El pasado 25 de enero reabrió sus puertas, tras décadas de cierre forzado, el Antiquarium de Pompeya, un espacio situado en el acceso al sitio arqueológico en el que se narra la historia de la ciudad desde su fundación hasta su destrucción en el siglo I d.C. El edificio acoge algunos de los más recientes descubrimientos arqueológicos junto a frescos procedentes de diferentes edificios de la ciudad. Este último repertorio se acaba de enriquecer además con la excavación de un termopolio hallado recientemente que ha descubierto nuevas pinturas de excepcional calidad. De todo ello tratamos a continuación.