La colección más cara de la historia
Christie’s subastará el 9 y 10 de noviembre más de 150 piezas que pertenecieron al cofundador de Microsoft, Paul Allen. En total se espera recaudar más de 1.000 millones de dólares, batiendo todos los récords. Entre las piezas más destacadas se encuentran tres pinturas de Cézanne, Seurat y Van Gogh con estimaciones por encima de los 100 millones de dólares cada una. También se ofrecerán una Serie de los cinco sentidos de Jan Brueghel el Joven, valorada de cuatro a seis millones de dólares, y un tondo de Botticelli de más de 40 millones. Los beneficios serán dedicados en exclusiva a causas filantrópicas.
La colección de Paul Allen, que se subastará en Christie’s en menos de un mes, va a hacer historia.
La sede de la empresa en el Rockefeller Center será testigo los próximos 9 y 10 de noviembre de la venta de más de 150 obras adquiridas durante décadas por el cofundador, junto con Bill Gates, de Microsoft en 1975. El conjunto está valorado en más de 1.000 millones de dólares.
De alcanzarse esta cifra –algo que debería ser inevitable– se superará el actual récord establecido por la colección Macklowe en mayo de este mismo año.
En esa ocasión, fue la competidora Sotheby’s quien pudo apuntarse el tanto con un resultado de 922,2 millones de dólares. Esta destronó a su vez a la colección Rockefeller, subastada en 2018 en varias sesiones en Christie’s con un total de 832,6 millones de dólares.
Al igual que con las obras de los Rockefeller, la suma obtenida de la venta, organizada por el legado de Allen –fallecido en 2018– se dedicará a causas benéficas. El interés por la filantropía es algo que tuvo en común con su socio por tantos años, Bill Gates.
Se calcula que en vida donó más de 2.650 millones de dólares y fue uno de los primeros firmantes del Giving Pledge –La promesa de dar en español–, una iniciativa en la que sus participantes se compromenten a donar la mayoría de su fortuna.
Algunas de las causas favorecidas por Allen en el pasado han estado relacionadas con el desarrollo científico en áreas como la inmunología, el estudio del cerebro o de las células. Pero también en el cultural, como con el lanzamiento en el año 2000 de el Museo de la Cultura Pop (MoPOP) y a más pequeña escala con los préstamos anónimos de las obras de su colección a exposiciones desde la década de 1990.
Aunque llamativa por las cifras y las obras contenidas en ella, esta venta es del todo una sorpresa. En vida, Allen declaró en más de una ocasión que «sabes que todas estas obras van a sobrevivirte. Solo eres un custodio temporal».
Ese convencimiento y un verdadero interés por el arte le llevaron a reunir un conjunto que se extiende 500 años en su cronología. De hecho, en la subasta no se esperan resultados llamativos con los artistas del siglo XX, hay un buen número de obras antiguas excepcionales.
A la cabeza de la licitación se encuentran tres obras de artistas del siglo XIX, con una estimación de más de 100 millones de dólares en cada caso (las estimaciones exactas no se han facilitado para casi ninguna obra, pero si se ha dado un precio orientativo). La de más valor es La montaña de Santa Victoria de Paul Cézanne –valorada en más de 120 millones de dólares– seguida de Les Poseuses, Ensemble de Georges Seurat –100 millones– y de Verger avec cyprès de Van Gogh (100 millones de dólares).
Aún sin superar la misma barrera psicológica, las siguientes piezas no se encuentran lejos en su valoración. En esta categoría ya nos encontramos con obras modernas mezcladas con las demás. Siguiendo un orden descendente, están empatados con 90 millones Maternité II de Gauguin y Bosque de abedules de Gustav Klimt; por 75 millones Gran interior, W11 (siguiendo a Watteau) de Lucian Freud; 60 millones de dólares por Puente de Waterloo, sol velado de Monet, y 50 millones por El Gran Canal de Venecia de Manet y por Small False Start de Jasper Johns.
En el terreno de los Old Masters, propiamente dichos, destacan un tondo de Botticelli –Madonna del Magnificat, más de 40 millones de dólares– y una Serie de los cinco sentidos de Jan Brueghel el Joven, copia de la del Museo del Prado creada por su padre y Rubens y valorada entre cuatro y seis millones.
En resumen, una serie excepcional de obras que auguran un resultado histórico para la colección de Paul Allen en Christie’s. Héctor San José.