Ansorena ofrece una santa Catalina de Murillo.
Realizado entre 1652 y 1657 según el experto Pablo Hereza, sale a pujas por 250.000 euros en la cita de los días 24 y 25 de junio
Si siempre es una alegría que salga al mercado una pintura del sevillano Bartolomé Esteban Murillo (1618-1682), todavía lo es más cuando se trata de este tipo de obras de calidad contrastada, tan características de su mano, con una santa coronada sobre fondo oscuro, casi tenebrista, y con la mirada hacia el cielo mientras sostiene la espada con la palma del martirio: Santa Catalina de Alejandría (O/L, 121 x 91 cm; lote 614).
La ficha del catálogo de Ansorena recuerda que Murillo “representó a la santa docta de Alejandría en más de una ocasión. Conocidas son sus obras de juventud del Mie Prefectural Art Museum de Mie-Ken (Japón; ver), que perteneció al Duque de Híjar y pasó a la colección Luis Felipe de Orleans, o la que se encontraba en la iglesia de Santa Catalina de Sevilla y tras un largo periplo por diferentes colecciones europeas regresó a España a formar parte de la Colección Focus Abengoa [adquirida hace un par de años por la Junta para el Museo de Bellas Artes de Sevilla, ver y ver]. La pintura que aquí se presenta, procedente de una colección particular de Madrid, debe ponerse en relación por su técnica y su composición con la pintura conservada en el Museo Pushkin de Moscú (ver y ver), identificada con el ejemplar desaparecido de la colección Robert Langton Douglas”. Pablo Hereza, el especialista en el sevillano, tras estudiarla, la publicará en su Corpus Murillo. Pinturas y dibujos. Hagiografía (pendiente de publicación), con el número H-110.
Respecto a los 250.000 euros del inicio de las pujas, no es sencillo acertar con un precio atractivo que incluya también los deseos de los propietarios. En este sentido, debemos recordar que en febrero pasado, por su San Lorenzo, c. 1655 (O/L, 82 x 63 cm; ver), se pidieron en Durán unos excesivos 275.000 euros, y que tampoco Sotheby’s Nueva York acertó ese mismo mes con la estimación de 400,000 a 600,000 USD por su Sagrada Familia con san Juan Bautista niño (O/L, 78,3 x 94 cm; ver). En octubre de 2023, en cambio, Artcurial París remataba por 420.000 euros su San Juan Evangelista (O/L, 103 x 83 cm; ver), que había salido a pujas con una estimación de 300.000 a 400.000 euros. Poco antes, en junio de 2022, Aguttes Neuilly-sur-Seine, adjudicó por 500.000 euros su Cristo como buen Pastor (O/L, 165 x 112 cm; ver), con la misma estimación que el anterior.
Poco antes, saldrá a pujas por 18.000 euros un lienzo inédito del valenciano Vicente Castelló, Expulsión de los mercaderes del tempo (O/L, 140 x 180 cm; 612). Cuñado de Juan Ribalta y yerno del conocido Francisco Ribalta, la obra muestra las deudas bassanescas a través de Pedro Orrente. Estudiado por Víctor Marco en su tesis (Pintura barroca en Valencia, 1600-1737, CEEH, Madrid, 2021, págs. 166-173), lo sitúa en la última época, muertos ya los Riberas, cuando se pone a la cabeza del importante taller. Y los relaciona con los que pertenecieron a la antigua colección del Conde de Parcent, actualmente en el Museo de Bellas Artes de Bilbao: Adoración de los pastores (ver) y El martirio de santa Catalina de Alejandría (ver). La salida, 18.000 euros.
Interesante también, aunque en menor medida para los coleccionistas hispanos, será el Capricho arquitectónico con vanitas (O/L, 91 x 134 cm; 611), del veneciano Francesco Aviani, por el que se piden 30.000 euros.
Del siglo XIX, me parece especialmente interesante el dibujo a carboncillo y clarión sobre papel de Mariano Benlliure: Canto primaverile, 1894 (63 x 147 cm; 530), relacionado con bien señala la sala con el sarcófago del mausoleo del tenor Julián Gayarre (1891-1895; ver) y con la alegoría de la música del friso del salón de música del palacio de Bauer (1895-1898; ver y ver). Dedicado a su amigo José Rico Cejudo, y con los parabienes de Lucrecia Enseñar Benlliure, sale a pujas por 5.000 euros, que debería subir y que quizá incluso el Estado se vea tentado de adquirir…
Del siglo XX, sobresalen dos obras de Antoni Tàpies y una de Eduardo Úrculo. Del catalán, se ofrece una tela de 1964, Pequeño gris con relieve superior (55 x 33 cm; 226), de ese momento sobrio, matérico, donde juega con las texturas como se percibe en la parte superior. Comprado en junio de 2000 en Christie’s Londres por 30,550 GBP (49.002 euros; ver), se ofrece ahora, 24 años después, por 70.000 euros. De su mano también un buen papel, Gran silla, 1966 (Tm/papel, Agustí II, 1574, 114,5 x 57 cm; 225), procedente de la conocida Martha Jackson Gallery, de Nueva York, donde se expuso en 1968. Se piden 34.000 euros, ligeramente por debajo de los 35.000 euros pagados en mayo de 2021 en Christie’s Ámsterdam (ver). La otra, una monumental pieza del vizcaíno Úrculo, encargo directo de Lucía Bosé: El ángel de los viajeros, 1995 (O/L, 290 x 209 cm; 231). Sale a pujas por 50.000 euros, a cierta distancia de los 42.000 euros ofrecidos en Segre en julio de 2023 por 1930, 1999 (A/lino, 150 x 150 cm; ver) y de los 32.000 por Lluvia sobre Dublín, 1995 (A/L, 162 x 140 cm; ver), en la misma sala en septiembre de ese 2023. Menor ya, es interesante el Verbal memory. Language. Verbal expresion, 2001 (Tm y collage/papel, 90 x 100 cm; 210), de Jaume Plensa, por 9.000 euros, que subirán. Daniel Díaz @Invertirenarte