Buenas ventas en Ansorena tras la retirada caravaggista
Un bodegón de Beert I superó los cien mil euros y una primera edición de Los desastres de Goya se vendió por 85.400 euros
Pasada la fiebre de EL cuadro, en el que casi todos los que estudiamos las subastas teníamos los ojos puestos, manteniendo expectantes la respiración, la vida continúa. Y hay que reconocer que Ansorena lo ha resuelto bastante bien, con una ventas que en maestros antiguos llegan casi al medio millón de euros, procedentes muchas de ellas del extranjero.
Retirada la obra y despejada temporalmente la ecuación del tapado (ver artículo de Ars), el relevo en la obra destacada lo tomó entonces la Naturaleza muerta con platos de ostras, frutas y arenques, copa con dulces, jarra y dos vasos (O/L, 50 x 69 cm; lote 98), del flamenco Osias Beert I (c. 1580 – después de 1624). Firmada con el monograma OB en la parte inferior derecha y adquirido por el actual propietario en Sotheby’s Mónaco allá por junio de 1988 (lote 865), se adjudicó a un teléfono extranjero por los 95.000 euros pedidos.
El filón de Ansorena en pintura holandesa y flamenca dio sus frutos, con varios coleccionistas de más allá de nuestras fronteras pujando por teléfono, online y con pujas previas por escrito. Así, debemos destacar las siguientes. La primera, la subida online por dos coleccionistas, de 19.500 a 24.000 euros, interesados en el lienzo firmado por Jan Brueghel II el joven, Paisaje con campesino y vacas junto a un río (O/L, 51 x 64 cm; 90). La oferta previa por escrito, defendida por la mesa, por los 22.000 euros pedidos, por el Paisaje costero (O/T, 40 x 61 cm; 97) de Salomon van Ruysdael. En esta línea paisajística, destacaron también los 16.000 euros, ofrecidos de nuevo desde la plataforma online por el lienzo de Ambrosius Brueghel, Paisaje con jinetes y carruajes (O/L, 40,5 x 59 cm; 109), que subió desde los 11.000 euros, y los 12.000 euros en que se adjudicó Paisaje con cazadores, jinetes, pueblo y río al fondo (O/T, 42 x 58 cm; 89), que se ofrecía como Anónimo, en el entorno de Peter Brueghel el viejo… Interesante fue también la subida hasta los 13.000 euros finales, del buen Retrato de dama (O/L, 50 x 39 cm; 111), que debió pintar hacia 1635 Cornelis de Vos, con el visto bueno de la profesora van der Stighelen.
En el entorno italiano, debemos mencionar los 14.000 euros ofrecidos por un coleccionista al teléfono por las Bodas de Caná (O/L, 60,5 x 82,5 cm; 88), atribuido a Palma el joven y, aunque sea más tardío, los 15.000 euros en que se adjudicó finalmente Le petit orphelins (O/L, 90 x 73 cm; 106), del taller de Jean-Baptiste Greuze, que comenzó sus ofertas desde unos más atractivos 9.500 euros.
En lo referente a las obras de nuestro país, sobre lo que versó el artículo de nuestros previos (ver), debemos mencionar primero el fiasco por el lienzo de Corrado Giaquinto, que se ofrecía desde unos altos 80.000 euros que, a la postre, resultaron excesivos, teniendo en cuenta también la inexportabilidad de la pieza…
Sobresalió, como era de esperar, la primera edición de Los desastres de la guerra, de Francisco de Goya. Las pujas se sucedieron rápidamente entre las ofertas defendidas en la mesa y un coleccionista al teléfono, que finalmente se hizo con la colección de los ochenta grabados (los otros dos se completaron en la edición de 1870), ofreciendo los 70.000 euros definitivos, que con el 22% de comisión de la sala ascienden a 85.400 euros (ver). Interesante, aunque menor, fue la venta también, por 15.500 euros, del Retrato del Infante Antonio Pascual de Borbón, c. 1815/6 (O/L, 84,5 x 65,5 cm; 104), de Vicente López, publicado en la monografía de José Luis Díez.
En el mundo del tardogótico y primer renacimiento, sobresalían tres tablas. Las dos primeras, de Antonio de Holanda (c. 1480-1557): un Ecce Homo y Cristo atado a la columna (O/T, 81 x 24 cm; 85 y 86 respectivamente), que se adjudicaron por los 12.000 euros pedidos por cada uno. La tercera, de la Escuela de Burgos, una Natividad (O/T, 160 x 80 cm; 206), que se ofrecía por apenas 4.000 euros y que, en buena lógica, escaló las pujas hasta rematarse por 13.000 euros.
En el apartado de los descubrimientos, interesa resaltar la subida de un atractivo San Francisco de Asís (O/L, 81 x 62 cm; 236), que la sala ofrecía de Escuela española por apenas 1.100 euros, y que los coleccionistas pujaron hasta adjudicarse por 9.000 euros (apenas 11.000 euros con comisiones incluidas), pensando más bien en una pieza de la época madrileña del gran Alonso Cano, y procedente, por cierto, de la misma colección que el Ecce Homo retirado… y en el que casi nadie se fijó.
Para terminar los maestros antiguos, hubo bastantes ventas de dibujos de la colección de la reina María Luisa de Borbón, siendo el más caro la Cabeza de angelote (lápiz, carboncillo y clarión sobre papel, 31,6 x 27 cm; 72), de Francisco Bayeu, por el que se ofrecieron 5.500 euros. Sumados estos remates citados, la cifra se acerca a los cuatrocientos mil euros…
En el siglo XX, debemos mencionar primero la venta de dos piezas únicas, de Josep Guinovart: Rostoll A y C, 1978 (Tm/T, díptico, 213 x 169 cm; 579), vendido por 16.000 euros, y de Antoni Clavé, En papier froisse, 1978 (collage/táblex, 146 x 114 cm; 580), también por la cifra pedida, pen este caso 22.000 euros.
Y en el apartado de los grabados, cedidos a beneficio de los proyectos de la Fundación Real Madrid, sobre salieron los 18.000 euros ofrecidos por Sin título, 2020 (aguafuerte con chine collé, 6/15, 178 x 125 cm; 532), de Jaume Plensa, y los 10.000 euros por una más habitual Reina Mariana II, 2000 (grabado y collage, 9/100, 167 x 80 cm; 531), de Manolo Valdés. Daniel Díaz @Invertirenarte