Amorsolo impone de nuevo su ley en Durán
Su pequeño lienzo se vende casi por 35.000 euros, en una cita de los días 27 y 28 se septiembre donde sobresalió un papel figurativo de Millares y un retrato de la condesa de Chateaubriand
Nada nuevo bajo el sol. La primera cita del curso en Durán, tras la pausa veraniega, nos deja varias subidas esperadas y alguna que otra sorpresa.
Entre las esperadas está, como comentamos en nuestro artículo de previos (ver), la del lienzo de Fernando Amorsolo, fechado en 1949, pintado con 57 años y titulado El descanso en la siega (O/L, 18 x 36 cm; lote 683). Reducidas dimensiones y una temática bastante tradicional, pero es que es precisamente ese tipo de obras las que buscan allende los mares sus mejores coleccionistas, filipinos en Filipinas y filipinos en Hong Kong. Y así, no fue extraño, como decíamos, que subiera de 18.000 a 27.500 euros, ofrecidos por un coleccionista online. Sumada la recientemente subida comisión de la sala al 23%, impuestos ya incluidos, la cifra final es de 33.825 euros. Para tenerla en cuenta.
Esa fue una de las ventas esperadas. En cambio, la sorpresa llegó con un pequeño y temprano papel del canario Manolo Millares. Se trata de su Sin título. Gato, c. 1955 (15,5 x 20,5 cm; 615), a base de collage, tinta y gouache sobre papel, adquirido directamente al artista. Un par de coleccionistas, suponemos que canarios, se enzarzaron y fueron subiendo paulatinamente su precio desde unos ya significativos 2.500 a nada menos que 16.000 euros, finales. Una locura.
Ya que estamos con un canario, mencionemos también la esperada subida del terroso y matérico lienzo de César Manrique; Sin título. Pintura nº 70, 1961 (Tm/L, 46 x 65 cm; 661), fue también pujada repetidamente hasta los 13.000 euros de bajada de martillo, a cierta distancia de los 7.000 de origen.
Algo similar sucedió con el cartón con la Dora Maar, 1983 (acrílico, gouache y tinta china, 33,5 x 25 cm; 659), de Antonio Saura; esta vez de 5.000 a los mismos 13.000 euros. Ojo, que no por ser esperadas estas subidas son ventas menos importantes.
Hablando de subidas esperadas, recordemos las de la primera jornada, anteayer. Del valenciano Juan Genovés, su temprano pero interesante lienzo de 1956, pintado con 26 años y, por tanto, con todo un mundo de ilusión e incertidumbre de estilo por delante, Mujer sentada (O/L, 92 x 73,5 cm; 267), pasó de unos muy atractivos 4.500 euros hasta unos 12.000 euros finales, más lógicos. De Celso Lagar, se ofrecía Payasos españoles (Saltimbanques espagnoles), 1928 (O/L, 96 x 129 cm; 269), presentado con el número123 en el Salon des Vrais Indépendants, de París, ese mismo año; aunque las caras de sus personajes eran difíciles, por hambrientos y enajenados, que hablaban de las penurias de esa profesión, su calidad terminó imponiéndose, duplicando su precio de 6.000 a 12.000 euros.
Para cerrar casi este capítulo, debemos mencionar las ventas de los dos papeles de Miquel Barceló. Sencillos, primitivos y esquemáticos, realizados con tinta y grafito sobre papel, con las mismas medidas de 35,5 x 50 cm, mismo título Colección viaje a Viena, 1982 (612 y 613), y mismo precio mínimo, 7.000 euros, se adjudicó el primero por la cantidad solicitada mientras el segundo, algo más trabajado y con más tinta negra, llegó a los 9.500 euros.
Por último, una mención especial a Eduardo Naranjo, en horas bajas. Su siempre extraña y atípica figuración hiperrealista de carácter onírico, e incluso surrealista a veces, claramente ha pasado de moda, a pesar de su indudable calidad. De su notable éxito en los años setenta y ochenta, con una gran retrospectiva en 1993, ha pasado ahora al olvido casi. Y su buen Retrato de Miguel Ángel de niño, hijo del pintor, 1972 (O/T, 65 x 47,5 cm; 270), expuesto precisamente en esa retrospectiva madrileña, apenas pasó de 6.000 a 7.500 euros. La pregunta que queda en el aire: ¿en qué lugar final le terminará colocando el tiempo?
En la línea regionalista de comienzos del siglo XX sorprendió la subida de 3.000 hasta los 10.000 euros de las Majas con mantilla, 1929 (O/L, 93 x 125 cm; 296), del almeriense Pedro Antonio Martínez. Mucho más conocido y de la escuela vasca, de Valentín de Zubiaurre se ofrecía Mari Tere (O/L, 62 x 75 cm; 714), que ha salido al mercado varias veces en los últimos años… Subió ligeramente, de 6.000 a 7.000 euros, ofrecidos por un coleccionista al teléfono.
De finales del siglo XIX, dos piezas con un carácter más retardatario; hace años habrían subido más, pero el paso del tiempo ha hecho especial mella en ellas… Me refiero, en primer lugar, al lienzo del malagueño José Moreno Carbonero, cuyo Fumador de kif, 189? (O/L, 126 x 166 cm; 284) subió ligeramente, de 4.500 a 6.000 euros, y en segundo lugar al de Eugenio Lucas Villaamil, cuya Pradera de san Isidro, 1897 (O/L, 101 x 166 cm; 289) se adjudicó por los 5.000 euros pedidos.
En maestros antiguos, dos ventas con un cierto carácter internacional y una tercera netamente hispana. La primera, de la mano de Harry Humphrey Moore; su Retrato de la condesa de Chateaubriand (O/L, 140 x 130 cm; 869) se adjudicó por los 18.000 euros pedidos. Y de Escuela española o Virreinal, el Retrato de la Exma. Sª Dª Juana de Herrera Marquesa de San Juan de Piedra Alvar, c. 1730 (O/L, 169 x 109 cm; 299), pintado probablemente cuando su marido, Juan Pizarro de Aragón, fue nombrado miembro del Consejo de Indias, y procedente de la colección Lemonier de Madrid (según el archivo Moreno), subió de 6.000 a 8.500 euros.
La hispana: el Retrato del infante Antonio Pascual de Borbón y Sajonia (O/L, 79 x 63 cm; 875), de Mariano Salvador Maella; procedente de la colección del Duque del Infantado y reproducido en el Archivo Moreno con la signatura (17662_B), atribuido en aquel momento a Francisco de Goya, se adjudicó por los 8.000 euros de inicio. Daniel Díaz @Invertirenarte