Una cabeza de Cristo de Murillo en Fernando Durán

Bartolomé Esteban Murillo. Cabeza de Cristo, c. 1655, con marco. Salida y remate: 85.000 euros

Una cabeza de Cristo de Murillo en Fernando Durán

En la cita de los días 22 y 23 de julio, sobresale junto a la pintura antigua un lienzo de grandes dimensiones de Juan Uslé


(Si quiere ver los resultados de la subasta, pulse aquí)

 

Corría el año 2006 cuando Sotheby’s Nueva York, en su subasta de enero, adjudicada por 90,000 USD (73.739 euros) una Cabeza de Cristo (O/L, 57,5 x 44 cm; ver) de Bartolomé Esteban Murillo (1618-1682), a cierta distancia de la estimación de 60,000 a 80,000 USD. Es interesante recordar que buen dibujo suyo, Madonna and Child, se vendió en la misma sala en julio de 2017 por 75,000 GBP, lejos de la estimación (ver), y que su récord, un excepcional Ecce Homo alcanzó los 2,476,250 GBP (ver) en esa misma subasta.

La obra, según la catalogación del momento, contaba con el visto bueno por fotografía del profesor Valdivieso, que databa la obra hacia 1655. Él mismo comparaba la obra con otra conocida, San Juan Bautista señalando a Cristo del Art Institute of Chicago (O/L, 270,2 x 184,5 cm; ver y ver otras obras de Murillo en el museo), pues los modelos del Cristo son muy similares.  Fechada también hacia 1655, fue una de las cuatro escenas pintadas de la vida de san Juan Bautista para los Calzados de san Agustín en el convento de san Leandro de Sevilla. Dado el éxito de la composición, no fue extraño que se hicieran versiones más pequeñas para la devoción privada, como el lienzo que se subastaba, decía Valdivieso, al que solía acompañar también el retrato de la Virgen.

Pues bien, ese rostro de Cristo de Murillo es que el que catorce años después sale a pujas en Fernando Durán, con un inicio de pujas desde los 85.000 euros, en su lote 951, con un marco bastante posterior que oculta la composición pintada ovalada que subyace. Ni son fechas especialmente buenas ni son cantidades fáciles, hay que reconocerlo, pero siendo una obra de devoción del sevillano cualquier cosa es posible.

Algo similar sucede con los dos lienzos del jienense Francisco Polanco que se ofrecen: Sibila Africana y Sibila Frigia, c. 1650 (pareja de O/L, 183 x 103 cm;  lotes 936 y 937). Procedentes de la colección del Marqués de Fontana primero y de la de Gómez Castillo después, y con una amplia bibliografía en sus espaldas –aunque Valdivieso en 2003 lo dejaba entre interrogaciones (p. 49) y Delenda en 2010 lo citaba entre [Zurbarán] Los conjuntos y el obrador (vol. II, p. 337)-, se piden 18.000 euros por cada uno de ellos. En este sentido, me parece que probablemente tenga más interés para los coleccionistas la grata y luminosa Anunciación (O/L, 93 x 157 cm; 929) de Antonio van de Pere, que se ofrece por 9.000 euros.

En el siglo XIX, animados quizá por las grandes ventas en las subastas internacionales de la pintura orientalista más o menos recientes (ver generales y ver españoles, y octubre completo), hay dos lienzos de los que se espera mucho. El primero, Dejando el harén (O/L, 79 x 38 cm; 666), de Vicente Palmaroli; sinceramente, me encantaría que se vendiese por los 78.000 euros pedidos, pero no sé hasta qué punto Fernando Durán -y el resto de las salas españolas- tienen coleccionistas como para llegar a una situación similar. Mucho más contenido, aunque pidiéndose unos no tan atractivos ya 19.500 euros, es el lienzo de Mariano Bertuchi, Torre de los Pilotos. Rabat (O/L, 58 x 47 cm; 665), con sus habituales tonos intensos, del sol marroquí que todo parece quemarlo.

Interesante es también la propuesta costumbrista con un buen lienzo de Eugenio Hermoso, El cabrerillo (O/L, 90 x 61 cm; 788), por el que se piden 22.500 euros, y otro de Manuel Benedito, Retrato de dama con collar de perlas y abanico, 1910 (O/L, 106 x 80 cm; 686), por 13.000 euros.

