La colección Gnerucci, en Cortona
Mañana se inaugura en el Museo dell’Accademia Etrusca de la ciudad italiana la exposición Pietro da Cortona e i disegni di architettura del ‘600 e ‘700 della colezzione Gnerucci, una oportunidad para conocer los dibujos de arquitectura y ornamento atesorados durante décadas por este reputado bibliófilo. La línea argumental de la muestra profundiza en el proceso creativo de la arquitectura realizada entre Roma y la Toscana durante los siglos XVII y XVIII, centrando su protagonismo en el célebre Pietro da Cortona.
Durante más de cuatro décadas, el bibliófilo cortones Paolo Gnerucci (1944-2013) recopiló una importantísima colección de libros, álbumes, fotografías, estampas y dibujos relativos a su ciudad natal y a los artistas –especialmente arquitectos– que se formaron o trabajaron en ella. Quizás, la figura más relevante sea la del poliédrico Pietro Berrettini da Cortona (1596-1669), pintor pero también proyectista que, más allá de su celebrada trayectoria como fresquista, resuena en nuestro país como aquel a quien Velázquez intentó traer a España por petición de Felipe IV para redecorar el Alcázar de Madrid.
Tomando como partida varios de sus dibujos, el Museo dell’Accademia Etrusca e della Città di Cortona (MAEC) ha organizado, en colaboración con el Centro di Studi sulla Cultura e l’Immagine di Roma, la exposición Pietro da Cortona e i disegni di architettura del ‘600 e ‘700 della colezzione Gnerucci. Está comisariada por Sebastiano Roberto (Universidad de Siena) con la colaboración de Mario Belvilacqua (Universidad de Florencia) y Massimo Moretti (Universidad de la Sapienza de Roma) y cuenta con préstamos de instituciones como el Gabinetto dei Disegni e delle Stampe de los Uffizi o la Biblioteca Marucelliana. De todos ellos, uno de los más significativos es el Autorretrato de Cortona de los Uffizi que el artista realizó entre 1664 y 1665 para el gran duque Leopoldo de Medici.
La selección de las piezas expuestas ha permitido a los comisarios avanzar en el estudio sobre la presencia de refinados talleres de canteros y arquitectos activos en Cortona y su territorio a partir del siglo XVII, influenciados estos de las novedades que se entaban realizando en Roma y Florencia. Con ello, han estructurado la muestra en varias secciones que arrancan con un primer capítulo dedicado a los talleres de las familias de arquitectos Radi y Berrettini y el desarrollo de sus proyectos –especialmente edificios religiosos– en el área cincundante.
La iglesia de San Francisco de Cortona posee un espacio propio a partir de la realización de su famoso relicario de la Santa Cruz, que fue iniciado a principios del XVI pero se concluyó en un leguaje decorativo completamente distinto en la década de 1630, instalado en el altar mayor del templo, a manos de Bernardino Radi. También de singular importancia es la presencia, por primera vez en una exposición, del Códice Berrettini de la biblioteca Marucelliana de Florencia, en el que se recogen todos los dibujos de estudio y proyectos arquitectónicos del arquitecto Filippo Berrettini, que además de trabajar para la corte granducal florentina, fue cuñado de Pietro da Cortona.
Del gran artista del barroco italiano se muestran algunos de los estudios realizados por este de la columna de Trajano. También, y aquí está el punto fuerte, están presentes algunos de los proyectos que realizó tanto para la corte papal como para la ciudad de París por petición de Luis XIV. Se acompañan además de modellinos tridimensionales de tres de ellos: la iglesia de Santi Luca e Martina en el foro romano, el proyecto para el palacio Chigi en la Piazza Colonna y el de la Reggia del Louvre para el monarca francés.
Pietro da Cortona e i disegni di architettura del ‘600 e ‘700 della colezzione Gnerucci podrá visitarse desde mañana hasta el 18 de septiembre de 2022 en el Palazzo Casali, sede del MAEC. Para la ocasión se ha preparado un catálogo donde se recogen no solo las piezas expuestas, sino otras tantas –muchas de ellas inéditas– de proyectos arquitectónicos y aparatos efímeros que fueron creados tanto para celebraciones religiosas como para festejos vinculados a la corte granducal.