Un carpaccio de diez millones y otras ventas destacadas de TEFAF
La feria de las ferias clausura una de sus ediciones más singulares, no solo por el regreso a la presencialidad, el cambio de fechas, la reducción de días y la calidad de las obras expuestas, sino por el robo sufrido en uno de los stands de joyería. Entre las ventas más destacadas, una obra de Carpaccio expuesta en Nicholas Hall que un coleccionista americano reservó por unos 10 millones de dólares, un morales vendido en Caylus por 1,6 millones de euros y otra pintura del expresionista Emil Nolde adjudicada en Ludorff por 1,4 millones de euros.
Excepcional. Ese podría ser el adjetivo que mejor definiese la última edición de TEFAF, que este 2022 ha regresado a sus orígenes al volver físicamente a su habitual sede de Maastricht y con el patrocinio de AXA. Excepcional porque se ha celebrado, por primera vez en tres décadas, durante el mes de junio –sus fechas habituales son en marzo–; porque ha tenido un par de días menos de duración y porque tras dos años de ausencia en el MECC ha conseguido organizar una singular bienvenida para sus participantes con flores tropicales y algún que otro detalle.
Excepcional, también, por el insólito atraco ocurrido el pasado martes en los espacios de la joyería londinense Symbolic & Chase, cuando cuatro tipos armados irrumpieron en la feria y destrozaron varias vitrinas para llevarse los diamantes expuestos. Afortunadamente nadie resultó herido y el susto solo quedó en eso: un robo.
ESTA ÚLTIMA EDICIÓN HA SIDO SINGULAR PORQUE SE HA CELEBRADO EN JUNIO, HA TENIDO UN PAR DE DÍAS MENOS DE DURACIÓN Y POR EL INSÓLITO ATRACO OCURRIDO EL PASADO MARTES
Frente a tanta excepcionalidad, hay una cosa que se ha mantenido dentro de lo habitual, lo ordinario y la norma. Las ventas, que nunca fallan en la feria de referencia en el mercado europeo. TEFAF cierra esta 35ª edición con importantes adquisiciones, tanto por parte de coleccionistas privados como de entidades institucionales (este año han acudido los representantes de 90 museos europeos y americanos).
Parece que el susto de la semana pasada y su consecuente desalojo temporal del pabellón no hicieron más que retrasar algunas decisiones, porque el balance final es positivo. Se consiguieron cerrar suculentos tratos y notables ventas; aunque es justo recordar que los mejores negocios suelen ocurrir habituamente durante las jornadas de preview. Precisamente en esos primeros días fue cuando un coleccionista americano reservó en NICHOLAS HALL una obra de Vittore Carpaccio que no se mostraba al público –ni al mercado– desde 1987. Virgen con Niño, santa Cecilia y santa Bárbara fue pintada por el maestro veneciano en la década de 1490 y por ella los galeristas neoyorquinos pedían entre 10 y 15 millones de dólares. En este caso es importante la procedencia del coleccionista, ya que está previsto que la pintura participe en una exposición del artista que la National Gallery de Washington prepara para noviembre.
Otros maestros clásicos que se han vendido en la feria son Luis de Morales y esa Virgen con Niño que CAYLUS exhibía en su stand (1,6 millones); Luca Giordano, cuyo Triunfo de Galatea ofrecía COLNAGHI por un precio de seis cifras altas; o el retrato inédito de Michaelina Wautier de BIJL-VAN URK BV sobre el que ya llamamos la atención.
Y es que estos dos años han sido cruciales para investigar y descubrir hallazgos interesantes como estos, algo que los coleccionistas han sabido apreciar.
Como ya decíamos en nuestra crónica de la semana pasada, la feria mira cada vez más hacia las nuevas tendencias, al tiempo que busca posicionarse como un destino para las galerías de arte moderno y contemporáneo.
OTROS MAESTROS CLÁSICOS QUE SE HAN VENDIDO SON LUIS DE MORALES EN CAYLUS (1,6 MILLONES) Y LUCA GIORDANO EN COLNAGHI POR SEIS CIFRAS ALTAS
Por eso no extrañan las cifras millonarias alcanzadas en este apartado. LUDORFF, por ejemplo, vendió una pintura excepcional de Emil Nolde por 1,4 millones de euros titulada Huldigung (Homenaje). Por su parte WHITE CUBE se estrenó con buenas ventas de Tracey Emin, Antony Gormley y Georg Baselitz, cuyos precios oscilaron entre el medio millón y las 750.000 libras cada una.
El apoyo institucional ha sido notable, pues los museos también acudieron este año con ganas de incrementar los fondos de sus colecciones. Así, la Casa de la Historia Europea en Bruselas adquirió una obra de Max Ernst en THOMAS SALIS, mientras que el Museo de Rotterdam pagó 450.000 euros por Mercado de ganado con las ruinas del castillo de Honingen en Kralingen de Cornelis Saftleven en HABOLD&CO.
Entre los galeristas españoles, de nuevo balance positivo. Caylus sumó nuevas ventas al Morales, como Pareja de floreros con malvalocas y caléndulas de Antonio Ponce (220.000 euros). MAYORAL hizo lo propio con dos obras de Dalí, además de la pintura de Antoni Tàpies que ofrecía por 425.000 euros, y DEBORAH ELVIRA adjudicó algunas de sus joyas por valor de cinco cifras. También ARTUR RAMON salió contento, tras vender una lurra de Eduardo Chillida.
Prueba superada, por tanto, la de esta singular experiencia de TEFAF Maastricht en verano. Parece que el cuidado puesto en la deseada y esperada 35ª edición ha dado sus frutos. El mercado, después de todo, sigue su curso. Eso sí, el próximo año, volverá a sus fechas habituales para celebrarse del 11 al 19 de marzo de 2023. Sol G. Moreno