Manolo Rivera se impone en Segre por 72.000 euros

Manolo Rivera, Espejo de luz hechizada, 1966. Salida: 19.000 euros. Remate: 60.000 euros

Manolo Rivera se impone en Segre por 72.000 euros

La lógica de la calidad terminó imponiéndose en una jornada donde destacó la venta mexicana, la tabla de Morales y las tres compras del Estado


 

En mi ingenuidad, daba vueltas en mis adentros a cómo era posible que la delicada y magnífica tela metálica del granadino Manolo Rivera (1927-1995) pudiera salir a pujas por 19.000 euros mientras una buena y ampulosa tela abullonada de Ángela de la Cruz (1965) se ofrecía por 25.000 euros. Y resonaba en mi mente, tras escribir el artículo de previos (ver),  aquello de que Rivera no es un artista que sea especialmente buscado, y aquello de que es mejor poner un precio de salida atractivo para que más coleccionistas se sumen a las pujas…  Pero claro, cualquiera podría aplicar esa misma comparación de Rivera con los óleos de pintura antigua.

Vamos por partes. Espejo de luz hechizada, 1966 (óleo y tela metálica sobre madera pintada, 162 x 114 x 12 cm; lote 413), de Rivera, es una pieza soberbia. Tras un paso primerizo y relativamente breve por la figuración académica y un cierto cubismo, estuvo presente en aquel grito hondo y doloroso de la abstracción española llamado El Paso, junto a los Millares, Saura, Feito Canogar y demás. Pero de aquel quejido herrumbroso, del óxido de la aún reciente historia suya, y de la política e histórica del país, parece abrirse una pequeña grieta por donde entra la luz, la esperanza, con el recuerdo de su Granada de infancia, la de los espejos naturales de la Alhambra, entrevistos tantas veces durante aquellos años con su mirada atenta, poética. Es su vertiente lírica, más amable, más cercana, con el juego de azules y dorados, fundamentalmente. Y los coleccionistas, sabedores de ello, no se hicieron esperar, y pujaron con criterio lógico, alzando su cotización de los un tanto extraños 19.000 euros de inicio a unos más razonables 60.000 euros de martillo, que sumadas las comisiones y los impuestos ascienden a 72.342 euros. Poco aún para la calidad de la obra y de un artista que el tiempo, y el mercado, pondrán, finalmente, en su lugar.

Por contra, la tela de Ángela de la Cruz, Loose Fit XXIV, 2003 (óleo y acrílico/L, 100 x 100 cm; 504) subió de 25.000 a 26.000 euros; sin duda, es una buena compra, pero se notan también las precauciones de los compradores. En este sentido, no deja de sorprenderme la subida, desde los 12.000 euros de inicio hasta nada menos que 24.000 finales, de la tela matérica del mexicano Bosco Sodi, Organic Blue, 2009 (Tm/L/T, 60 x 60 cm; 503), procedente de la galería Hilario Galguera de México; aunque, hay que reconocerlo, la pieza bien iluminada es muy atractiva. Más lógica fue la de 22.000 a 32.000 euros del cartón del alemán Neo Rauch, Die Sicheln (Gewitter 13), 1991 (O/cartón, 100 x 70 cm; 497), que en junio pasado se ofreció por 28.000 euros (ver) y no encontró comprador…

Sin embargo, hubo piezas importantes que no encontraron comprador, dados los demostrados altos precios de salida: Feito (60.000 euros), los dos barjolas (28.000), Antonio López (17.000), Canogar (18.000 euros), o los papeles de Tàpies, cuyos precios en el mercado nacional no están aún demasiado definidos…

De Leonard Foujita, su Retrato del doctor Blanco Soler, 1951 (acuarela y tinta sobre papel, 31,7 x 24,5 cm; 375), firmado en Madrid, subió como era de esperar de 5.000 a 7.500 euros. En este breve comentario sobre obras con el papel como soporte debemos mencionar dos compras del Estado: la primera, por los 1.900 euros pedidos, del Sin título. Cabeza de hombre, 1922/5 (lápices de color, 14,6 x 11 cm; 378), de Alberto; y la segunda, los 500 euros ofrecidos por Desnudo femenino, 1936/8 (lápiz/papel, 27 x 22 cm; 369), de Ismael de la Serna. Y si retrocedemos un poco más, destacó la venta por los 16.000 euros pedidos del lienzo de Valentín de Zubiaurre, Vuelta de la pesca (O/L, 100 x 83 cm; 342); pieza de calidad, poco habitual en los mercados en estos últimos años. O los 10.000 euros ofrecidos por un tardío Paisaje (O/L, 58 x 70 cm; 331), de Manuel Colmeiro.

