La trayectoria del pintor y escultor Richard Artschwager (Washington, D.C., 1923- Albany, Nueva York, 2013) ha estado marcada por cuestionar continuamente la frontera que hay entre la apariencia y la esencia de lo representado. Ahora el Museo Guggenheim de Bilbao le dedica una exposición que abarca cinco décadas y que nos ilustra de cómo supo desarrollar un lenguaje personal, no exento de humor, pero siempre revelando su delicadeza y realismo. Alterno un cierto sentido de la monumentalidad con su cercanía a la vida cotidiana.