Gran oferta en Ansorena
En la cita de los días 2 y 3 de marzo, la sala sorprende con una selección de atípicas piezas nacionales e internacionales de gran altura, donde destacan El Lissitzky, Tissot, Cristina Iglesias o Camprobín
(Si quiere ver los resultados de la subasta, pulse aquí)
Hay que reconocer que la oferta que propone Ansorena para su cita de comienzos de marzo no dejará a nadie indiferente, por su atractivo y amplitud, que va desde maestros antiguos a la pintura actual. Fue especialmente importante la subasta de enero de 2020 que titulamos Durán, una subasta que hace historia (ver), y la de Segre en mayo de 2018, de la colección del Banco Zaragozano, absorbido por el Barclay’s (ver). Ésta, con un conjunto más amplio y en ese sentido menos concreto, quizá obtenga unas ventas mayores.
Por encima de las piezas importantes destaca un papel del reconocido vanguardista ruso El Lissitzky (1890-1941), que junto a Malevich fue uno de los grandes del siglo pasado. De él se ofrece Proun 100 (40 x 40 cm; lote 120), una acuarela, con tintas y grafito sobre papel fechada en 1924. Modelo de rotación de espacios y formas, la presente obra pertenece al segundo grupo de Prouns, realizados por el artista en Alemania, entre 1922 y 1924 y que, según la catalogación, “sería la continuación del Proun 93 -en la Staatliche Gallerie de Halle and der Saale, Moritzburg (ver)-” y “podría ser la obra que cierra el ciclo”, con ese importante giro de la posición de la obra en 90º. Adquirido por la familia del propietario actual en la International Exhibition of Modern Art para el Brooklyn Museum, 1926/7 (núm. 198), donde estuvo expuesto, saldrá a pujas desde 120.000 euros.
Cifra ya importante, mencionemos algunas ventas de obras similares en los últimos años. En marzo de 2008, en Millon, se vendió Proun (50,5 x 40,5 cm), por 81.248 euros (ver); de 1922, otro Proun (36,8 x 27 cm), alcanzó nada menos que 368.900 euros en diciembre de 2004 en Lempertz, Colonia (ver), a cierta distancia ya de los 290.000 euros finales que debió pagar el comprador de Proun 333 H, 1923 (acuarela y gouache, 44,5 x 44 cm) en Kornfeld, Berna, en junio de 2009 (ver). Mucho más pequeño, Proun, 1921 (acuarela y gouache, tinta y lápiz, 14 x 14,6 cm), subió hasta las 43,250 GBP (54.698 euros) en Christie’s Londres en junio de 2008 (ver) -si quiere ver más vendidos en Christie’s, pulse aquí (ver)-. Cualquiera puede decir que son cifras de hace algunos años; la réplica, de marzo de 2016, cuando Tajan adjudicó por 115.200 euros su Proun 5A, c. 1923 (O/L, 81 x 60 cm; ver), aunque era más grande y sobre lienzo. Veremos qué sucede con este atractivo papel, que deberá comenzar sus pujas desde unos ya importantes 120.000 euros (más comisiones e impuestos), por un papel…
La otra pieza importante, entre lo marcadamente internacional, y que brilla con luz propia, debemos retrasarla a 1861. Desde el año anterior, el pintor nacido en Nantes James Jacques Joseph Tissot (1836-1902), pintaba una serie de lienzos dedicados a Margarita, el personaje femenino seducido por Fausto con la ayuda de Mefistófeles en el drama de Goethe, que Charles Gounod había llevado a la ópera y estrenado en el Théâtre Lyrique, en París, el 19 de marzo de 1859. Los parisinos quedaron fuertemente impresionados por la historia de Margarita, y suponemos que Tissot, un joven con apenas 24 años, también; conmocionado aún, pintaría su dramática serie sobre el bien y el mal, con historia de seducción, arrepentimiento y perdón, incluidos. Tres de esos trabajos fueron vendidos en 1860 al famoso marchand Goupil, y otros fueron presentados al año siguiente, 1861, en la reconocido muestra del Salón. Dado su éxito, fueron fotografiados por Robert Bingham y publicados en 1862 por Willard Misfeldt (La Rencontre de Faust et de Marguerite, 1860 (actualmente en el Musée d’Orsay de París); Faust et Marguerite au jardin, 1861 (colección privada); Marguerite à la fontaine, 1861 (perdido); Marguerite au rempart, 1861 (colección privada) y Marguerite à l’eglise (subastado en Christie’s, ver)).
