27 obras de Isabel Baquedano donadas al Museo de Bilbao
Hace año y medio el Museo de Bellas de Bilbao organizó la exposición Isabel Baquedano. De la belleza y lo sagrado (ver artículo publicado en la web de ARS) para luego exponerse con alguna variación en el Museo de Navarra y en el Museo Universidad de Navarra, recuperando una figura singular como la pintora navarra (Mendavia, 1929- Madrid, 2018). Ahora el Museo de Bilbao presenta en la sala A (artista) una serie de 26 obras de la donación Isabel Baquedano, realizada por su familia en 2020 y de otra obra legada por un coleccionista particular. El Museo quiere que esta acción, en el Día Internacional de las Mujeres, sea tanto un reconocimiento a su labor como pintora como un homenaje al trabajo de otras mujeres artistas.
Isabel Baquedano inició su trayectoria a comienzos de 1960, una época en la que no eran muchas las mujeres artistas que conseguían desarrollar una carrera propia. Durante toda su vida como artista sostuvo una vocación inapelable. Comenzó trabajando en la figuración realista sin perder de vista el arte pop y la crítica social. Los paisajes urbanos y la realidad cotidiana, primero, y los temas de la historia del arte como el circo o el Antiguo y el Nuevo Testamento, después, forman parte de sus amplios intereses hasta crear un universo propio, donde su búsqueda terminaba por imponerse en esa innovación constante.
Con motivo de la retrospectiva que pudo verse en Bilbao y más tarde en Pamplona también se publicó el primer estudio monográfico dedicado a su obra. Para que ese proyecto fuera posible, además de la labor de los tres museos, se contó con la inestimable colaboración de la familia de la pintora, así como el conocimiento del escultor y amigo de Isabel Baquedano, Ángel Bados, que es uno de los mejores conocedores de la evolución como artista de Baquedano.
Junto con un valioso fondo documental, la donación incluye ejemplos sobresalientes de las diferentes etapas creativas de Baquedano y de los temas que le interesaron a lo largo de toda su carrera: autorretratos, retratos como el de Rafael Huerta y escenas cotidianas protagonizadas por familiares y amigos, así como algunas de sus series más conocidas, y entre ellas, las que dedicó a diversos episodios religiosos, como la emblemática representación de Adán y Eva.