Locura de precios en Durán para junio
Excepcional cita del día 28 con artistas internacionales como Nara, Kiefer, Kusama y Vasarely
(SI quiere ver los resultados de la subasta, pulse aquí y aquí)
El adjetivo sorprendente quizá se quede corto. Por supuesto habrá que esperar a los resultados en Durán, pero a poco que algunos coleccionistas se conecten a lo largo y ancho del mundo y pujen por las ocho o diez piezas importantes internacionales, las cifras mostrarán efectivamente la fuerza y potencia de estos autores, poco vistos y apenas subastados en nuestro país.
La razón es sencilla: los órganos judiciales de la oficina de recuperación y gestión de activos del Ministerio de Justicia han encomendado a Durán la venta de más de doscientos lotes, para ser exactos del 113 al 365 -probablemente de varias colecciones, aunque una de ellas sobresale por la calidad-, con unas condiciones un poco especiales, entre las que sobresale la rebaja de la comisión del habitual 23% de la sala (IVA ya incluido) al 12,10% (IVA incluido también) para los primeros 150.000 euros; entre esa cifra y 500.000, la comisión baja al 9,68%, y por encima del medio millón, baja en buena lógica aún más, al 5,45%. No está nada mal, sobre todo la de hasta 150.000 euros, el común de los mortales, de algo más del 10%, y dará sus frutos, a buen seguro.
Para calentar motores, como quien dice, hay unas cuantas fotografías de formato mediano, nada espectaculares, pero sí de fotógrafos de primer nivel internacional. Mapplethorpe (lote 113), Ruff (114), Kertes (115), Dicorcia (116), Lachapelle (117), Tillmans (118), Gursky (119), Hoffer (120), Beecroft (121), Vitali (122), Sugimoto (123), Araki (124) y Huan (125), con precios atractivos, verdaderamente, que van desde 600 a 5.000 euros.
Tras estas piezas, llegamos a la parte más interesante y atractiva de la oferta. La primera de las piezas es un dibujo coloreado sobre papel de Yoshitomo Nara, Sin título, 2007 (42 x 29,5 cm; 126). Lo increíble es el precio de salida, apenas 7.500 euros.
Para mostrar la evolución de Yoshitomo Nara, mencionemos una obra bastante similar a la que se ofrece, que se ha vendido ya tres veces desde su creación en el mismo 2007: se trata Cloud Shrouded, 2007 (lápiz de colores sobre papel, 42 x 29,5 cm; ver). Pues bien, Sotheby’s Hong Kong la vendió en abril de 2011 por 312.500 HKD (28.315 euros; ver), que se convirtieron en 37,500 GBP (45.446 euros) en febrero de 2014 en Sotheby’s Londres, y que se dispararon apenas cuatro años después, en noviembre de 2018, cuando Phillips Hong Kong la vendió por tercera vez por 1.150.000 HKD (129.641 euros; ver). Ese debería ser el tenor del precio final, si no más, puesto que es remate de hace cinco años ya…
Con la siguiente, de Yayoi Kusama, podríamos hacer un discurso similar, pero creo que bastará con mencionarla y comprobar su resultado final. De su mano, Infinity Nets, 1993 (O/L, 45 x 38 cm; 127), se ofrece por menos dinero aún, 5.000 euros. Lo cual, sinceramente, me cuesta entender, y más cuando es la portada del catálogo. Piezas de la misma serie o del mismo año, con tamaño similar, no es extraño que superen los 200.000 euros y bastante más en algunas ocasiones, con colores más suaves y atractivos, todo hay que decirlo, así que simplemente habrá que esperar.
De Anselm Kiefer, su Emanation, 1984 (100 x 90 cm; 129), una composición a base de plomo fundido, acrílico y collage sobre tabla, procedente de la importante Thaddaeus Ropac Gallery, de París-Salzburgo y de la M. Knoedler de NY, sucederá algo similar, aunque a menor escala; no son lo mismo, ni gustan igual los dibujitos y los puntos japoneses que la composición recia, pesada e intelectual del alemán, que se ofrece por ‘sólo’ 15.000 euros. Es el mercado del arte, bienvenidos.
Vean también la tabla de Víctor Vasarely, Koe, 1964 (A/T, 40 x 40 cm; 183), con el número 0514 inscrito al dorso y procedente de la Galería Barcelona, de Barcelona, por 13.000 euros. O la escultura de Anthony Caro, Sin título, c. 1980 (acero forjado y soldado, B4151; 37 x 85 x 46 cm; 317), por 5.000 euros, o las dos litografías de Francis Bacon: Aedipus and the Sphinx (after Ingres), 1984 (25/150, 128 x 90 cm; 339), y Triptych MayJune 1974 (Poster for The Metropolitan Museum of Art, New York), 1975 (157/170, plancha: 114 x 86 cm; 340), por unos increíbles 1.500 euros cada una.
Frente a estas obras internacionales, las españolas palidecen no por su calidad -que en algunos casos, es bastante superior-, sino por el mercado. En ese sentido, también presentan buenos precios, pero no tan atractivos, para que no se despisten. Entre otras, mencionaría especialmente la sencilla pero efectiva Gravitación nº 10, 1989 (tinta sobre papeles Amate superpuestos, suspendidos y unidos, 39,8 x 39,6 cm; 170), de Eduardo Chillida, por 15.000 euros; el sugerente y luminoso lienzo de Soledad Sevilla, Twombly en el Rompido, 2003 (O/L, 155 x 120 cm; 171), por 7.500 euros; el contundente lienzo de Antoni Tàpies, Porta negra i xifres, 1978 (óleo y asemblage/L, 162,5 x 130 cm; 177), por 37.500 euros; y la sencilla pero rotunda composición en hierro, cemento y pigmentos, Sin título, 1985 (56 x 43 x 14 cm; 320), pieza temprana de Cristina Iglesias, por 5.000 euros.
Por último, por si fuera poco y fuera de ese ámbito judicial, un lienzo del filipino Félix Resurrección Hidalgo: Espera al atardecer (O/L, 96 x 121 cm; 405), por 30.000 euros, que subirán también, como ya sabemos.
No todos los meses se consiguen esas adjudicaciones del Ministerio, aunque hace poco subastaron también los restos de Arte y Naturaleza… Supongo que para eso es la decana de las salas de subastas. Daniel Díaz @Invertirenarte