Sirva este amplio preámbulo para encuadrar correctamente y poder valorar mejor el óleo sobre tabla, de caoba engatillada, que presenta Ansorena de su Marguerite à l’office (O/T, 113 x 85 cm; 488), donde Tissot recoge el momento del arrepentimiento ante Dios de Margarita, tras su caída con Fausto. Dada la calidad del soporte, es lógico pensar que pudo estar expuesto en esa muestra de 1861 –en donde pudo haber sido vendido por Tissot a León Say por 2.500 francos-, y tras muchos años en desconocido paradero, aparece de nuevo; esta vez en el mercado secundario, con una salida desde 80.000 euros. Y digo pudo haber sido vendido porque la fotografía de Bingham muestra diferencias con la obra que sale a pujas: porque el propio Tissot añadió luego algunos elementos o porque se trate de una versión ligeramente posterior… Además de la ya citada venta en Christie’s de uno de la misma serie, quizá sirva otro de referencia -que no pertenece a la misma serie, pero sí participa de esa idea-, titulado Dama en la iglesia (O/L, 74 x 54 cm; ver), vendido en Sotheby’s en julio de 2016 por 221,000 GBP (265.266 euros), y eso se había ofrecido en julio de 2015 y no había habido interesados (ver).
Pasamos a lo patrio, intentando ser ya más breve. Sobresale sin duda Pabellón suspendido V, 2015 (alambres trenzados u cables de acero, 250 x 240 x 320 cm; 114), de Cristina Iglesias, quizá la escultora más interesante de la segunda mitad del siglo junto a Susana Solano. No estamos ante sus apasionantes primeras propuestas a base de composiciones mixtas, con cemento y vidrio, acero y alabastro, etc. De esas, la pieza más destacada alcanzó los 42.000 euros en octubre de 2005 en Christie’s Madrid (ver; ver otras similares vendidas, aquí). La que ahora sale a pujas se sitúa entre esas composiciones citadas y sus últimos trabajos, vinculados con el agua, movimiento continuo entre almacenamiento y recogida, por los que es también especialmente buscada. La salida deberá comenzar desde los 100.000 euros; de venderse, pasaría a ser su obra más cara en el mercado secundario.
Y la cuarta, un Bodegón de cacharros en paisaje (O/L, 57 x 81 cm; 544), realizado entre 1660/70 por Pedro de Camprobín, versión en menor tamaño del que conserva el Museo de BBAA de Sevilla (ver). Una limpieza superficial no le vendría nada mal y mostraría mejor las calidades y los matices a los que nos tiene acostumbrados. Su precio de inicio, 58.000 euros.
Aunque sea a vuelapluma ya, dada la extensión, sí me gustaría mencionar algunas piezas más y animar al lector interesado a visitar la sala o ver con cierto detenimiento el catálogo pues lo aquí referenciado es lo que me parece más significativo pero no deja de ser una cantidad muy escasa. De maestros antiguos, la tabla del Maestro de Becerril, Aparición del ángel a san Roque (O/T, 90 x 62 cm; 35), por 28.000 euros, y una Natividad (O/T, 123 x 119 cm; 37), un tanto manierista, de Juan de Borgoña el joven, por 20.000 euros.
De pintura finisecular y primera vanguardia: un buen Paisaje (O/L, 48 x 79 cm; 489) de Aureliano de Beruete, por 12.000 euros, que debería subir; Figura de un romano con túnica. Academia, 1882 (O/L, 10,5 x 23,5 cm; 493), de un joven con apenas 19 años llamado Joaquín Sorolla, por 28.000 euros; y Toro, c. 1927 (O/L, 81 x 101 cm; 512), de Alfonso de Olivares, por 9.000 euros.
Y del pleno siglo XX: Oráculo 8, 1989 (malla pintado y óleo sobre madera, 60 x 50 cm; 118), de Manolo Rivera, por 13.000 euros; El huevo de Pascua, 1968/9 (pintura sobre cartón piedra, 105 x 70 x 45 cm; 117), de Equipo Crónica, por 18.000 euros; Sin título, 1960 (O/L, 100 x 120 cm; 121), de Roberto Matta, por 70.000 euros; Rembrandt como pretexto o Colorplate, 1988 (Tm/arpillera, 160 x 105 cm; 122), de Manolo Valdés, por 78.000 euros; o Posiciones críticas nº 4 (posición nostálgica), 2007 (A/L, 150 x 200 cm; 124), de Alfonso Albacete, por 19.000, entre otros muchos.
Lo dicho, muy atractiva oferta, para todos los gustos y bolsillos; sólo queda esperar que el coleccionismo, nacional e internacional, responda al envite. Daniel Díaz @Invertirenarte