Fernando Durán adjudica su Zóbel de 1967 por 130.000 euros
En la cita de los días 29 y 30 de junio, sobresalieron también las ventas de las obras de Hernández Pijuán, Pajou y Evaristo Valle
A estas alturas de la temporada, con el peso de los meses y el conocimiento de las ventas extranjeras, a nadie debería sorprender el precio de remate. Es cierto que hay que tener los clientes internacionales para que las piezas suban y alcancen las cifras deseadas, pero hablar hoy día de Fernando Zóbel es casi sinónimo de buena venta. Así se demostró una vez más en Fernando Durán. Su óleo Recuerdo de La Pasarela, 1967 (O/L, 80 x 80 cm; lote 92), expuesta en la propia galería sevillana La Pasarela, entre 1967 y 1968, no fue extraño que subiera de 95.000 a 130.000 euros, como comentamos en nuestro artículo de previos (ver). Escrito en el lienzo, por delante, como solía hacer, “Recuerdo de La Pasarela, la de la calle San Fernando (en Sevilla los miradores se llaman cierros). En Madrid, veinticinco de Mayo 1967. Zóbel” e incluido en el catálogo razonado de pinturas de Alfonso de la Torre y Rafael Pérez-Madero con el número 67-24 (Fundación Juan March y Fundación Azcona, previsto para este 2022), atrajo las miradas de los coleccionistas que fueron subiendo sus pujas, hasta su compra por un precio final de 158.600 euros, sumados ya los 28.600 euros, el 22% de la comisión de la sala y los impuestos. En ese mercado internacional, sin embargo, no hubo interesados que ofrecieran los 100.000 euros pedidos por el lienzo de Affandi (Cockfight, 1975 (O/L/T, 99,3 x 128,5 cm; 95) ni los 120.000 por el del también indonés Hendra Gunawam, Ladies with fish in a sea landscape, 1974 (O/L/, 87,3 x 143,3 cm; 97). Una pena.
Otra de las ventas importantes de la cita fue la del sencillo y simplificado Paisatge vestit de blanc 1, 1999 (O/L, 180 x 150 cm; 88) de Joan Hernández Pijuán, típico de sus últimos años. Expuesto en la galería Soledad Lorenzo (Hernández Pijuán, Madrid 4 abril a 6 mayo, 2000), reproducida en su catálogo (pág. 14) y procedente de la galería Joan Prats, de Barcelona, su otro centro de operaciones, los 25.000 euros de la salida era una clara invitación a soñar. Al final, la lógica se impuso bajo el martillo, en una cifra mucho más acorde con sus números habituales: 60.000 euros de remate.
Y ya que estamos en el entorno catalán, mencionemos también los 30.000 euros pedidos primero y ofrecidos después por el Homenaje a Pau Casals, 1968 (O/L, 162 x 114,5 cm; 36), de Joan Ponç, reproducido en la monografía de Robert S. Lubar, Joan Ponç (Polígrafa, Barcelona, 1994, nº 317, p. 349).
