El Museo Getty adquiere ‘La Virgen de las cerezas’ de Metsys por 10,6 millones de libras
El Getty de Los Ángeles acaba de adquirir en una subasta una obra maestra del pintor flamenco Quentin Metsys (Lovaina, 1466- Amberes, 1530), La Virgen de las cerezas, que se adjudicó por 10,6 millones de libras en Christie’s Londres y que está datada en la década de 1520, poco antes de fallecer en la capital flamenca. Con esta nueva compra el Museo Getty incorpora otra composición de Metsys, tras la realizada en 2018 cuando se hizo con Cristo como varón de Dolores, fechada entre 1520 y 1525.
El Museo Getty de los Ángeles sigue incorporando obras maestras a su colección. La semana pasada anunció la compra en una subasta de Christie’s de Londres de una pintura de Quentin Metsys, La Virgen de las cerezas, que se estimaba en una horquilla de entre 8 y 12 millones de libras, y finalmente se adjudicó en 10,6 millones, que fue pintada en la década de 1520, y que puede considerarse un redescubrimiento de esta joya del Renacimiento flamenco, que rara vez sale al mercado.
El primer propietario de esta obra fue Cornelis van der Geest, coleccionista de arte del siglo XVII. Luego se vendió a un comprador anónimo en 1668 y se perdió la vista hasta que en 1920 reapareció en una subasta en París, aunque apareció con numerosos añadidos para reaparecer de nuevo en 2015 en otra subasta de Christie’s, aunque etiquetada como versión de estudio, y que se vendió por 254.500 libras.
Tras un riguroso proceso de conservación y estudio los especialistas la reconocieron como una obra salida de la mano de Metsys, tal vez el pintor más importante de Amberes en las primeras décadas del siglo XVI, cuya maestría marcó un punto de inflexión en la historia de la pintura neerlandesa, en esa síntesis entre lo flamenco y la influencia del arte italiano.
El cuadro representa a la Virgen y al Niño Jesús abrazados, sentados en un trono regio. Cristo está plasmado como un robusto niño desnudo, que rodea el cuello de su madre con ambos brazos y la besa con ternura. La Virgen lo está estrechando contra su pecho y agita un tallo de cerezas entre los dedos apretados de su mano derecha. A la izquierda vemos una ventana arqueada que dirige nuestra mirada a un palacio románico junto a un lago. Las cerezas adquieren una rica simbología como fruto del cielo, mientras que el bodegón del primer plano profundiza en el futuro sacrificio de Cristo, con una manzana amarilla que alude al papel de Cristo como nuevo Adán.
Autor del conocido El cambista y su mujer (Museo del Louvre), Metsys supo dotar a La Virgen de las cerezas de una «tierna belleza y accesibilidad de la representación que hace el pintor del vínculo familiar entre la Virgen María y el Niño Jesús representa una importante innovación en la pintura de los primeros Países Bajos, que realza enormemente el impacto emocional de la imagen», afirmó Timothy Potts, director del Museo Getty, durante la presentación de Este óleo sobre tabla se expondrá próximamente en el Pabellón Norte del Getty Center.