El siglo XIX estuvo marcado por la compra del Estado. Esta vez se trataba de dos pequeñas tablitas, de 37,5 x 37 cm, fechadas en 1851 con Vista de Sevilla desde Triana y En los aledaños de Sevilla (lote 124), del paisajista sevillano Manuel Barrón; 12.000 euros se pedían, el 19.000 se bajó el martillo, momento en el que el estado ejerció su derecho y se hizo con la pareja. La cuestión pendiente (y con gran interés para muchos, a tenor de los comentarios que suscitó en Twitter, ver) es saber a qué institución viajará finalmente…

Por último, la pintura antigua, que ayer cosechó triunfos de nuevos. El más notable fue la venta del tinerfeño muy poco conocido Fray Miguel Melchor de Herrera, cuyo inédito Retrato de doña Feliciana Belendes y Ramires, 1783 (O/L, 84,5 x 62,3 cm; 123), casada en segundas nupcias con el contador mayor del Tribunal de cuentas de México, Manuel Campo-Marín Rico de Solís, se adjudicó a un coleccionista mexicano al teléfono por los 50.000 euros pedidos; teniendo una producción tan reducida y habiendo tan poca obra de su mano en el mercado, sorprende que no haya habido más coleccionistas interesados, todo sea dicho.

Interesante fue también la venta de la tabla de Luis de Morales, Sagrada Familia con el Niño envuelto en pañales faja, c. 1550/3 (O/T, 47 x 33 cm; 94), con una Virgen especialmente interesante, por los 30.000 euros pedidos. Si nos atenemos a su subida de 15.000 a 27.000 euros, el Retrato inédito de la reina María Luisa Gabriela de Saboya (O/L, 90 x 60,5 cm; 124) del primer pintor de cámara Miguel Jacinto Meléndez despertó un interés muy superior, que contaba además con el visto bueno de la especialista Elena Santiago Páez.

Por último, mencionemos también la venta por los 15.000 euros que se pedían de la Pareja de floreros (O/L, 84 x 63 cm; 109), de Bartolomé Pérez, y del San Jerónimo (O/L, 97,5 x 135,5 cm; 107), de Giovanni Battista Beinaschi. Subieron de 2.000 a 7.500 euros cada uno de las tablas del Taller de Frans Francken II: Los israelitas después de cruzar el mar Rojo (53 x 73 cm; 97) y Los israelitas cruzando el Jordán (48,5 x 71,2 cm; 98).

Por último, aunque no por ello menos importante, dos líneas dedicadas a la obra gráfica, el patito feo… A nada menos que 38.000 euros subió el linóleo de Picasso, Pique, 1959 (48/50 [Bloch, 911], 60,5 x 74 cm; 597), que salía por 9.000; y aunque se esperaba no por ello deja de merecer el reconocimiento de ser la tercera pieza más cara de la cita; y de 6.000 a 9.500 euros subió la atractiva litografía de Joan Miró, Oda a Joan Miró, 1973 (HC, de una edición de XXV; 104 x 77 cm; 620).  Sólo los remates citados aquí ascienden a 396.000 euros… ¡Felices fiestas! Daniel Díaz @Invertirenarte

Manolo Rivera, Espejo de luz hechizada, 1966. Salida: 19.000 euros. Remate: 60.000 euros
Neo Rauch, Die Sicheln. (Gewiter 13), 1991. Salida: 22.000 euros. Remate: 32.000 euros
Miguel Melchor de Herrera, Retrato de doña Feliciana Belendes y Ramires, 1783. Salida y remate: 50.000 euros
Bosco Sodi, Organic Blue, 2009. Salida: 12.000 euros. Remate: 24.000 euros
Valentín de Zubiaurre, Vuelta de la pesca. Salida y remate: 16.000 euros
Luis de Morales, Sagrada Familia con el Niño envuelto en pañales faja, c. 1550/3. Salida y remate: 30.000 euros
Ángela de la Cruz, Loose Fit XXIV, 2003. Salida: 25.000 euros. Remate: 26.000 euros
Manuel Barrón, Vista de Sevilla desde Triana y En los aledaños de Sevilla, 1851. Salida: 12.000 euros. Remate: 19.000 euros. Comprado por el Estado
Pablo Picasso, Pique, 1959. Salida: 9.000 euros. Remate: 38.000 euros