Juan Moya, un arquitecto por descubrir
En 2012 ingresó en la Biblioteca Regional de Madrid la colección gráfica del arquitecto madrileño. Una década más tarde, Raúl Gómez Escribano ha comisariado una exposición en la que se reúnen por primera vez planos, proyectos y fotografías suyas, la mayoría de ellas inéditas. A través de la muestra se da a conocer al público la trayectoria profesional de este personaje que, entre otros aspectos, contribuyó a definir la imagen actual de Madrid gracias a su contribución en proyectos como el Edificio Telefónica, la Catedral de la Almudena o las obras exteriores del Palacio Real. Juan Moya Idígoras. Arquitecto en el Madrid de Alfonso XIII podrá visitarse en la Biblioteca Regional «Joaquín Leguina» hasta el 8 de enero de 2023.
A pesar de ser uno de los arquitectos con más proyección de su momento, Juan Moya Idígoras (Madrid, 1867-1953) es un personaje poco conocido a día de hoy. Su archivo personal, conservado en manos de su familia hasta hace una década, fue ofrecido en 2011 a la Comunidad de Madrid. Compuesto por casi 700 documentos entre planos, dibujos, cartas y fotografías, supone una fuente de primer orden para conocer la evolución y la modernización de la arquitectura y del paisaje urbano de ciudades como Madrid desde finales del siglo XIX hasta la primera mitad del XX. Su participación en todo tipo de obras civiles, religiosas, funerarias y ornamentales del momento así lo atestiguan.
La exposición que ahora puede verse en la Biblioteca Regional madrileña permite dar a conocer al gran público su gran capacidad creativa. Presta especial atención al Madrid alfonsino dentro y fuera de la institución regia, de la que formó parte a partir de noviembre de 1891, cuando ingresó en el despacho de arquitectura de Palacio. Gracias a las investigaciones de su comisario se han despejado por ejemplo las dudas en cuanto a la atribución del cierre de la plaza de armas del Palacio Real de Madrid a partir de los bocetos conservados en el fondo, que han sido cotejados con otros del Archivo General de Palacio que no estaban firmados y se atribuían a Enrique Repullés Segarra.
Siempre al servicio de la Casa Real, en noviembre de 1922 fue designado como Arquitecto Mayor de Palacio y Sitios Reales, a la vez que era nombrado director de las obras de la Almudena (de ella se exponen algunos de sus dibujos para la cripta, incluidos numerosos diseños de cerrajería y de algunos sepulcros). Para entonces, ya se estaba encargando de la restauración del palacio de La Granja de San Ildefonso, que en 1918 se vio parcialmente afectado por un incendio. Fuera de los palacios, las intervenciones de Moya serían decisivas, por ejemplo, para la conservación de los reales patronatos de Las Huelgas y Tordesillas.
En paralelo, Moya trabajó en algunas de las obras más importantes del momento. Así, como arquitecto del Congreso de los Diputados –cargo que poseyó desde 1913– fue el encargado de ampliar su Salón de Sesiones hasta dotar a la sala de su aspecto actual. Entre otros, también ocupó el puesto de director de las obras de la catedral de Burgos entre 1923 y 1926. Tampoco dejó de lado la arquitectura religiosa. Además de su participación en proyectos ya iniciados con anterioridad –sirvan como ejemplos la madrileña iglesia de Santa Cruz de la calle Atocha o la finalización del Palacio Episcopal de Astorga de Antonio Gaudí–, a día de hoy se considera su obra más aplaudida y defendida por sus colegas de profesión, pese a que no la firmó, la Casa del Cura e iglesia de San José en la calle de Alcalá. De ella conviene señalar cómo la crítica del momento ya reclamó la paternidad de Moya en tan complicado problema de “cirugía urbana” surgido con la apertura de la Gran Vía en 1910.
El catálogo también profundiza en su faceta como arquitecto civil, de la que ya hemos dado algunas pinceladas. Cabe destacar, por ejemplo, su actuación en el Teatro Real de Madrid, donde instaló medidas de seguridad contra incendios y actualizó la decoración neogótica de los palcos por la clasicista que hoy vemos. Pero sin duda, una de las grandes novedades ha sido su vinculación con el Edificio Telefónica a partir de los documentos gráficos que han aparecido durante el estudio del fondo donado a la Biblioteca Regional. Se trata de dos proyectos de 1926 que aseguran que fue Moya el autor del proyecto final del edificio, que le había sido encargado por intercesión del duque de Alba, presidente del Consejo de Administración de la compañía filial Standard Eléctrica.
Todo ello y mucho más, ilustrado con numerosos planos, fotografías y documentos inéditos –como los positivos de la Parroquia de San Andrés, objeto de un reciente estudio–, puede verse ahora en la exposición Juan Moya Idígoras. Arquitecto en el Madrid de Alfonso XIII, cuyo montaje ha corrido a cargo de Francisco Bocanegra. Podrá visitarse hasta el 8 de enero de 2023 en la Biblioteca Regional «Joaquín Leguina».