie en proceso, que estuvo ampliamente representada en su retrospectiva del Reina de 2004; la pieza que salía a pujas, expuesta en su individual en Soledad Lorenzo en ese mismo año, continuaba esa misma línea de investigación, de gesto repetido y como mecánico, pero con saltos y sorpresas, como esos cúmulos de pintura roja que se deslizan suave y lentamente por entre la inabarcable y cuasi infinita trama de grises, blancos y negros. Así las cosas, fue una grata sorpresa, la verdad, comprobar no sólo el interés de los coleccionistas por Uslé sino su importante subida, de los 65.000 euros de inicio hasta los 140.000 de bajada de martillo que, con comisiones e impuestos, ascienden a 169.400 euros finales.

Gran sorpresa, debo reconocerlo, fue la del lienzo de Eduardo Naranjo, Un día de playa en el Mar Menor, 1999(O/L, 241 x 191 cm; 628). Sinceramente, no esperaba su venta por los 135.000 euros pedidos de inicio, pues en octubre de 2006 se pagaron en Christie’s Madrid nada menos que 114.000 euros (ver), cuando aún estábamos en ascensión, antes de la crisis desencadenada en  septiembre 2008, y nos acercamos a una similar o peor, según los expertos… Hay que reconocer que la obra tiene calidad, presencia y se aleja un tanto del universo tétrico que rodea las obras típicas del pacense, pero no deja de ser una importante cantidad en tiempos complicados.

Nueva alegría por los nada menos que 27.000 euros ofrecidos, la salida, por una pieza magnífica de Gustavo Torner, que aunque tampoco cotice demasiado en los últimos tiempos, tuvo calidad más que suficiente: Negro con espejos, 1963/5 (pintura, feldespato, látex y cristales sobre madera, 92,5 x 61,8 x 6 cm; 156), con marco del propio artista. Pintura vinculada con el povera pero manteniendo la pureza de líneas y la limpieza característica del conquense, en el fondo mantenía esa pieza una cierta relación conceptual con la producción de otro grande de esos años, el alicantino Eusebio Sempere. De él se ofrecían dos piezas de calidad, no baratas, y se vendieron las dos por el precio fijado de inicio de pujas: Sin título (gouache sobre tabla adherido a tabla de color chocolate con marco del artista, 20 x 14 cm (32 x 26 cm); 133A), expuesto en Juana Mordó en Madrid en 1974, por 10.000 euros, y Sin título, 1974 (gouache sobre tabla en caja de madera pintada de amarillo enmarcada por el artista, 32 x 30,3 cm (44 x 42 cm); 144), por 12.000 euros.

En línea similar, de juego de líneas, aunque en este caso vinculados con el grupo de artistas que trabajaban en la Unidad de Cálculo de la Complutense, varios remates importantes; de esas piezas hablamos en nuestro artículo y advertimos del interés que seguramente tendrían para coleccionistas varios y para el Estado…, como así fue finalmente. Los más destacados fueron, sin duda, las dos piezas de Soledad Sevilla y el lino de Manuel Barbadillo. Del sevillano, Fera, 1970 (pintura de emulsión acrílica sobre lino, 81 x 81 cm; 128), subió de 1.200 a 6.000 euros. De la valenciana, ensamblajes de planchas en metacrilato: Sin título, 1969 (66 x 75 cm; 125) y otro Sin título, 1969 de iguales características (129), expuestos ambos en 1970 en Sevilla en la galería de Juana de Aizpuru, que partían de los 1.200 euros cada uno y que terminaron adjudicándose por 5.500 y 5.000 euros, momento en el que el Estado ejerció su derecho, suponemos que para lucir en el Reina. Lo mismo sucedió con las dos obras tempranas, de 1967 para ser exactos, de Manuel Quejido: los 14.000 del remate de las doce témperas sobre cartulina, Rojo, azul, negro (27 x 27 cm; 108 x 81 cm en total, 136), y 5.000 euros por Tudú (poema visual desplegable en acrílico sobre cartulina, pieza única, 64 x 64 cm; 137). Y para cerrar las compras del Estado, las últimas: por 800 euros, Sin título, 1971 (collage de cartulina de color rojo y azul sobre cartulina blanca, 67 x 94 cm; 138) de Gerardo Delgado; y dos piezas de José Luis Alexanco: Ingerencia informal, 1975 (Tm/cartón, 56 x 48 cm; 169), por los 400 euros pedidos, y Ejercicios al azar, 1977 (Tm/lona, a modo de políptico de cuatro bastidores, 262 x 211 cm; 171), por los 2.000 euros de la salida.

