Dosso Dossi regresa a Roma
La Galleria Borghese acoge desde el 4 de abril una nueva exposición en la que ha reunido, después de cuatro siglos, cinco de las diez pinturas realizadas por Dosso Dossi para Alfonso I d’Este a principios del siglo XVI. En 1608 ya formaban parte de la colección del cardenal Scipione Borghese, de ahí que este haya sido el lugar elegido para el reencuentro. Titulada Dosso Dossi. Il fregio di Enea, está comisariada por Marina Mirozzi. En catálogo cuenta además con sendos ensayos de Francesca Cappelletti y Peter Humfrey. Ha sido posible gracias a la colaboración del Louvre de Abu Dhabi, la National Gallery of Art de Washington y el Museo del Prado.
Hay espacios cuya fama ha perdurado a lo largo de los siglos. Algunos fueron imponentes, mientras que otros destacaron por sus reducidas dimensiones. A pesar de ello, estos últimos albergaron verdaderos tesoros artísticos que fueron patrocinados por mecenas de primer orden. En la Italia del Renacimiento brillaron Federico de Montefeltro en su palacio ducal de Urbino o Francisco I de Medici, promotor del famoso Studiolo del Palazzo Vecchio de Florencia.
Pero si existe un lugar especial y único dentro del ideario de la Historia del Arte, ese es el Camerino de Alabastro del duque de Ferrara. Fue encargado por Alfonso I d’Este también como Studiolo. Servía además de conexión entre el castillo estense y el palacio ducal dentro de sus apartamentos privados. Las paredes estaban cubiertas con placas de alabastro –de ahí su nombre– y el techo contaba con un artesonado de madera dorada. En sus muros se dispusieron esculturas clásicas junto a pinturas mitológicas de Giovanni Bellini, Tiziano y Dosso Dossi.
Entre 1518 y 1525 el duque encargó al veneciano tres pinturas: Baco y Ariadna, la Bacanal de los Andrios y la Ofrenda a Venus. En paralelo, entre 1518 y 1520 comisionó a Dossi diez escenas basadas en la Eneida de Virgilio. Estas se dispusieron a modo de friso. El conjunto se mantuvo inalterado hasta 1598. Ese año la familia d’Este entregó Ferrara al papado y el Studiolo fue desmantelado y dispersado. El friso pasó a manos del cardenal Scipione Borghese, que las dispuso en su palacio romano a partir de 1608.
En la actualidad solo siete de las 10 pinturas han sido localizadas. Se da además la paradoja de que el friso, aún completo, perteneció durante el siglo XIX a José de Madrazo. El artista y luego director del Museo del Prado estuvo en Roma entre 1803 y 1819. Fue entonces cuando debió adquirirlo. Ya en Madrid, formó parte de su colección hasta al menos 1856. A partir de entonces se dividió definitivamente.
Después de más de cuatro siglos, la Galleria Borghese vuelve a reunir cinco de ellas en una muestra que ha titulado Dosso Dossi. Il fregio di Enea. Lo hace gracias a la colaboración de tres instituciones que han adquirido en los últimos tiempos algunos de los lienzos: La National Gallery de Washington posee dos (ver aquí y aquí), aunque en puridad se trata de dos fragmentos de un mismo cuadro. El primero ingresó en 1939, mientras que el segundo, subastado en Christie’s en 2021, fue donado al museo por un coleccionista anónimo ese mismo año. El Museo del Prado (ver aquí) adquirió el suyo en 2019 y será la primera vez que se exponga, antes de mostrarse en Madrid. Por último, el Louvre de Abu Dhabi hizo lo propio en Sotheby’s también en 2021.
Los temas representados, manteniendo el orden de cita de las instituciones en el párrafo anterior, son: La Reparación de las naves troyanas (1939.1.250) y la Fundación de una ciudad en Sicilia (NG 2021.6.1) del museo norteamericano; la Llegada de los troyanos a las islas Estrófades y ataque de las arpías del Prado (P8310); y Juegos sicilianos en memoria de Anquises y Plaga de Pergamea de Abu Dhabi. A ello se suma una quinta pintura perteneciente a una colección particular italiana con el Viaje de Eneas a los infiernos.
En todos ellos se aprecia la vena fantástica e imaginativa de Dosso a la hora de crear cada uno de los paisajes de la Eneida. Estos están además realizados con colores vibrantes. Todo ello los convierte en un brillante ejemplo de la creatividad del artista dentro del ambiente culto que se respiraba en la Ferrara del momento. Dosso Dossi. Il fregio di Enea podrá visitarse hasta el 11 de junio de 2023. Ha sido comisariada por Marina Mirozzi y el catálogo cuenta además con textos de Francesca Cappelletti, directora de la Galleria Borghese, y el especialista Peter Humfrey.