¿En qué gastan las grandes fortunas su dinero? En 2023 ganó el arte
El último informe The Wealth Report elaborado por Knight Frank confirma que el arte es el objeto de deseo más demandado por los ricos. Lideró con un 11% el índice de inversiones de lujo el año pasado, según el 18º estudio de la consultora inmobiliaria publicado esta semana.
Hay dos grandes razones por las que las grandes fortunas compran arte: el gusto coleccionista y el interés inversor. Luego ya están el estatus, el interés intelectual por un determinado periodo histórico o la necesidad de pertenecer a una high community. Cualquier argumento es válido cuando se trata de adquirir pinturas, esculturas y otros obras, consideradas un bien de lujo e incluidas en el informe anual The Wealth Report que analiza la riqueza y el flujo de capital privado en el mundo. Como en ediciones anteriores, la consultora inmobiliaria Knight Frank ha entrevistado a más de 50.000 personas con un patrimonio superior a los 30 millones de dólares para saber en qué se gastan su dinero.
Son ya 18 años estudiando el comportamiento inversor de este grupo privilegiado y elaborando su propio “índice de inversión de lujo”, que se calcula en función de una decena de activos: arte, joyas, diamantes, relojes, monedas, whisky, coches, vinos, bolsos y mobiliario de diseño.
Según los sujetos consultados, en 2023 el arte fue el objeto de deseo más codiciado, por tanto lidera el ranking con un destacado 11% de crecimiento con respecto al año anterior. La cifra es, desde luego, reseñable, pues se trata del único activo que consiguió crecer dos dígitos el año pasado (resulta aún más destacable, si tenemos en cuenta que durante ese periodo se ha vivido un ajuste en ferias y subastas).
En cualquier caso, remates como el Picasso Landau, el retrato de récord de Kimt y un paisaje de Kandinsky también de récord han elevado al arte hasta el podio de los activos mejor valorados.
Le siguen las joyas con un crecimiento del 8%, los relojes (un 5%) y las monedas (4%). Capítulo aparte merecen los diamantes de colores (2%) –ya lo dijo Marilyn, “es el mejor amigo de una mujer”– y los vinos; su venta a punto estuvo de estancarse, aunque creció un 1% tras un periodo de corrección de precios.
En el lado opuesto los bolsos de lujo, cuya venta cayó un 4%, y el mobiliario de diseño, que rebajó sus expectativas un 2% con respecto al año anterior. Además de dos activos históricamente preferidos por los hombres ricos maduros: las botellas de whisky escocés de añadas antiguas y los coches. En 2023 su venta global disminuyó un 9% y un 6% respectivamente.
¿Por qué? The Wealth Report explica que estamos viviendo un traspaso de riqueza paulatina que se terminará de asentar en la próxima década. Esto provocará que las grandes fortunas pasen de manos de los ‘baby boomers’ a generaciones mucho más jóvenes, que serán quienes hereden todos sus tesoros. “En breve, los millenials serán la generación más rica de la historia”, apunta el informe de Knight Frank, que calcula un legado de unos 90 billones de dólares solo en Estados Unidos.
Ese traspaso del capital a los más jóvenes explicaría el cambio de tendencia en la preferencia de los productos de lujo y sería la razón por la que se ha virado hacia un nuevo tipo de coche, por ejemplo. Ya no existe tanto fervor por los Ferraris o los Mercedes, sino que triunfa el Lamborghini, hasta el punto de que ha roto sus propias cifras récord.
Los datos obtenidos en 2023 por el Wealth Report permiten hablar de un crecimiento de los grandes patrimonios del 4,2% y de una diversificación que permite a las mujeres ascender puestos entre las mayores fortunas. Lo que no cambia es la hegemonía norteamericana, que sigue acaparando el número más elevado de ricos, por delante de Oriente Medio y de África.