El Prado redescubre unos relieves imperiales del siglo XIII
La pinacoteca ha acondicionado el Patio norte del edificio Villanueva para exhibir un total de 20 piezas escultóricas que, tras varios estudios, se han datado en el siglo XIII y atribuido al taller del emperador del Sacro Imperio Federico II.
El Museo Nacional del Prado, con la colaboración del grupo de infraestructuras OHLA, ha adaptado arquitectónicamente el pavimento y los paramentos del Patio norte del edificio Villanueva para realizar una intervención museográfica con una obra escultórica que no estaba expuesta hasta ahora.
La muestra está formada por 20 relieves de distintos tamaños, dentro de un formato ovalado irregular. En ellos se aprecian cabezas de perfil que ocupan prácticamente toda la superficie escultórica, al igual que sucede con los camafeos, con los que estos relieves guardan una estrecha relación.
Lo extraordinario de este conjunto es que se han encontrado coincidencias con una serie de piezas localizadas en diversas partes de Italia. Además, su estudio ha permitido catalogarlos hacia 1250 y proponer un origen común para todos ellos dentro del estilo conocido como «federiciano», desarrollado en tiempos de Federico II (1194-1250), rey de Sicilia y emperador del Sacro Imperio Romano.
Algunos de estas piezas se han puesto en relación con la decoración de un desaparecido monumento del Capitolio de Roma, construido con el fin de albergar los restos del carroccio, una simbólica carroza que el soberano arrebató a la Liga Lombarda en la batalla de Cortenuova, y que posteriormente regaló a la ciudad en 1237.
Dentro de esta obra escultórica destacan los clípeos de personajes barbados, los que portan corona de laurel al modo tradicional de los emperadores romanos, y otros en los que se pueden apreciar diferentes tocados (todos ellos de arraigo clásico). No se ha podido identificar ninguna de las figuras debido a la falta de atributos o inscripciones, pero todas ellas comparten la sencilla ejecución de su trabajo. Nerea Méndez Pérez