Un Descendimiento inédito de Bayeu por 10.000 euros en Abalarte
En la subasta de los días 3 y 4 de octubre, le acompañan buenas piezas de Pedro de Camprobín y Antonio Joly
(Si quiere ver los resultados de la subasta, pulse aquí)
Francisco Bayeu (1734-1795) fue mucho más que el cuñado de Goya y su introductor en la Corte. Heredero del mundo tardobarroco de Corrado Giaquinto, supo asumir el nuevo lenguaje propuesto por Anton Raphael Mengs y la Academia, convirtiéndose gracias a su indiscutible calidad en uno de los artistas de referencia del mundo gusto de Carlos III.
Abalarte presenta, con una de sus lacónicas catalogaciones, un temprano y magnífico Descendimiento (O/L, 103 x 61 cm; lote 65) inédito de la mano del aragonés, con una fuerza verdaderamente llamativa. Su deuda con Giaquinto aquí es evidente, pero se percibe una mano que va más allá, en busca de nuevas soluciones.
Estamos por tanto en una etapa aún de juventud o incluso primera madurez, pero donde aún no se percibe tan claramente el aliento clasicista mengsiano. Típica de su mano es la cabeza de María Magdalena e incluso esa forma de hacer los ropajes, con unos pliegues que casi son planos. El color se aplica con empastes atrevidos, pero con la suavidad del que domina ya la técnica. La cita a Miguel Ángel en el Cristo es evidente, pero en el museo del Prado se conserva un interesante dibujo a sanguina de brazo en alto y pierna (ver), que bien pudo servir de modelo para algunas partes de su figura, siguiendo su modo habitual de trabajo, a base de estudios parciales.
Los 10.000 euros de su salida son, simplemente, una oportunidad por la que pujará, sin duda ninguna, más de un coleccionista. Pero sin grandes pretensiones, pues no se trata del Bayeu que se busca y que todos conocen sino más bien de un muy buen ejemplo de su calidad de juventud.
De la generación anterior es el italiano Antonio Joli (c. 1700-1777), de quien se ofrece una Vista panorámica del Palacio de Aranjuez con la plaza de san Antonio y el río Tajo con su embarcadero (O/L, 83 x 170 cm; 97). Sacar una pieza del italiano al mercado español es ya un logro, pues la mayor parte se va a Londres, donde ha obtenido remates astronómicos, sobre todo si se trata de piezas que reflejan esa capital… No hay más que recordar su venta en diciembre pasado de Westminster Bridge, London (O/L, 92,7 x 150 cm, ver), que subió en Christie’s a las 790,000 GBP, o los 1,690,000 USD (1.551.056 euros) pagados en Sotheby’s en junio de ese año por un impresionante London, a View of the City of Westminster over the river Thames from Lambeth (O/L, 150,8 x 278 cm, ver).
La que ahora sale a pujas por 100.000 euros -quizá por su estado de conservación- podría ser especialmente interesante para los coleccionistas, dado su interés topográfico y documental. Procedente de la colección de Félix Boix, la catalogación sugiere que quizá se trate de la Vista de Aranjuez que perteneció a Isabel de Farnesio, aunque se echa en falta algún número de inventario u otra señal. En el ya lejano 2003, Christie’s vendió un luminosa, cuidada y en perfecto estado Calle de Alcalá, Madrid (76,8 x 119,7 cm) por 1,013,250 GBP (1.444.691 euros).
Dos piezas más en pintura antigua, brevemente ya. Se trata de dos bodegones del conocido pintor manchego Pedro de Camprobín (1605-1674): Jarrón de bronce con flores encima de una repisa (O/L, 68 x 50 cm; 89), obra inédita de su mano, con calidad evidente y una salida desde 20.000 euros, y un atípicamente firmado Bodegón con cesta de flores, un florero, un plato de fruta y un pájaro sobre una caja (O/L, 63 x 100 cm; 1128), que deberá partir desde unos ya menos atractivos 95.000 euros.
En el siglo XIX, deténganse en el interesante lienzo de Judith ocultando la cabeza de Holofernes, 1848 (O/L, 221 x 148 cm; 1106), firmado por Antonio María Esquivel; la escena no es fácil para los coleccionistas por temática y tamaño, y probablemente por eso se ofrece por apenas 12.000 euros. En los albores del siglo XX, dos paisajes que debemos mencionar. El primero, de Joaquín Sorolla, un lienzo sobre táblex, Barcas en la arena, c. 1904 (12,5 x 19,1 cm; 127), con certificados de Francisco y Blanca Pons-Sorolla, por 45.000 euros. Y el segundo, que subirá de precio, de Aureliano de Beruete, Lavanderas en el río Manzanares (O/T, 15 x 28 cm; 1140), por 3.500 euros. Y por último, la recomendación: Piedras, 1964 (O/T, 18 x 18,5 cm; 85), del chileno Claudio Bravo, por apenas 5.000 euros. Daniel Díaz @Invertirenarte