El arquitecto francés ha encontrado en el diseño de museos la libertad necesaria para llevar a cabo algunas de sus ideas más ambiciosas. La construcción de espacios destinados a la cultura se ha convertido en un reducto para que la arquitectura más conceptual y arriesgada encuentre su lugar en nuestras ciudades. El problema puede aparecer cuando no solo existe una competición entre contenido y continente, sino que la colección albergada queda eclipsada totalmente por un edificio-escultura.
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