La ‘luz’ de Derain en ‘El puente de Waterloo’ recuperada por el Thyssen

La ‘luz’ de Derain en ‘El puente de Waterloo’ recuperada por el Thyssen

La sala 33 del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza exhibe hasta el 23 de junio en un montaje especial El puente de Waterloo, un óleo de André Derain pintado en 1906, que acaba de ser restaurado por el equipo del museo. Esta acción fue impulsada por una campaña de micromecenazgo puesto en marcha con el apoyo de Mastecard, que creó una plataforma de donación y comunicó dicho proyecto para atraer los fondos necesarios. Esta importante pintura de André Derain, tras su restauración, ha recuperado la luz vibrante y los vivos colores que eran seña de identidad del pintor francés.

Nuevamente el equipo de restauración del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza ha vuelto a devolver su esplendor a una obra de su Colección como ya lo hiciera anteriormente con Santa Catalina de Alejandría de Caravaggio, y Joven caballero en un paisaje de Vittore Carpaccio, entre otras piezas maestras que han sido restauradas por el museo madrileño.

André Derain (Chatou, 1880-Garches, 1954) fue uno de los creadores junto a Henri Matisse y Maurice de Vlaminck del movimiento fauvista, cuya característica principal fue su modo de interpelar al espectador en el uso del color. Un buen ejemplo es El puente de Waterloo (1906), ya que Derain  siguiendo el consejo del marchante Ambroise Vollard se marchó a Londres para tener una experiencia similar a la que sintió Monet en sus vistas del río Támesis.

Detalle comparativo de "El puente de Waterloo" de André Derain, antes y después de la restauración. Fotografía: Cortesía del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
André Derain. El puente de Waterloo, 1906. Estado final de la obra restaurada. Óleo sobre lienzo. 80,5 x 101 cm. Museo Nacional Thyssen-Bormenisza

Este óleo, junto con otros que pintó en la capital inglesa, quizás sean algunos de los mejores de su período fauve. La restauración de la obra ha comprendido un período de 15 meses y se ha realizado con rigor para poder recuperar el color y la luminosidad con que fue creada por el artista. Para ello el equipo de restauración del museo ha llevado a cabo una investigación científica a través de técnicas como la radiografía, la reflectografía infrarroja, la fotografía rasante y transmitida y el análisis de los materiales.

El estudio de la técnica pictórica de Derain ha demostrado ser poco habitual, ya que utiliza pinceladas de colores casi puros junto a zonas donde se deja entrever el lienzo con una ausencia total de pintura. La capa de preparación a la vista aumenta, además, la luminosidad de la obra, gracias a una mayor concentración de blanco de plomo, junto al carbonato cálcico y la sílice.

La paleta de Derain estaba llena de rojos (bermellón, colorante naftol y tierra roja), amarillo de cinc y anaranjado de cromo, casi puros y aplicados en pinceladas yuxtapuestas. En una pintura tan luminosa apenas se encontraban sombras, ya que el artista utilizaba contrastes de colores para conseguir el volumen y la profundidad que necesitaba.

Los restauradores, gracias a la fotografía con luz rasante, han podido observar el volumen de las pinceladas que aplicó en el lienzo. Las zonas con más grosor son las que realizaba en el cielo, sobre todo en la esquina superior derecha, donde representaba la intensidad de la luz del sol, y las pinceladas eran verticales. En la zona central del horizonte, con el puente y los edificios, la pintura era más fina, lisa y casi continua, lo que aportaba profundidad, mientras que en la zona del río volvió a emplear más carga de pintura.

Por su parte, la imagen radiográfica ha confirmado que el artista mantuvo su idea inicial, ya que coincide con un dibujo preparatorio similar en forma y color a la pintura y no se apreciaban cambios de composición. Y la reflectografía infrarroja ha permitido observar el uso de un óleo ligero para definir la silueta del puente y la ciudad en contraste con las texturas más empastadas del cielo y el río.

Con todo ese estudio el equipo del Thyssen ha realizado un complejo trabajo de restauración para contrarrestar la degradación que la pintura ha sufrido con el paso del tiempo y que ha incluido el refuerzo del lienzo, la consolidación de la capa de pintura y la eliminación de la suciedad, la contaminación y el barniz envejecido.

Detalle del protocolo de control de la limpieza de la obra "El puente de Waterloo" de André Derain
Detalle de la pincelada del óleo "El puente de Waterloo" de André Derain
Vista de instalación de "El puente de Waterloo" de André Derain