Surrealismos, ¿con Breton o sin Breton? en Fundación MAPFRE

Surrealismos, ¿con Breton o sin Breton? en Fundación MAPFRE

Ayer se abrió al público en la sala madrileña de Fundación MAPFRE la exposición 1924. Otros surrealismos, comisariada por Estrella de Diego, que se inscribe en el marco de la celebración internacional del surrealismo cuando se cumple el centenario del primer Manifiesto surrealista. Previamente se ha reinterpretado en los Musées Royaux des Beaux-Arts de Belgique, Bruselas (del 21 de febrero al 21 de julio de 2024), y en el Centre Pompidou, París (del 4 de septiembre de 2024 al 13 de enero de 2025). Tras su clausura en Madrid el 11 de mayo, viajará a la Hamburger Kunsthalle de  Hamburgo (del 13 de junio al 12 de octubre de 2025), y concluirá en el Philadelphia Museum of Art, Filadelfia (de noviembre de 2025 a febrero de 2026).

Marcel Jean. Armario surrealista, 1941. Madera barnizada, cuatro puertas decoradas con una pintura surrealista. 180,5 x 211 x 3 cm. Musée des Arts Décoratifs, París. Nº INV.: 991.23.1.1-4 ©París, Les Arts Décoratifs/Jean Tholance

El surrealismo que ha tenido durante décadas su interacción en disciplinas no solo de las artes plásticas, sino también en el cine, la fotografía o la literatura, disciplinas expresivas que intentaban ir más allá y que tenía en el inconsciente y los sueños una fuente de inspiración.

Aunque ese impulso ya latía en la segunda década de siglo XX, acuñado por Apollinaire en 1917, fue en 1924, cuando el término adquirió carta de naturaleza de la mano de André Breton, quien definió las bases del nuevo movimiento en el primer manifiesto del surrealismo, que seis años después tuvo una segunda edición.

La comisaria Estrella de Diego, académica y catedrática, que estuvo acompañada por Nadia Arroyo, directora del Área de Cultura de Fundación MAPFRE, subrayó en la presentación que la organización ha sido un trabajo en equipo con los préstamos de grandes museos e instituciones nacionales e internacionales.

Y añadió que se ha buscado presentar junto a los artistas españoles o internacionales más reconocidos como Dalí, Miró o Buñuel, algunos otros creadores y creadoras muy relevantes en las dos orillas del Atlántico, en países como Argentina, México, Estados Unidos o Tenerife, una geografía en la que brillaron Óscar Domínguez o Eduardo Westerdahl, entre otros. En el diseño expositivo se han intentado buscar asociaciones que susciten la sorpresa de los visitantes.

El objetivo de la exposición no solo es un homenaje al movimiento surrealista sino que pretende una revisión con la perspectiva que da el paso del tiempo la concepción tradicional sobre el surrealismo, uno de los movimientos más populares del siglo XX, dada la interpretación en diferentes lugares y culturas en torno a los postulados que había descrito Breton en dicho manifiesto. Por ello y de ahí el título de otros surrealismos dado que esas representaciones se dieron en varias geografías, algunas muy lejanas de París como centro del movimiento e incluso por el rol que tuvieron las mujeres artista en el surrealismo.

Precisamente esa es una de las claves, la interacción y diferencias entre el centro y la periferia, porque Breton perseguía con sus normas traducir en palabras e imágenes el funcionamiento real del pensamiento, libre de las ataduras de la razón y de cuestiones estéticas y morales, como forma de dar respuesta a la realidad del momento. Puso el foco en el sueño como territorio natural del inconsciente, y en el automatismo psíquico como estrategia para expresar su funcionamiento. El surrealismo francés, abanderado e impuesto por Breton, da cuenta, contemplado y revisado desde una perspectiva actual, de un buen número de contradicciones.

Además de ese recorrido periférico cercano o lejano a París, el movimiento se extendió por Bélgica con pintores como Magritte, España con Salvador Dalí, Buñuel, Miró y muchos otros, por Brasil, Argentina, Estados Unidos  o México, lo que revela las experiencias y riquezas que esa vanguardia impregnó a numerosas sociedades y que ha pervivido como un movimiento transversal y en continua transformación.

Óscar Domínguez. El domingo / Celo marino, 1935. Óleo sobre lienzo 93 × 73 cm. TEA Tenerife Espacio de las Artes. Cabildo Insular de Tenerife. N.º INV.: TEA1995-003. © Oscar Domínguez; VEGAP, Madrid, 2025 Foto: © Efrain Pintos / TEA Tenerife Espacio de las Artes
Remedios Varo. Icono, 1945, Óleo, incrustaciones de nácar y pan de oro sobre madera Cerrado: 60 × 38,2 × 35 cm / abierto: 60 × 70 × 35 cm. Colección MALBA. Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires N.º INV.: 1997.02 © Remedios Varo; VEGAP, Madrid, 2025 Foto: Nicolás Beraza
Yves Tanguy. Apagado de las luces inútiles, 1927. Óleo sobre lienzo. 92,1 × 65,4 cm The Museum of Modern Art, Nueva York. Adquisición, 1936. N.º INV.: 220.1936. © Yves Tanguy; VEGAP, Madrid, 2025 Foto: Digital image, The Museum of Modern Art, New York/Scala, Florence

