La alegría de vivir de Carlos Nadal en Ansorena
En la cita de los días 19 y 20 de enero [retrasada a los días 26 y 27] sobresale también la oferta de maestros antiguos con un retrato de Luis I de Houasse como pieza destacada
Acabamos el año con una cierta esperanza; los prometedores resultados de algunas salas inclinaban una balanza que, conforme avanzan los días de este primer mes, se va viendo más incierta. El comienzo del año, con las alarmantes cifras de contagios disparadas, en nuestro país y en los vecinos, unidas a los estragos producidos por Filomena, muestra un panorama un tanto desolador, que puede hacer que incluso la centenaria sabiduría popular se equivoque en aquello de Año de nieves, año de bienes.
Ansorena, fiel a su cita mensual, parece aportar un granito de ilusión, un rayo de ilusión y color en su temprana cita. En la ingente oferta habitual, destacaría el lienzo de Carlos Nadal (1917-1998), Mer le lumiere (O/L, 46,5 x 55 cm; lote 75), firmado, y al dorso titulado, con sello del atelier y con etiqueta de la Sala Parés. Obra de sus últimos años, la alegría de vivir se ha desbordado ya en su paleta y se manifiesta en un dibujo muy precario, insinuado apenas, pero lleno de color, sin cuidadas mezclas, con su fuerza aplicada casi directamente en el lienzo, donde lo que prima es el azul, del cielo y del mar, y unos personajes que parecen flotar, como en un sueño. Claro contraste con el otro que se ofrece de su mano, mucho más temprano, Playa, 1950 (O/L, 50 x 65 cm; 76), firmado y fechado, y con etiqueta de la misma Sala Parés, y mucho más austero, serio a pesar de las apariencias, casi reservado, diría. Por el primero, se piden unos atractivos 15.000 euros, dado el tamaño, la temática y esa alegría, por debajo de los 17.000 de inicio del segundo (más alto de los 16.000 euros en que se ofreció y no se vendió en noviembre de 2019, ver).
Para los coleccionistas del siglo XX, me parecen interesantes también un lienzo de Luis Feito, 874 (O/L, 100 x 100 cm; 199), fechado en 1971, a base de grandes masas de color, casi uniformes, típico de esos años posteriores a El Paso y anteriores a su etapa más gestual, por 15.000 euros, y dos cabezas a base de yeso y varillas de hierro, Cultural object XXIV, 2006 (36 x 18 x 16 cm y 39,5 x 20 x 19 cm; 421), de Xavier Mascaró, por 7.000 euros.
Retrocedamos brevemente al mundo decimonónico. Sobresale La llegada del pescado (O/L, 85 x 105 cm; 623), de Enrique Martínez Cubells, una composición ya tardía también, con su habitual y no por ello menos sabio juego de luces, a base de grandes manchas de color. En 18.000 euros deberán comenzar las pujas, un precio más atractivo que los habituales, hace no demasiado tiempo. Más caro, 22.000 euros, pero mucho más retardatario, se ofrece El rapto de las sabinas (O/L, 81 x 130 cm; 746), de Ulpiano Checa, animados tal vez tras su venta en noviembre pasado por 40.000 euros de su wagneriano Rapto de Proserpina (O/L, 165 x 101 cm; ver).
Mucho más interesante me parece, aunque –todo hay que decirlo- mucho más caro, pues partirá desde los 45.000 euros, me parece la tablita de apenas 33 x 41 cm del francés Eugene Boudin, Paisaje (lote 28), fechada en 1894, un gran resumen de su luminosa forma de entender la pintura, casi deshecha ya, cuatro años antes de su fallecimiento. No será fácil su venta, pero…
Hablando de autores extranjeros, parece especialmente interesante un retrato de otro francés, Michel Ange Houasse (1680-1730), según la sala: se trata de Luis I, Príncipe de Asturias (1707-1724) (O/L, 84 x 67 cm; 152). Conocemos un magnífico retrato anterior suyo de su mano, fechado en 1717, como heredero aún al trono, en el Museo del Prado (ver); el actual muestra ya los atributos reales, la corona y el bastón de mando, vestido como militar con armadura, por lo que probablemente sea un retrato realizado para inmortalizar el momento de su nombramiento, el 16 de enero de 1724, o ligeramente posterior, con ese motivo (y que probablemente no debe ser posterior al 31 de agosto, fecha de su temprano e inesperado fallecimiento). Lo interesante: los 9.000 euros pedidos…
Ya que comentamos retratos reales, debemos mencionar también el de Fernando VII como Príncipe de Asturias, c. 1791 (O/L, 129 x 91 cm; 148), de Antonio Carnicero, según la atribución en el certificado de Enrique Valdivieso. Pieza importante dada la temática representada, aunque mucho menos atractivo desde el punto de vista técnico que el anterior, se piden ya 36.000 euros.
Para terminar, aunque sea brevemente, el siglo XVII, donde hay tres obras especialmente interesantes para el mercado nacional. La primera, una Anunciación de grandes dimensiones, nada menos que 164 x 228 cm, del granadino poco valorado aún por el coleccionismo Pedro Atanasio Bocanegra (lote 521), con sus formas habituales; firmado con anagrama y como pintor de su Majestad, y fechado en 1684, comenzará las pujas desde 14.000 euros, que deberían subir, sin duda. Interesante es la Virgen con el Niño, 1667 (O/L, 147 x 110 cm; 520), que firma y fecha el valenciano Jerónimo Jacinto de Espinosa, por 18.000 euros. Y la Virgen de la Misericordia (O/T, 149 x 99 cm; 519), de zaragozano Jerónimo Vicente Vallejo Cosida, renovador de la plástica en Aragón, muy influido por la pintura de Macip; a partir de 30.000 euros. Daniel Díaz @Invertirenarte