Desde hace miles de años han ido desapareciendo joyas artísticas como El Coloso de Rodas, que era la estatua del dios griego Helios, que daba paso a la isla de Rodas, o los frescos pompeyanos de la Villa de los Misterios, por citar dos ejemplos de la Antigüedad entre otros miles de objetos pictóricos y escultóricos de gran transcendencia en la historia del arte son entre un centenar de ejemplos el eje del nuevo libro del historiador del arte Noah Charney (New Haven, 1979), editado por Phaidon, y titulado El Museo del Arte Perdido. Si se hubieran conservado esos millones de piezas estaríamos hablando del mayor museo del mundo.