Además de los artistas españoles mencionados anteriormente hubo otros que participaron activamente en el movimiento como  Nicolás de Lekuona, José Alemany, Maud Bonneaud, Ángel Planells, Joan Massanet, Delhy Tejero o Amparo Segarra, entre otros. Y de algún modo ese modelo fue extensivo a América Latina, ya fuera porque algunos artistas huían de la Guerra Civil o del nazismo y se exiliaron en países como México, Argentina o Brasil y en ese elenco, algunos no demasiado reconocidos, encontramos el talento de Raquel Forner, Maria Martins, Horacio Coppola, Antonio Berni, Lino Enea Spilimbergo o Grete Stern, quien nos interpelan desde una periferia en la que los ecos del surrealismo tuvieron una gran repercusión.

Tal vez André Breton no les concedió la importancia que tuvieron pero el movimiento consiguió atraer al grupo a numerosas creadoras, entre las cabe mencionar a Gala, que compartió gran parte de su vida con Dalí y antes con el poeta Paul Eluard , y junto a ella la fuerza de Remedios Varo, Maruja Mallo, Leonora Carrington, Grete Stern, Jane Graverol, Maria Martins, Amparo Segarra, Toyen, Rita KernnLarsen o Ithell  Colquhoun, entre otras de las 35 cinco mujeres artistas presentes en la exposición y que con el paso del tiempo han ido teniendo el reconocimiento, que no solo fueron médiums, un rol que les había conferido Breton.

René Magritte. El doble secreto, 1927 Óleo sobre lienzo 114 × 162 cm. Centre Pompidou, Musée National d'Art Moderne, París. Adquisición, 1980 N.º INV.: AM 1980-2 © René Magritte; VEGAP, Madrid, 2025 Foto : © Centre Pompidou, MNAM-CCI, Dist. GrandPalaisRmn / Georges Meguerditchian
Esteban Francés. De la mar surge una pesadilla, 1934. Óleo sobre lienzo, 65 × 78,5 cm. Colección Rafael Pérez Hernando Foto: Andrés Valentín Gamazo

Los dos centenares de obras, entre pinturas, dibujos, esculturas, fotografías, libros y revistas permiten ilustrar varias décadas de creatividad. El recorrido se articula en varios grandes ejes: Surrealismos con Breton lejos y con Breton cercaLos productos y los espacios del sueño; Las pesadillas y el deseo; Médiums; Piedras, árboles y otras criaturas; Ciudades invisibles, modernas, nocturnas; y Cosmos y alquimia.

Ese paseo por las aristas del surrealismo se pueden ver primeras ediciones del primer manifiesto del Surrealismo (1924) y la segunda de 1930; un libro de Paul Eluard, Poemas de juventud (1911.1918); Teléfono Afrodisíaco de Dalí;  fotos de Tina Modotti y de Álvarez Bravo. Y de ahí varias obras significativas de  Óscar Domínguez como El domingo/Celo marino (1935) o Los sifones (1938); un óleo de Man Ray; composiciones de Remedios Varó, Icono, Papilla estelar y Catedral vegetal; El cielo asesino de Magritte; Los enamorados de Victor Brauner; el universo onírico de Leonora Carrington en Darvaux (1950); la enigmática mujer en un interior de Dorothea Tanning; las inquietantes imágenes de Un perro andaluz (1929) de Luis Buñuel; esos espacios de Yves Tanguy o el magnífico estudio para La sangre es más dulce que la miel, 1926, de Dalí.

Y en la última parte algunas obras de Maruja Mallo como El Mago Pim Pam Pum (1928); El acróbata azul de Pablo Picasso; piezas de Alberto Sánchez y Benjamín Palencia; una escultura de Hans Arp; una pintura de Marion Adnams; fotos de Annemarie Heinrich y Brassaï; La Tierra (1929) de Ángeles Santos; y como colofón dos composiciones de Miró, Bañista, otoño de 1924,  y Perro ladrando a la luna, 1926, antes de disfrutar en la salida de la exposición con un mapa mundial que recoge otros surrealismos en tiempos decoloniales 2024.

Dorothea Tanning. Cumpleaños, 1942 Óleo sobre lienzo 102,2 × 64,8 cm Philadelphia Museum of Art, Filadelfia. 125th Anniversary Acquisition. Adquirido con fondos aportados por C. K. Williams, II, 1999. N.º INV.: 1999-50-1. © Dorothéa Tanning; VEGAP, Madrid, 2025 Foto: Cortesía de Philadelphia Museum of Art ©Philadelphia Museum of Art
Leonora Carrington. Darvaux, 1950. Óleo sobre lienzo. 80 × 65 cm. Colección particular. © 2025, Estate of Leonora Carrington / VEGAP Foto: Willem Schalkwijk
Maruja Mallo. El Mago / Pim Pam Pum, 1926 Óleo sobre tabla, 60 × 74 cm. Art Institute of Chicago. The Lacy Armour Endowment Fund N.º INV.: 2023.3080 © Maruja Mallo; VEGAP, Madrid, 2025 Foto: The Art Institute of Chicago / Art Resource, NY/ Scala, Florence