El filipino Félix Resurrección Hidalgo, presencia de lujo en Segre
En la cita del día 7 de febrero se ofrecen cinco lienzos de primera época de su mano por 155.000 euros
Segre apuesta sobre seguro. Y cinco lienzos del filipino, bien merecen esta primicia.
En estos últimos años, el mercado internacional ha demostrado en repetidas ocasiones la pujanza de las obras de los pintores filipinos, aunque no sean unos autores que marquen claramente la diferencia en lo que a calidad se refiere, si los comparamos con otros de sus mismas generaciones. Ocurrió así en su época y hasta hace pocos años, pero ahora la cosa ha cambiado. Como los que nos dedicamos a estas cuestiones de mercado estamos cansados de repetir, una cosa es la calidad, el valor que tiene un cuadro, una escultura, una obra de arte, y otra distinta, mucho más complicado de objetivar por su carácter cambiante, es el precio del momento. Es más, hasta hace veinte años, las obras de estos artistas apenas eran pagadas aquí, en España, y en Europa, si queremos ampliar un poco el radio de acción. Pero la globalización del mercado, su internacionalización, el hecho de que cualquier coleccionista asiático en general, y filipino en particular, pueda ya comprar aquí obras relacionadas con su país ha hecho que la demanda aumente notablemente. Y como su capacidad económica es mucho más alta, los precios suben. Así de sencillo: oferta y demanda.
Por eso las salas hacen verdaderos esfuerzos por conseguir obras de su mano; tanto de los filipinos como de otros que saben que tienen un mercado mucho más internacional, mundial por decirlo de alguna manera, como Picasso, Miró o Chillida, por citar españoles, o Warhol, Richter, Hirst o tantos otros.
En el caso que nos ocupa, Segre ha conseguido una pequeña colección procedente de los descendientes de Tomas Olleros y Mansilla (Béjar, 1838 – Madrid, 1890), militar y marino que, tras estar destinado en Cuba, será un hombre de referencia en Filipinas. La primera de sus estancias en Filipinas fue de 1864 a 1869; volverá en 1879, para establecerse en Manila con su mujer, recorriendo la totalidad de las Islas y descubriendo para la Corona española el archipiélago de Tawi-Tawi (entre Jolo y Borneo). Además de sus labores militares, desempeñó tareas diplomáticas y políticas, como el acompañamiento al príncipe Arisawaga Takehito durante su viaje por España, ejerciendo esas tareas.
Hombre cultivado y amante de las artes, estuvo en contacto con los pintores filipinos de la época como lo relata en sus diarios personales; fue coleccionista de reconocidos autores filipinos como Juan Luna y Novicio (en sus diarios cita un Retrato de tagalo y tagala, y el de su hermano Segundo), Félix Resurrección Hidalgo y otros, que en esos momentos desarrollaban su carrera y que viajaron a Europa, así como de arte oriental.
En este sentido, la oferta de Segre es bastante atractiva pues ofrece cinco lienzos de primera época de Félix Resurrección Hidalgo (1855-1913) que combinan los habituales géneros: el retrato, el paisaje y las escenas tradicionales, y que seguro tienen un eco especial entre sus coleccionistas asiáticos.
En primer lugar, dos escenas típicas, inéditas, firmadas y fechadas en Manila en 1877. Se trata de Aguadora y de Educanda de beaterio, 1877 (O/L, 54,4 x 34,8 cm y 54,6 x 34,5 cm, respectivamente; lote 96), dentro del grupo de representaciones habituales en el momento de tipos y costumbres. En 1875 había pintado las tres obras que posee el Museo del Prado (ver) y que debieron estar presentes en la Exposición Universal de Filadelfia de 1876, una de ellas, La vendedora de lanzones (ver), por cierto, bastante cercana a la Aguadora que ahora se subasta; en febrero de ese 1876, había participado en una muestra en el Circo Teatro de Bilibid en honor de Alfonso XII a la que asistieron las élites de Manila; y en 1877 dibujó la Costurera de Manila, que apareció en las páginas de La Ilustración de Oriente. Con esa fama ya a sus espaladas, el joven pintor consiguió la ansiada beca del Ayuntamiento de Manila para venir a estudiar a la Academia de Bellas Artes de San Fernando, de Madrid. Y dadas las fechas y calidad, no es extraño que a pesar de su tamaño, se ofrezcan por 80.000 euros, una cifra que no deja lugar a demasiadas ensoñaciones.