El paso al pleno siglo XX lo facilita una curiosa situación pues la portada del catálogo de pintura antigua y artes decorativas es nada menos que un cuadro que Eduardo Naranjo firma en 1999: Un día de playa en el Mar Menor (O/L, 241 x 191 cm; 628). Un magnífico ejemplo de su calidad, aunque alejado ya de los temas de ensoñaciones y personajes misteriosos que le fueron tan queridos. Se piden 135.000 euros, a cierta distancia de los 114.000 pagados en octubre de 2006 (ver) en Christie’s Madrid…

La apuesta más interesante del catálogo de contemporáneo es, sin duda, un espectacular Soñé que revelabas XIX (Residuos), 2004 (vinílico, dispersión y pigmentos sobre tela, 275 x 203 cm; lote 161), de Juan Uslé. Expuesto en la galería de Soledad Lorenzo en 2004 y perteneciente a su inacabada serie, sigue la estela de las maravillosas telas de esa serie que pudimos contemplar ese año en la retrospectiva del Reina en el Palacio de Cristal (ver y ver catálogo). Claro, estamos hablando probablemente de su mejor serie, o una de sus mejores, y por eso se piden 65.000 euros; el otro de la misma serie que ha salido a pujas, Soñé que revelabas IV, 2001 (274 x 203 cm), subió en octubre de 2008 en Alcalá de 70.000 a 90.000 euros. Recordemos que Nudo suelto, 2000 (203 x 274 cm), vendido en Christie’s Madrid ese mismo mes de octubre de 2008 por 193.000 euros (ver) es, hasta el momento, su obra más cara. Y que en junio de 2002, Balanza mora, 1995 (198 x 111,8 cm) se adjudicó en Christie’s por 26,290 GBP (ver) para venderse en octubre de 2006 en la misma sala por 84.000 euros (ver)…

Destacan, además, en su catálogo de Geometría, varias piezas. Para el gran público, quizá las de Eusebio Sempere: Sin título, 1974 (gouache/T en caja de madera pintada de amarillo y enmarcada por el artista; 32 x 30,3 cm; 144), expuesto en Rayuela en 1975, por 12.000 euros, y un más discreto y pequeño tesorito Sin título (gouache sobre tabla, 20 x 14 cm; 133A), expuesto en 1974 en Juana Mordó, por 10.000 euros. De esos años, dos trabajos muy atractivos de Soledad Sevilla, ensamblajes de planchas en metacrilato: Sin título, 1969 (66 x 75 cm; 125) y otro Sin título, 1969 de iguales características (129), expuestos ambos en 1970 en Sevilla en la galería de Juana de Aizpuru, por 1.200 euros cada uno. Dos actualizaciones, por decirlo de alguna manera, de esos conceptos en los años noventa y posteriores, son las de Pello Irazu y del argentino César Paternosto. Del primero, se ofrece The Way People Say No, 1993 (construcción de madera y pintura, pieza única, 88 x 132 x 83 cm; 124), expuesta en 1994 en Soledad Lorenzo, por 15.000 euros, y Dos corazones, (acero pintado, 42,5 x 69 x 8 cm; 143), por 10.000 euros. Del segundo, Paternosto, Acordes ecos 2, 2010 (O/L, 80 x 80 x 5,6 cm; 123A), por 9.000 euros.

Un último apunte, fuera ya de tiempo y espacio. No se pierdan las dos obritas, aunque no baratas en este mercado secundario, del casi consagrado ya madrileño Jerónimo Elespe, lotes 70 y 155, por 5.500 euros cada uno. Daniel Díaz @Invertirenarte

Bartolomé Esteban Murillo. Cabeza de Cristo, c. 1655. Salida: 85.000 euros
Eduardo Naranjo. Un día de playa en el Mar Menor, 1999. Salida: 135.000 euros
Vicente Palmaroli. Dejando el harén. Salida: 78.000 euros
Juan Uslé. Soñé que revelabas XIX (Residuos), 2004. Salida: 65.000 euros
Mariano Bertuchi. Torre de los Pilotos. Rabat. Salida: 19.500 euros
Eusebio Sempere. Sin título. Salida: 10.000 euros