Una pareja de lienzos de Camarón en Ansorena
Escenas bíblicas pintadas probablemente hacia 1755, saldrán a pujas en la cita de los días 21 y 22 de julio junto a piezas de Bertuchi y Ortega Muñoz
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Ya sabemos que, en nuestro país, la producción del siglo XVIII tiene una salida más bien complicada, salvo contadas excepciones como pudieran ser los trabajos preparatorios para techos de palacios de los reconocidos fresquistas o, por supuesto, la obra más o menos temprana de Goya.
En este sentido, y sabiendo también que hay pocos coleccionistas de este periodo de tiempo, no será fácil la venta en Ansorena de los dos lienzos del castellonense nacido en Segorbe, José Camarón (1730-1803). Sin embargo, me parecen dos piezas interesantes porque “probablemente formaron parte del conjunto de 46 lienzos que Camarón realizó para el coro de la cartuja de Vall de Crist, en Castellón. Los lienzos se ubicaban en cada uno de los testeros de los sitiales que ocupaban los padres cartujos y los realizó desde 1750 hasta el 60”. Lamentablemente, continúa el texto, “el conjunto se dispersó a los largo del siglo XIX con la invasión francesa primero y la desamortización de Mendizábal después”. Representan, ambos lienzos, episodios bíblicos, El faraón dando a Asenat por esposa a José y Abraham y Melquisedec (O/L ochavado, 75,5 x 45 cm; lotes 32 y 33); y en el reducido espacio de cada uno muestran una sencilla pero singular composición tardobarroca, dedicando especial interés al colorido. Por cada uno se piden 11.000 euros, entre los 7.000 euros en que se adjudicó Ofrenda del pan de la proposición en el Templo de Salomón (O/L ovalado, 69 x 83 cm) y los 13.000 euros de Inmaculada Concepción (O/L, 166,7 x 111,3 cm), en noviembre de 2016 en Alcalá, pero lejos ya de las 15,000 GBP (20.641 euros) pagadas en Christie’s Londres en abril de 2015 por la Virgen del Rosario (O/L, 74 x 61 cm; ver).
Si avanzamos medio siglo, nos encontramos con un buen lienzo Highland interior, 1831 (O/L, 43,5 x 54 cm; 646), firmado con iniciales por Edgar Henry Landseer. Muy cercano en el planteamiento a otro lienzo de su mano como Highland whisky still, 1829, que en marzo pasado subió de 44.000 a 48.000 euros (ver), forma parte del conjunto de estudios que Landseer realizó en y de las Highland escocesas. Expuesto en la Royal Academy de Londres ese mismo año de 1831, en la British Institution en 1832 y en la Art Treasures Exhibition de Manchester en 1857, se ofrece por 44.000 euros.
Avancemos por el siglo XIX español, donde destacaría tres piezas. La primera es un buen resumen de la pintura preciosista, de los artistas formados en Italia en el entorno de la Academia de España en Roma, a base de pequeñas y coloristas pinceladas, de fácil venta para los pequeños coleccionistas. Me refiero a la luminosa Vista desde Riva degli Schiavoni hacia el Palacio Ducal y Santamaria de la Salute, Venecia (O/L, 36,5 x 56,5 cm; 142), del sevillano Rafael Senet. Procedente de una colección de Cambridge, probablemente gracias a su marchante inglés Tooth, es una vista llena de color, con todos los elementos arquitectónicos necesarios y también los accesorios, como las góndolas, los amarres, los pequeños personajes que ya apenas se entrevén, etc. 10.500 euros.
La segunda, el paso a la pintura naturalista, tomada directamente del natural, con apuntes de objetos, árboles o detalles aparentemente sin importancia. Es la que introduce el belga Carlos de Haes en la Academia de San Fernando, al que siguen luego importantes discípulos como Aureliano de Beruete, de quien se ofrece Alrededores de Madrid, 1909 (O/L, 47,5 x 53,5 cm; 147); con etiqueta con el número 619 –muy probablemente de su exposición póstuma en la Casa de Sorolla en 1912-, sale a pujas por 12.000 euros. Y la tercera, la visión orientalista, más tardía ya, llena del color abrasador del continente africano de Mariano Bertuchi con su Mercado de Rabat (O/T, 48 x 57 cm; 148), por 9.000 euros, que probablemente subirá.
En el siglo XX, una primera parada más que merecida, es el sencillo lienzo de Godofredo Ortega Muñoz, una especie de abstracción del campo, modernización de la visión paisajista pasada que había comenzado de alguna manera con la Escuela de Vallecas: Paisaje (O/L, 38 x 47 cm; 578), por 19.000 euros, lejos de los altos precios que alcanzaban sus obras antes de la crisis…
La segunda y última parada pertenece ya a la abstracción, con tres sugerencias. Del arquitecto Juan Navarro Baldeweg, Composición, 1980 (O/L, 195 x 150,5 cm; 175), por 10.000 euros. De José Manuel Broto, un temprano 2 (9), 1976 (O/L, díptico, 193 x 145,3 cm; 176), por 10.000 euros. Y un más expresionista Es marzo, 1994 (O/L, 238 x 200 cm; 177), de Carlos León, por 12.000 euros. Y, para los que nos gusta el grabado, disfruten del aguafuerte y aguatinta con carborundum de Joan Miró, L’Oeil bleu du volcan, 1981 (48/60, 129 x 96 cm; Dupin, 1238; 715), por 8.500 euros. Daniel Díaz @Invertirenarte