Uno de los ejemplos más claros que hemos visto de estas representaciones fue el Álbum filipino de José Honorato Lozano que Abalarte vendió hace unos años, en julio de 2015 para ser exactos: un conjunto de 23 acuarelas (23,5 x 31,5 cm; lote 1109), firmadas en 1857, se ofreció por apenas 9.000 euros, y se adjudicó por nada menos que 400.000 euros (ver). Posteriormente, en octubre de 2021, la misma sala ofreció otras seis acuarelas de su mano, por 18.000 euros, pero rápidamente subieron hasta adjudicarse por 71.500 euros (ver). Pero no es el único caso, como es lógico: en marzo pasado, de Juan Arzeo, Abalarte ofreció un Homenaje del pueblo filipino a la reina Isabel II, c. 1842-1843 (temple/L, 238 x 181 cm), por apenas 60.000 euros, una clara invitación a los coleccionistas; su lógica subida hasta los 450.000 euros (549.000 euros, comisiones e impuestos ya incluidos; ver) fue una prueba más, si es que hacía falta aún tras los remates por 180.000 y 110.000 euros de los lienzos con los Retratos de la familia Azcárraga que subastó Durán en octubre de 2015 y que partían de apenas 10.000 y 15.000 euros cada uno (ver).
De Resurrección Hidalgo se ofrece también otra pareja de lienzos, paisajes esta vez, pintados en 1876, primera etapa aún del joven pintor: Paisaje de Manila con puente sobre afluente del río Pasig, realizada en Manila en septiembre, y Paisaje de Manila con Bahay kubo, con fecha de 9 de febrero (O/L, 34,5 x 55 cm y 34,3 x 54,2 cm, respectivamente; lote 97), por 60.000 euros.
Esta pareja se relaciona directamente con otras semejantes del artista, realizadas en 1876 y con las mismas dimensiones: A Native House (colección Sonia Mathay), Manila river Scene (colección P.R.R), A Country Road (colección P.R.G), San Pedrillo River (colección United Coconut Planters y colección particular, Madrid), cuando expuso en la citada muestra del Circo Teatro de Bilibid en honor a Alfonso XII. En este sentido, conviene recordar que Christie’s Londres vendió en diciembre de 2016 son muy semejantes, también de 1876: Banks of the Pasig River, Manila (O/L, 35 x 54,5 cm; lote 18, ver), por 473,000 GBP (564.056 euros), muy lejos de la estimación de 40,000 a 60,000 GBP (unos 47.500 a 71.500 euros), y otro Banks of the Pasig River, Manila (O/L, 35 x 54,5 cm; lote 19, ver), por 569,000 GBP (678.537 euros), lejos también de la misma estimación… Y en menor medida, con el del Museo del Prado, de 1875 (ver).
Y por último, el interesante Retrato de D. Anselmo Olleros y Mansilla (O/L, 27,7 x 24,5 cm; lote 98), hermano de Tomás, firmado y fechado en Manila en septiembre de 1876. Destacado ingeniero y militar del Cuerpo del Estado Mayor del Ejército en Filipinas, llegó allí el 12 de noviembre de 1872 y realizó la primera carta itineraria de la isla de Luzón, publicado por el depósito de la Guerra en 1882. Su extraña salida, por apenas 15.000 euros, es una garantía de éxito pues subirá bastantes pujas. Hasta qué punto, es difícil se saber. De hecho, los retratos de Luisa Piñeyro y Merino (Lady on a bamboo chair), 1881 (O/L, 94 x 66 cm; ver) y de Pedro Alejandro Paterno, 1881 (O/L, 65 x 53 cm; ver), de quien se vendió gran parte de su colección (ver), se dispararon en Leon Gallery en agosto pasado; con estimaciones de 89.000 a 115.000 euros, se vendió el primero por 332.441 euros y el segundo por 311.663 euros. Daniel Díaz @Invertirenarte
