Los tesoros de la Borghese se refugian en el Palacio Barberini

Los tesoros de la Borghese se refugian en el Palacio Barberini

El cierre temporal de la primera planta de la Galería Borghese ha sido la excusa perfecta para que medio centenar de sus obras maestras se trasladen al museo vecino, dando como resultado un recorrido inédito en el que conviven pinturas de Tiziano, Rafael o Veronés con Bellini y Caravaggio. Esta semana, además, se han sumado ocho nuevas pinturas de Guido Reni, Scipione Pulzone y Palma el Joven, algunas de ellas procedentes de los almacenes, para completar la ya de por si exquisita exposición romana.

Jacopo Palma el Joven. La caída de Lucifer. Hacia 1515-1520.© Galleria Borghese, Roma.

Hace tiempo que el cierre temporal de museos y pinacotecas dejó de ser una condena para las obras de arte, que habitualmente quedaban relegadas a los almacenes, cuando no a los depósitos del centro. Ahora eso rara vez ocurre. Quizá porque se plantea como la oportunidad perfecta para dejar que sus tesoros viajen a otros centros –nacionales o extranjeros–, permitiendo así que nuevos públicos los descubran.

Ahí tenemos el préstamo excepcional de la Frick Collection al Prado, algo que no había ocurrido en 100 años, o la reunión inédita de lo mejor de las colecciones de Capodimonte y el Louvre en París (porque el primero estaba en obras).

Esta vez le ha tocado el turno a la Galería Borghese, aunque en su caso las pinturas no se han tenido que mover mucho. Han abandonado la primera planta del museo para recorrer los escasos tres kilómetros que le separan del Palacio Barberini, la sede que les ha dado cobijo mientras reacondicionan su hogar. Por tanto, Roma es la ciudad que sigue mostrando los capolavori de la galería, parcialmente abierta, porque su principal reclamo son las esculturas de Bernini ubicadas en la planta baja.

“La exposición en el Palacio Barberini permitirá hacer visible el patrimonio de la Galería y establecer relaciones con otra colección barroca excepcional”, mantiene Francesca Cappelletti, directora de la entidad prestadora que ha hecho posible la muestra Tiziano, Bellini, Bronzino.

Pulzone Scipione. Sagrada Familia con san Juanito y santa Isabel. 1588-1590. © Galleria Borghese, Roma.
Scarsellino. Venus y Adonis. Hacia 1600. © Galleria Borghese, Roma.

Como suele ocurrir en estos casos, el préstamo no solo supone ver las obras de grandes maestros fuera de su contexto habitual, sino que permite felices reuniones. Es el caso de dos de los retratos de Rafael más señalados: su temprana Dama con unicornio (1506) y La Fornarina (1518-1519), además del Amor sagrado, amor profano.

De igual forma, destaca la presencia inédita en el Palacio Barberini de Retrato de hombre de Antonello da Mesina, Virgen con Niño de Giovanni Bellini o la Predicación de san Juan Bautista pintada por el Veronés, a las que acompañan otras telas de Rubens y Tiziano.

Lo cierto es que esta exposición tendría que haber cerrado hace unas semanas, pero la oportunidad de reunir tal cantidad de obras maestras es tan excepcional que se ha decidido prorrogar hasta el 27 de octubre.

Y no solo eso. Para aquellos que aún no la hayan visitado, añade un nuevo aliciente: esta semana se ha anunciado que ocho nuevas pinturas se incorporan al recorrido, ya de por si extraordinario.

Los recién llegados son Guido Reni –se presenta la escena adquirida en 2020–, Jacopo Palma el Joven, Bartolomeo Montagna y Pulzone Scipione. También se suman, entre otras obras, Susana y los viejos de Gerard van Honthorst y una escena de David con la cabeza de Goliat que es una derivación de Dosso Dossi.

Es importante destacar que algunas de estas obras proceden de los depósitos de la Galería Borghese, lo que significa que rara vez se han expuesto al público.

Tiziano, Bellini. Brozino permite disfrutar, juntas, dos colecciones que comparten una historia similar vinculadas a dos figuras cruciales de la Roma del siglo XVII: Maffeo Barberini–más tarde Urbano VIII– ­y Scipione Borghese (sobrino de Pablo V).

“Hoy se regocijarían por esta iniciativa”, sentenciaba Thomas Clement Salomon, director del Palacio Barberini- Galería Nacional de Arte Antiguo. Sol G. Moreno

Guido Reni. Danza campestre. Hacia 1601-1602.© Galleria Borghese, Roma.