Y el Zóbel de 1959 de Ansorena voló a los 605.000 euros
La subasta se completó con la compra por el Estado de cuatro obras de Elena Asins
Que el cuadro 287 Carbeca (O/L, 80 x 65 cm, lote 459), pintado por Fernando Zóbel (1924-1984) y fechado el 28 de abril de 1959, se iba a disparar en Ansorena desde los 40.000 euros iniciales era algo evidente. Ya lo dijimos en nuestro artículo de previos (ver). Pero creo que ninguno en la sala, ni fuera de ella, esperábamos ni el aluvión de coleccionistas primero –dos en sala y seis u ocho en los teléfonos- ni el de pujas después. Y menos aún que el precio fuese subiendo lentamente, como las gotas del rocío, hasta llegar a la tremenda cifra final de remate de nada menos que 500.000 euros, que con el 21% de comisión de la sala, impuestos incluidos, queda finalmente en 605.000 euros [lamentablemente, el sábado siguiente día 6 de abril, Ansorena informó del retracto del comprador y de la posterior venta privada por 260.000 euros; ver noticia]. Con gran diferencia, el cuadro de 1959 vendido hasta la fecha, muy lejos tanto de Caesata, 1959 (O/L, 73,5 x 100,5 cm; ver), fechada precisamente el 4 de abril de 1959, por el que se pagaron en noviembre de 2018 en Christie’s Hong Kong 266.066 euros, y de Erenos, 1959 (O/L, 72 x 59,5 cm; ver), fechado el 3 de julio de 1959, que alcanzó en Christie’s Hong Kong en mayo de 2016 los 267.496 euros, a muchos euros de distancia de los 83.872 euros pagados en la misma sala en noviembre de 2007 (ver).
Con esa brutal escalada previa, y quizá como premio de consolación por decirlo de alguna manera, no fue extraño que su otra pieza en Ansorena, Composición, 1970 (42 x 73,5 cm; 460), una tinta sobre papel especialmente delicada, subiese también de los 5.000 atractivos euros iniciales a unos sorprendentes también 32.000 finales.
De todas formas, me parece que esta venta hay que verla en el conjunto de la economía mundial en general, y de la asiática en particular, donde hay una cantidad brutal de liquidez gracias al bajísimo coste del dinero y donde el arte aparece cada vez más claramente como una de las mejores inversiones y de valor seguro, siempre y cuando se haga bien, claro. Un dato anunciado ayer lo confirma: las distintas subastas de primavera en Sotheby’s Hong Kong han facturado un total de USD482 million (HK$3.78 billion), la segunda cifra más alta en la historia de la compañía, sólo por detrás de la del 40 aniversario en otoño de 2013. Tad Smith, CEO de Sotheby’s, comentó: “These superb results are up on what were already very strong results last spring, despite the fact that the estimates were lower than a year ago”; y añadió: “our excellent performance against low estimate is a clear indicator of the health of the market in Asia and bodes very well for our important upcoming May auctions in New York”.
La otra importante línea de ventas de la cita de ayer fue la relacionada con las obras de Elena Asins (1940-2015). La mejor de las piezas ofrecidas era Estructuras A, 1969 (látex sobre lienzo, 140 x 90 cm; 217), que subió de 16.000 a 20.000 euros, en lo que me parece que es una gran compra, y más teniendo en cuenta la ya no tan reciente retrospectiva en el Reina Sofía, allá por 2012 (ver). Las otras cuatro obras originales que se ofrecían de su mano las compró el Estado, por casi los exangües precios de salida. El esmalte sobre táblex, Composición geométrica, c. 1979 (55 x 46 cm; 216), subió de 3.000 a 3.200 euros. Y atribuidas a su mano, por no estar firmadas, pero proceder de la misma colección: Composición geométrica (A/L, 59 x 43 cm; 217A) fue comprado por los 2.800 euros pedidos; Estructura circular, c. 1981 (A y látex/táblex, 64 x 64 cm; 217B), en los 4.500 euros de la salida; y otra Composición geométrica (A/táblex, 81 x 65 cm; 217C), también por los 3.000 euros iniciales. Lo cual habla, en el fondo, del poco valor que aún tiene en el mercado secundario, esta crucial autora. Una pena. Y no deja de sorprenderme, todo sea dicho, ¡que el Estado no compre la primera de las obras! Vistas las obras de su mano que tiene el Reina Sofía (ver), echo en falta una similar en potencia, tamaño y calidad de esos años. Y todo por 20.000 euros…
Antes de terminar con lo contemporáneo debemos mencionar también la venta por 17.000 euros, muy cerca de los 15.000 pedidos, del pastel y carboncillo sobre papel del cubano Wifredo Lam: Sin título, 1965 (51 x 73 cm; 461).
Acabamos con un último remate: una sorprendente pelea, entre vascos probablemente, por la Playa de Ereaga y puerto viejo de Algorta (O/táblex, 54,5 x 67,5 cm; 13) de Menchu Gal, que comenzó desde los 9.500 euros y terminó en nada menos que 30.000 euros. Sólo queda dar la enhorabuena a la sala y esperar que se repita pronto algo similar. Daniel Díaz @Invertirenarte