‘La tierra de los cielos’, de Toni Serra, en el Museo de Bilbao
El Museo de Bellas Artes de Bilbao acogió ayer la presentación de la videoinstalación Asemanastán, La tierra de los cielos (2020), obra póstuma de Toni Serra, que puso en marcha gracias a las Becas Multiverso a la creación en Videoarte que impulsa la Fundación BBVA desde 2018. Esta colaboración entre esta institución y el museo bilbaíno ha hecho posible que ambas entidades trabajen coordinadamente en la creación y difusión del Videoarte y la Creación Digital desde hace seis años. Durante este período se han presentado trabajos de Víctor Erice, Antoni Muntadas, Beatriz Caravaggio, Álvaro Perdices o Ana Laura Aláez, entre otros.
Toni Serra (Abu Ali), nació en Manresa en 1960 y falleció en Barcelona en 2019, poco después de comenzar su trabajo en el video Asemanastán. La tierra de los cielos (2020), que había presentado a las Becas Multiverso de la Fundación BBVA. Este trabajo con una duración de más de 50 minutos fue completado por un equipo de profesionales que además eran amigos del artista. A partir del pre-guion inicial utilizaron el material que Toni Serra grabó durante su viaje a Irán.
Alex Muñoz -artista visual y fotógrafo- se ha encargado de la selección de las secuencias y de la edición de las imágenes, y Barbara Held -compositora de la música de varias piezas del artista-, del sonido del video a partir del material grabado por Serra. Sus amigos evitaron un montaje lineal y la pieza principal se concibió en bloques de secuencias con forma de díptico, de manera que estas van apareciendo alternativamente en una y otra pantalla, fundiéndose después a negro. En la antesala, una pantalla muestra a un hombre recitando un poema en farsi y otra, la imagen de un reflejo de luz en el agua, el emblema del video.
Como en sus últimas piezas, esta obra de Toni Serra aborda la relación del video con la experiencia interior y las visiones que transitan ese mundo intermedio -entre mundos- entre lo real y lo irreal, lo visible y lo invisible, el sueño y la vigilia, la vida y la muerte… como un viaje que no solo cruza, sino que borra también estos límites y fronteras.
Como Toni Serra dijo al respecto: «Este proyecto de videoarte se centra en la noción y la experiencia de la luz y su contemplación. Parte experimentalmente de la arquitectura y poesía mística islámica iraní de los siglos XI-XII, pues es en esa cultura donde el uso de la luz como vehículo místico tiene una tradición más antigua y matricial, y donde ha alcanzado su más alta expresión, ya desde tiempos preislámicos con la cosmovisión Zoroástrica en torno a la luz y la oscuridad. Esta búsqueda de la luz pretende ir más allá del enfoque puramente físico y la visión óptico-céntrica para recomponer su vínculo con la experiencia interior y la contemplación. Iluminación y Contemplación: ambas son una constante en mi obra. Empecé a tener la consciencia de que a través de los videos trabajaba con luz; más exactamente con luces y manchas, sombras y colores que creaban visiones, presencias intangibles en la oscuridad. Empecé a ver la relación entre el video y los sueños y sobre todo las visiones. La necesidad de contemplación».