Fuera de las compras del Estado, debemos citar los 12.000 euros ofrecidos por Dos corazones (acero pintado, 42,5 x 69 x 8 cm; 143), de Pello Irazu, que partió desde unos más atractivos 10.000. Y otros versos sueltos pero interesantes. El primero, los 9.000 euros ofrecidos, la salida, por Final de noviembre, 1981 (O/L, 182 x 111 cm; 158), de Jordi Teixidor. Los 10.000 por Fotógrafo en la Concha de San Sebastián (O/L, 80 x 115 cm; 624), de Isabel Guerra. Y la impresionante subida de 5.000 a nada menos que 8.000 euros por Carlos T, 2009, un pequeño óleo sobre aluminio (30 x 25 cm; 70), de Jerónimo Elespe, todo un aviso para el futuro… Y en la postventa, por 40.000 euros, por debajo de los 48.000 pedidos, el bronce de Baltasar Lobo, Femme assise, 1986 (6/8, 94 x 63 x 28 cm; 123).

Vayamos ya a la otra gran venta de la cita, en pintura antigua, y al resto del siglo XIX. Me refería a los 85.000 euros ofrecidos, el precio inicial pedido, por la Cabeza de Cristo (O/L, 57,5 x 44 cm; 951) de Bartolomé Esteban Murillo (1618-1682). Comprada en enero de 2006 en Sotheby’s Nueva York por 90,000 USD (73.739 euros), algo más de catorce años después se vende finalmente por 102.850 euros, premium ya incluido (para más detalles del cuadro y de su compra, ver artículo de previos).

De nuevo, gratas sorpresas, que fueron las ventas por 18.000 euros cada una de las Sibilas del jienense Francisco Polanco: Sibila Africana y Sibila Frigia, c. 1650 (pareja de O/L, 183 x 103 cm;  lotes 936 y 937), procedentes de la colección del Marqués de Fontana primero y de la de Gómez Castillo después. Y por supuesto la Inmaculada Concepción (O/L, 187 x 110 cm; 855), de Hipólito Rovira, por 9.500 euros.

El siglo XIX, como decíamos, nos dejó también buenas ventas; y aunque mucho menos espectaculares no dejan de ser ventas en un apartado muy castigado y en el que cada vez hay menos compradores, todo sea dicho.

Aunque sean a vuelapluma ya, la más destacada fue La esclava griega (O/L, 121 x 85 cm; 607), de Casto Plasencia, que subió de 12.000 a 18.000 euros. De Manuel Benedito, su buen Retrato de dama con collar de perlas y abanico (O/L, 106 x 80 cm; 658), firmado en París en 1910, pasó de 13.000 a nada menos que 17.000 euros; hacía tiempo que no se veía un remate así por un retrato suyo… Más sorprendente fue la venta por los 13.000 euros de inicio de Los novios (O/L, 201 x 151 cm; 789), del granadino Francisco Soria Aedo. Aunque bajemos ya de cifras, debemos citar la subida: de 7.500 a 10.000 euros por el Retrato de una dama en un jardín, 1854 (O/L, 124 x 91 cm; 654), de Antonio María Esquivel; de 2.500 a 7.500 euros del Retrato de Miguel de Unamuno, 1929 (O/L, 80 x 112 cm; 469) de Guido Caprotti; y, finalmente, de 2.500 a 7.000 euros de Damas curiosas (O/L, 57 x 32 cm; 514) de José Denís Belgrano.

Se quedan muchas otras en el tintero, como suele ocurrir, pero cualquiera percibirá el buen final de temporada de Fernando Durán. ¡Enhorabuena y hasta octubre! Daniel Díaz @Invertirenarte

Juan Uslé. Soñé que revelabas XIX (Residuos), 2004. Salida: 65.000 euros. Remate: 140.000 euros
Eusebio Sempere. Sin título. Salida y remate: 10.000 euros
Casto Plasencia. La esclava griega. Salida: 12.000 euros. Remate: 18.000 euros
Eduardo Naranjo. Un día de playa en el Mar Menor, 1999. Salida y remate: 135.000 euros
Bartolomé Esteban Murillo. Cabeza de Cristo, c. 1655. Salida y remate: 85.000 euros
Gustavo Torner. Negro con espejos, 1963-65. Salida y remate: 27.000 euros
Francisco Polanco. Sibilas Africana y Frigia, c. 1650. Salida y remate: 18.000 euros, cada una