Francisco de Goya. Desastres de la guerra, 1863, primera edición. Salida: 25.000 euros. Remate: 30.000 euros

30.000€ por una primera edición de Los desastres de Goya en Durán

En su vuelta a la normalidad destacaron además las ventas los pintores decimonónicos Carlos de Haes y Raimundo de Madrazo


 

El lote estrella, el que ocupaba la portada del catálogo de Durán, no defraudó. Se trataba de una primera edición de los conocidos y terribles ochenta grabados al aguafuerte, aguatinta y puntaseca que Francisco de Goya debió realizar entre 1810 y 1820, con sus atroces recuerdos de la vivida y contemplada Guerra de la Independencia, muy presentes aún en sus retinas. Eran, siguen siendo, Los desastres de la guerra, publicados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando nada menos que en 1863 (35 x 25 cm; lote 343).

En nuestro artículo de previos (ver), comentamos algunas singularidades de esta edición como que aparecían con la palmeta como filigrana en los papeles avitelados -con las iniciales J.G.O. (José García Oseñalde)-, y corregidos ya algunos errores tipográficos de los títulos de las estampas (excepto la número 9). Quizá lo malo es que cada una de ellas presentaba como singularidad, además de su correspondiente título en castellano, una transcripción antigua a mano de ese título al francés y al alemán (para más detalles sobre cada una de las ediciones, ver Delteil 120-199 y Harris 121-200). Y quizá esa intromisión ajena en el texto es lo que hizo que subiese poco, de los 25.000 euros de inicio hasta los 30.000 finales. Vendida en cualquier caso, que era la intención de la propiedad.

Más interés despertaron, como era previsible, dos lienzos de buenos pintores españoles decimonónicos. El primero, un vistoso paisaje del belga Carlos de Haes, el padre del paisajismo al aire libre en la Academia y padre intelectual, por tanto, de toda una generación de pintores. Se trataba de La canal de Mancorbo. Picos de Europa (O/L, 97 x 68 cm; 142), fechado en 1878, apenas dos años posterior al ejemplar de mayor tamaño que custodia el Museo del Prado (ver). Por 5.000 euros se ofrecía, y no fue extraño que subiera hasta los 11.000 euros finales. Algunos quizá esperaran más pujas, dada la importancia del motivo y su tamaño, pero la calidad del mismo estaba a cierta distancia de los detalles que perfectamente se pueden apreciar en el original, versionado varias veces.

El segundo, un pequeño gran lienzo de Raimundo de Madrazo, con un Retrato de dama (O/L, 40 x 32 cm; 146). No se trataba de Aline ni de una modelo especialmente atractiva, pero hay que reconocer que la luz que emanaba del mismo y su alta calidad se imponían desde lejos, y quedaban ratificadas al contemplarlo de cerca. No es raro por tanto que duplicara su estimación, pasando de 5.000 a 10.000 euros.

En pintura antigua, dos sencillos apuntes. Bodegón de flores (O/L, 92,5 x 132 cm; 136), del Círculo de Margarita Caffi, se adjudicó por los 3.500 euros pedidos. Más interés despertó la pequeña tablita de Escuela colonial antigua con Santo (O/T, 25 x 118 cm; 94); llamaba la atención por los apenas 200 euros pedidos, pero se terminó adjudicando dada su calidad y marco con espejos y decoraciones coloniales por 1.100 euros.

Y por último, en grabados, sí destacaría la subida de 600 a 2.250 euros de un pequeño pero magnífico grabado de Eduardo Chillida, Begirari II, 1990 (aguafuerte y aguatinta sobre papel Eskulan gris, 35/50, 26,5 x 13,5 cm; 270). Y aunque funcionaron perfectamente bien las pujas a través de los teléfonos y las compras online, hay que reconocer que no es lo mismo. Echo en falta la normalidad y que pasemos de fase para ver la sala con mucha más gente. Daniel Díaz @Invertirenarte

Francisco de Goya. Desastres de la guerra, 1863, primera edición. Salida: 25.000 euros. Remate: 30.000 euros
Eduardo Chillida. Begirari II, 1990. Salida: 600 euros. Remate: 2.250 euros
Carlos de Haes. La canal de Mancorbo. Picos de Europa, 1878. Salida: 5.000 euros. Remate: 11.000 euros
Raimundo de Madrazo. Retrato de dama. Salida: 5.000 euros. Remate: 10.000 euros