Una tabla del Maestro de la Leyenda de santa Úrsula en Segre
Virgen con Niño, una pequeña tabla de devoción privada, se ofrece por apenas 10.000 euros en su cita del martes 26 de octubre
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No es extraño que Segre, la sala del Viso, ofrezca de vez en cuando alguna pieza totalmente sorprendente, como aquella Entrada de Carlos III en Madrid, de Lorenzo Quirós, vendida en justamente hace un año por 180.000 euros (ver), por poner sólo un ejemplo.
Esta vez el turno es para el muy valorado aunque poco conocido aún Maestro de la Leyenda de santa Úrsula, un pintor activo en Brujas desde 1470 hasta 1500 aproximadamente (ver), con evidentes ecos en su producción de los grandes maestros como Memling, Van der Weyden, Bouts o Van der Goes, y que adquiere su nombre gracias a las ocho escenas que se encuentran en el Groeningenmuseum de Brujas relativas a la Leyenda de santa Úrsula y sus once mil vírgenes compañeras (ver).
Segre presenta una interesante tabla de Virgen con Niño (O/T, 35 x 25 cm; lote 114), con estudio de Ana Diéguez-Rodríguez, del Instituto Moll. En ese estudio, analizándola con cierto detalle, la compara con una similar de colección privada en Worcester (ver) y con la del Metropolitan de Nueva York (ver, y otras suyas en el museo, aquí). Sugiere que “posiblemente, en origen, la obra formara parte de un díptico devocional (como éste del mismo Maestro, por poner un ejemplo: ver), y que en un momento “debió sufrir un recorte importante a ambos lados”, perdiendo su típica composición piramidal y quedando así en un rectángulo, con codos y brazos desaparecidos. Pero “su destreza no sólo se aprecia en la ejecución de las calidades, como aún se ve en el trabajo de damasquinado de la túnica de la Virgen, sino también en las transparencias de las carnaciones y brillos del cabello”.
Con todo, no deja de sorprender su salida por apenas 10.000 euros, que quizá ahuyente a algún coleccionista. No en vano, en enero de 2020, hace poco más de año y medio, Sotheby’s Nueva York vendió por 1,220,000 USD su Madonna and Child, half length, with an extensive landscape seen through two windows beyond (O/T, 41 x 27 cm; ver); en la misma casa pero en Londres, en diciembre de 2015, su Head of Christ (O/T, 43 x 33 cm; ver) alcanzó las 93,750 GBP. Poco antes, en enero de 2015, Christie’s vendía por 509,000 USD su Angels supporting the Veil of Saint Veronica (O/T, 61,9 x 44,1 cm; ver), que se había adjudicado en diciembre de 2005 en Sotheby’s Londres por 58,000 GBP (85.637 euros; ver).
Interesante también, en ese mundo de los maestros antiguos, es el gran lienzo con Santa Águeda (O/L, 203 x 106 cm; 124), atribuido al jerezano Bernabé de Ayala. Junto a Ignacio de Ríes, Ayala es el otro gran colaborador de Francisco de Zurbarán en su obrador, y la prueba de su calidad queda bien patente en la calidad de las telas de la santa, y que debió formar parte de un ciclo pictórico al igual que la santa Lucía (ver) y el san Roque (ver) del Museo de Bellas Artes de Sevilla. Su salida por 10.000 euros no sería extraño en absoluto que fuese superada por unas cuantas pujas, si teneos en cuenta que la referencia más cercana fueron los 35.000 euros en que se adjudicó finalmente en esta misma sala en diciembre de 2006 su Jael (O/L, 181 x 106 cm).
Del paso del siglo XIX al XX, dentengámonos en dos piezas. La primera, de Joaquín Sorolla, de quien sale a pujas un interesante Retrato del escritor don Rodolfo Gil, 1918 (48 x 50 cm; 190), realizado en gouache sobre cartón; con el certificado de Blanca Pons-Sorolla, la obra está firmada, fechada y dedicada ‘A mi querido Rodolfo Gil’. Los 12.600 euros pedidos serán un buen termómetro para medir este menos habitual soporte y técnica. Y por 40.000 euros un lienzo del francés Fernando Fader, pintado con apenas veintiún años: Marina. Hoeck van Holland, 1903 (50 x 70 cm; 195). Con una amplia presencia en exposiciones en Argentina, país en el que vivió muchos años, especialmente en Buenos Aires y Mendoza, y en cinco publicaciones, se piden 40.000 euros; esperemos que no sean excesivos, teniendo en cuenta que es obra de casi primera época, por la que no es especialmente buscado ni valorado.
Del siglo XX hay toda una colección de obras interesantes, como siempre en esta sala, desde un dibujo de Foujita (357), pasando por una cartulina de Sempere (361), un gouache de Equipo 57 (362), otro de Barceló (411) o una tabla de Lucio Muñoz (368). Pero destacaría el lienzo de 1965 de José Guerrero, Dos azules (O/L, 66,5 x 51 cm; 371), titulado, con etiqueta de Juana Mordó de Madrid y de la galería Buchholz de Munich, donde se expuso en 1965, y publicado en su catálogo razonado (Centro José Guerrero, 1998, pág. 530; núm. 397 en su catálogo razonado digital). Su salida, 45.000 euros, nos retrotrae al mes pasado, cuando Durán ofreció por 40.000 euros su quince años más tardío y llamativamente más pequeño Violeta, 1979 (O/L, 52 x 35 cm; ver), expuesto el mismo 1979 en Fúcares, Almagro, y que no encontró comprador.
Avanzamos. De Pepe Espaliú, entre otras piezas más clásicas (406, 407 y 434), una muleta en hierro pintado, pieza única, Sin título, 1993 (121 x 93 x 50 cm; 408), procedente de las galerías Pepe Cobo y García, de Madrid, por 18.000 euros. Y que recuerda, lógicamente, la compra del Estado en febrero pasado, de otra muleta suya, Paseo del amigo II (hierro pintado, 137 x 20 x 16 cm), una de sus últimas obras antes de fallecer, expuesta en el Reina Sofía dos veces, el MACBA y otras salas por 9.000 euros (ver). Y de Alberto, y por 13.000 euros, aunque sea tardío, no se pierdan El maestro de los pájaros, 1954/6 (49 x 35,5 cm; 360), realizada con temple sobre cartón en Moscú, y expuesta en el Reina en 2002 (ver), tras su paso por el Museo de Santa Cruz el año anterior. Daniel Díaz @Invertirenarte
