No vendido el Ecce Homo de Murillo en Retiro
Retirado el cuadro de Miró, terminó como cuadro mejor vendido un San Miguel arcángel del Taller de Zurbarán por 9.500 euros
Era previsible, y hasta un cierto punto lógico, pero había que esperar hasta el último momento. Al final, no hubo ningún interesado que pujara en Retiro por el lienzo con el Ecce Homo, 1660/70 (O/L, 58 x 46 cm; lote 132) del sevillano Bartolomé Esteban Murillo, con todo un estudio firmado en 2015 por el catedrático Enrique Valdivieso que no dejaba dudas sobre la autoría del mismo –y del que hablamos ya en nuestro artículo de previos (ver). Los 370.000 euros pedidos, que suponían un desembolso final de casi 450.000 euros, comisiones e impuestos ya incluidos, se demostraron, de nuevo, insalvables.
Si en julio pasado la Agencia Tributaria lo ofreció por 900.000 euros, esta vez el baño de realidad fue mayor. Y, lamentablemente, ha sucedido lo mismo esta misma semana con la tabla de Coffermans en Goya, por la que se pedían 150.000 euros (ver), y en menor medida con la pareja de castas de Juan Rodríguez Juárez, la de Barrera y la de Jerónimo Jacinto de Espinosa en Abalarte (ver), por citar sólo algunos.
Así las cosas, la obra mejor pagada fue finalmente un interesante San Miguel arcángel (O/L, 144 x 91 cm; lote 124), reentelado y con marco del siglo XIX, del Taller de Zurbarán –por similitud con la serie de diez arcángeles pintados por su obrador para la catedral de Jaén, que había salido a pujas por 9.000 euros y que se adjudicó por 9.500. En pintura antigua, la Coronación de la Virgen (O/T, 86,5 x 77,5 cm; 117), de Escuela flamenca del siglo XVII, se adjudicó por 4.500 euros, ligeramente por encima de los 3.800 de inicio, mientras un atractivo San José con el Niño (O/L, 69 x 56 cm; 119), del Círculo del sevillano Esteban Márquez, aunque con repintes, demostraba el interés de algunos coleccionistas subiendo de los extraños 400 euros de inicio hasta unos más razonables 2.250 euros finales.
En el siglo XIX, sucedió algo similar con La gallinita ciega (O/L, 52,5 x 85 cm; 88), de Eugenio Lucas, que pasó de 3.000 a 4.500 euros. La acuarela Butterfly, 1893 (17 x 25,5 cm; 83), del alemán Albert Briestadt, hizo lo propio, de 3.500 a 4.500 euros esta vez.
Por último, en el siglo XX, destacó el dibujo a tinta y lápices de color de Julio González, Personaje insectiforme, 1938 (26 x 21 cm; 60), realizado en Madrid, con otro dibujo a lápiz por detrás y la referencia al catálogo razonado además del título. Dos coleccionistas interesados pujaron por él y pasó de 6.000 a 7.000 euros, ofrecidos finalmente por vía telemática, abundante en la subasta, todo hay que decirlo. Y poco más. Feliz Navidad y muy felices fiestas. Daniel Díaz @Invertirenarte