De Miquel Barceló, su óleo, tinta y collage sobre papel El meu berenar, 1982 (75,5 x 105 cm; 105), firmado y fechado en octubre de 1982, procedente de la reconocida galería Yvon Lambert, de París, y con la autenticidad confirmada, si hiciera falta, por el Atelier Miquel Barceló, subió de 25.000 a 30.000 euros; no es poco, dados los tiempos que corren y su relativamente menguante eco internacional. En cambio, de Jorge Galindo, cuya producción y precios parecen haber despertado en estos últimos meses, como quien dice, su particular Bellezas españolas, 2005 (O/L, 250 x 200 cm; 69) subió de 8.000 a 10.000 euros. Expuesta en la galería Soledad Lorenzo (Jorge Galindo. Fotomontajes pintados, Madrid, 2005) y reproducida en su catálogo, además de en las obras de Omar-Pascual Castillo (Ramis Barquet / Turner, Madrid, 2006, p. 237) y Antonio García Berrio (Ayuntamiento de Málaga, Málaga 2007, p. 138), puede ser un aviso para navegantes a los que les gusten las inversiones a corto o medio plazo…
En el apartado tridimensional, sobresalieron dos ventas. La primera, la atribuida a la polaca Magdalena Abakanowicz, cuyo Tapiz, c. 1968 (tapiz de lana y yute tejido, pieza única, 167,5 x 94,5 x 10 cm; 86), procedente de la galería DESA, Dziela Sztuki i Antyki, de Varsovia, subió de 15.000 a 16.000 euros. Y la del alemán Michael Buthe, Sin título, c.1972 (pintura sobre tela, 270 x 180 cm; 87), expuesta en la galería Vandrés (Michael Buthe. Enviroment y pinturas, Madrid, 7 noviembre a diciembre de 1974) y reproducida en su catálogo, que subió de 1.500 a 7.500 euros. Lamentablemente, las buenas obras de Pello Irazu (Pliege 03, 2004 (hierro, madera, hexacomb, cinta adhesiva y pintura, 240 x 340 x 348 cm; 100) y Txomin Badiola (Sacrificio, 2005 (construcción en madera metal y plástico, fotografías y materiales impresos, 320 x 210 x 310 cm; 101), no encontraron comprador que ofreciera los 20.000 euros pretendidos por cada una, a pesar de su calidad. Sí respondió, Amadeo Gabino, cuya pieza única más manejable, Sin título, 1970 (aluminio, 151 x 151 x 38 cm; 90), se adjudicó por los 9.000 euros pedidos.
Sobre papel, el Tres de espadas (del Tarot universal), 1971 (gouache sobre papel fotográfico, 29,2 x 20 cm; 44), de Salvador Dalí, con certificado sobre fotografía emitido por Robert y Nicolas Descharnes, nº d4862, subió ligeramente, de 18.000 a 20.000 euros. Y de 10.000 a 13.000 euros subió también el dibujo a tinta del belga Paul Delvaux, Sans titre (Études de personnages) (tinta china sobre papel adherido a cartón, 18,2 x 24,5 cm; 40), con certificado de autenticidad, de febrero de 2021, firmado por Mrs. Martine Gautot Van Deun, Presidente de la Fondation Paul Delvaux, St. Idesbald, Bélgica.
Por último, en ese paso a la modernidad de los regionalismos, sobresalió la venta del lienzo de Evaristo Valle, Carnavalada en Cimadevilla, 1923 (O/L, 80,3 x 105 cm; 50), con curiosa historia. Comenzada en 1920 y terminada en 1923 (la fotografía de la obra en 1920 está en la Fundación Museo Evaristo Valle, Gijón), fue expuesta en las Dorien Leigh Galleries, de Londres un año después, donde se perdió su pista. Pasados casi cien años, la Fundación Museo Evaristo Valle dedicó en 2019 una muestra titulada Valle revelado (ver), donde se exponía la mencionada fotografía antigua, del archivo del propio autor, como parte de una sección documental donde se mostraban al visitante cuadros bajo el epígrafe de Se busca (ver)… Y en 2021 apareció la obra en la subasta en Dublín; y el comprador la trajo a Fernando Durán, donde subió de 20.000 a 35.000 euros.
Por último, los maestros antiguos. Como era de esperar, sobresalió la aguada de Augustin Pajou, sobre la que nos extendimos en nuestro artículo de previos. Su Fuente con el dios Pan y amorcillos (sanguina, lápiz con realces en blanco y aguada, 51 x 35 cm; 858), fechada en 1760, subió ligeramente, de 35.000 a 40.000 euros; buena venta. De José Camarón, su Inmaculada Concepción (O/L, 147 x 109 cm; 514), pasó de 18.000 a 22.500 euros. La tabla de seguidor de Bernat Martorell con la Crucifixión de Cristo (O/T, 89 x 77 cm; 1157), pasó de 12.000 a 15.000 euros. Y, aunque sea en postventa, debemos mencionar la venta por 45.000 euros de El bautizo (O/L, 73,5 x 120 cm; 1160), firmado y fechado en Roma en 1888, de José Gallegos, que se había ofrecido por 50.000 euros. Buenos números a fin de cuentas, en este final de temporada. Nos vemos en octubre. @Daniel Díaz
